lunes, 13 de diciembre de 2010

¿IMITA AL ESCLAVO FIEL Y DISCRETO?

“Acuérdense de los que llevan la delantera entre ustedes, los cuales les han hablado la palabra de Dios, y al contemplar detenidamente en lo que resulta la conducta [de ellos], imiten [su] fe”
—Hebreos 13:17—

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¿Usted sabe porqué al esclavo fiel se le llamó también “el discreto”? Antes de responder a esta pregunta deberíamos saber qué es la discreción. Según la obra Clave. Diccionario de uso del español actual la discreción es “reserva al callar lo que no interesa que se divulgue”. Al respecto, y con relación a la pregunta que se planteaba al principio, La Atalaya del 1 de octubre de 2000 dice: “En la Palabra de Dios se llama ‘esclavo fiel y discreto’ a aquellos a quienes Jesucristo ha confiado ‘todos sus bienes’ (Mateo 24:45-47). Ellos no se adelantan inmodestamente a Jehová movidos por impulsos caprichosos, ni se quedan atrás cuando está clara la dirección divina sobre un asunto.” De modo que la discreción implica no hablar cuando no se debe y hacerlo cuando debemos hacerlo. Esto está en armonía con las palabras de Eclesiastés 3:7 en donde dice que hay “tiempo de callar y tiempo de hablar”. Aunque hay situaciones en las que debemos hablar y nos reservamos de hacerlo, a menudo el problema es, más bien, que hablamos cuando no debemos hacerlo. Veamos una situación particular en la que deberíamos mostrar discreción: Las asambleas de Distrito.

Este fin de semana se celebrarán cientos de asambleas de Distrito 2010-2011 “Permanezcamos cerca de Jehová” en muchas partes del mundo. En Estados Unidos empezaron en la última semana de Mayo y evidentemente ya terminaron. En otras partes del mundo se han continuado celebrando y continuarán hasta Enero de 2011. Puesto que Jehová nos ha unido como un solo rebaño bajo la guía de Jesucristo, el alimento espiritual que recibimos es el mismo sin importar el idioma que hablemos, el país en que vivamos o la fecha en la que asistamos.

A veces las circunstancias hacen que asistamos a una asamblea antes de la asamblea a la que nuestra congregación está asignada. Todos sabemos que las Asambleas de Distrito tienen rasgos especiales, como la presentación de nuevas publicaciones, el drama, y a menudo han sido usadas por Jehová para dar más luz espiritual sobre determinado tema bíblico (Proverbios 4:18).

Un ejemplo de falta de discreción por parte de algunos hermanos fue que, el año pasado cuando se presentó el DVD “Las maravillas de la creación revelan la Gloria de Dios” en los últimos meses del año ya algunos hermanos que aún no habían asistido a la asamblea lo habían visto.

Los que tenemos acceso a internet tuvimos la oportunidad de descargar el disco Cantemos a Jehová, Coro y Orquesta, Disco 1 y los audios de Cantemos a Jehová, acompañamiento en piano alrededor de septiembre u octubre. Muchos hermanos que tuvieron su asamblea después de esas fechas llegaron a la asamblea ya enterados del cambio de cancionero, y no porque se hubieran dado cuenta por sí mismos al visitar el sitio oficial, sino porque hermanos que ya sabían la noticia hicieron correr la voz. ¿Cuál es el problema?

Bueno, pensemos de la siguiente forma: Si el “Esclavo Fiel” quisiera que las noticias se supieran de esa forma, entonces, ¿por qué no se limita a enviar cartas a las congregaciones diciendo los cambios, o avisando que se ha publicado un nuevo libro o folleto, por ejemplo? Recordemos que el esclavo es “discreto”, porque sabe cuándo decir las cosas y cuando no. Jesús lo nombró sobre todos sus bienes para dar “su alimento al tiempo apropiado”, y mediante representantes locales ese alimento se sirve en las asambleas asignadas, entonces, ¿por qué actuar con indiscreción tratando de averiguar antes de asistir a nuestra asamblea qué es lo que se presentará en ella? ¿Por qué ser indiscretos al andar contando a otros hermanos que tampoco han asistido a su asamblea qué es lo que habrá en ella?

Imagine lo siguiente: A usted lo invitan a cenar, y le dicen que será una cena muy especial. Así que usted se arregla lo mejor que puede y hace muchos cambios en su agenda para asistir, y cuando llega, se da cuenta de que le sirven comida recalentada, ¿qué pensaría? Aunque es obvio que se agradece el detalle de invitarnos, ¿verdad que la cena no es tan “especial” como le habían dicho? Exactamente eso sucede cuando vamos a la Asamblea de Distrito y ya sabemos qué “sorpresas” habrá: ya no le sentimos el mismo “sabor”.

Así que si usted ya ha asistido a una asamblea de distrito 2010-2011 no tiene porqué hacer que otros hermanos que todavía no lo han hecho lleguen a probar “comida recalentada”. Debemos imitar al Esclavo Fiel que sirve el alimento al tiempo apropiado y que sabe cuándo hablar y cuando no. Recordemos lo que dice Proverbios 12:8 que dice: “Por su boca de discreción será alabado el hombre, pero el que es avieso de corazón llegará a ser objeto de desprecio”.

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