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sábado, 7 de noviembre de 2009

“Entonces aparecerá en el cielo la señal del Hijo del Hombre”

“Y entonces verán al Hijo del hombre viniendo en una nube con poder y gran gloria.”
— Lucas 21:27 —

Desde antes de 1914 los que son conocidos ahora como testigos de Jehová han estado proclamando que al fin ha llegado el tiempo señalado para la destrucción de este sistema de cosas. A lo largo de los años, la “luz” se ha hecho más brillante y hemos entendido —progresivamente— con mucha claridad lo que podemos esperar que pase en breve. A continuación analizamos algunas de las profecías más sobresalientes que se cumplirán durante la “Gran Tribulación” predicha por Jesús.

“Los diez cuernos […] odiarán a la ramera” — Revelación 17:16: Este gran acontecimiento será el que nos dirá que ha empezado la Gran Tribulación. Recordemos que la “ramera” es “Babilonia la Grande”, el imperio mundial de religión falsa. Revelación 17:16 indica que la “bestia salvaje” (la ONU) y los “diez cuernos” (todo el resto del sistema político) odiarán a la ramera y la destruirán. ¿Por qué se volverán en contra de su amante religiosa? “Porque Dios puso en sus corazones llevar a cabo Su pensamiento” (Revelación 17:17). Al fin habrá llegado el tiempo para que Jehová limpie su nombre al eliminar a esa organización religiosa que hipócritamente dice representarlo. El que la ONU haya de tener parte en la destrucción de Babilonia la Grande y de la Cristiandad fue predicho por Jesús en Mateo 24:15 al decir que la “cosa repugnante que causa desolación” (la ONU) se pondrá de pie en el “lugar santo” (la Cristiandad apóstata). Seguramente el sistema político lanzará un ataque en contra de todas las religiones del mundo, lo que incluirá a los testigos fieles de Jehová. Seguramente el sistema político confiscará propiedades de la religión falsa, bienes inmuebles como Iglesias y monasterios. También podríamos esperar el aprisionamiento o asesinato de miembros del clero. Aunque algunos clérigos morirán hasta Armagedón, durante esta primera fase de la “Gran Tribulación” la religión falsa, como institución, será completamente destruida.

“Y los reyes […] se golpearán en desconsuelo” — Revelación 18:9: En una fase intermedia entre la primera y la segunda etapa de la Gran Tribulación los reyes de las naciones, después de haber acabado ellos mismos con la religión falsa, tendrán tiempo de lamentarse por la destrucción de esa prostituta religiosa, pero, ¿no es esto contradictorio? No, recordemos que según Revelación 17:17 el destruir a Babilonia es un pensamiento de Dios, no de los gobiernos en sí mismos. Algo similar aconteció con el Faraón de Egipto del tiempo de Moisés. Por mucho tiempo Jehová permitió que su corazón fuera duro y no dejara enviar a Israel, pero tras la décima plaga el Faraón envió a Israel. Después de haberlos enviado volvió a cambiar de opinión y decidió perseguir al pueblo de Jehová, lo que lo llevó a su propia muerte, ¿no es esto prueba que los gobernantes pueden ser indecisos, con más razón aún, cuando Jehová dirige los asuntos? (Éxodo capítulos 5 a 14). De modo que verán que al fin de todo, la religión le era útil mientras se prostituía con ellos. Lo mismo pasará con los comerciantes viajeros, quienes también se lamentarán. Cuando desaparezca Babilonia con sus festividades navideñas, de cumpleaños, Semana Santa, Ferias patronales, visitas papales, etc. ¿quién comprará sus productos? Nadie (Revelación 18:11-17). Sin duda, la desaparición de esta gran ramera conmocionará al mundo.

“El sol será oscurecido y la luna no dará su luz” — Mateo 24:29: Inmediatamente después de esta destrucción de Babilonia la Grande, “el sol será oscurecido, y la luna no dará su luz, y las estrellas caerán del cielo, y los poderes de los cielos serán sacudidos”. Todas las personas prominentes del mundo religioso, que “iluminaban” a las naciones, como el Dalai-Lama, el Papa, y los distintos “pastores” prominentes de las iglesias de la cristiandad habrán dejado de “brillar”. En ese sentido, el “sol será oscurecido”. Sin embargo, podríamos esperar también otro cumplimiento de esta profecía. El historiador judío Flavio Josefo comentó que de forma literal hubo fenómenos sobrenaturales durante el tiempo que nosotros conocemos como la “Gran Tribulación” de Jerusalén (66 a 70 a.E.C.). De modo que podríamos esperar que de forma literal haya fenómenos celestiales.

“Los hombres se desmayan por el temor y la expectación” —Lucas 21:26: ¿Se imagina usted la conmoción que reinará entonces? El mundo habrá llegado a su final. Las potencias políticas estarán lamentándose por su acción contra la religión falsa, y las naciones religiosas estarán pasmadas al ver que sus dioses no pudieron protegerlas ¿y los testigos cristianos de Jehová? “Pero al comenzar a suceder estas cosas, levántense erguidos y alcen la cabeza, porque su liberación se acerca” dijo Jesús (Lucas 21:28). Sí, al ver el desenvolvimiento de los asuntos ¡sabremos que nuestra liberación se acerca! No habrá motivos para temer. Pero para alcanzar esa liberación tendremos que pasar por una última prueba.

“Gog [vendrá] sobre el suelo de Israel” — Ezequiel 38:18: Sin duda alguna, cuando Babilonia la Grande sea destruida los testigos también seremos atacados por los “diez cuernos”, pero seremos el único grupo religioso que sobrevivirá a ese ataque. Pero, ¿no nos afectará de forma positiva el que las naciones se lamenten por la desaparición de la religión falsa? No, y por este motivo: Los testigos de Jehová somos obedientes a las leyes estatales y pagamos impuestos a la vez que ‘damos honra’ a los gobernantes (Romanos capítulo 13). Pero a diferencia de Babilonia la Grande, ‘no somos parte del mundo’, de modo que no nos “prostituimos” con los políticos como lo ha hecho la adúltera y repugnante religión falsa (Juan 17:16; Santiago 4:4; Revelación 17:2, 5). Así que los gobiernos políticos no tomarán en consideración que los testigos somos fieles observantes de las leyes, simplemente no les seremos útiles para sus propósitos mundanos, así que pareceremos un blanco fácil. ¿Cómo? Así como Jehová puso en los pensamientos de ellos destruir a la religión falsa, Satanás el diablo pondrá en el corazón de ellos acabar con los testigos de Jehová. Satanás es el Gog predicho en los capítulos 38 y 39 de Ezequiel. Magog es, según la profecía, la tierra de donde viene Gog, de modo que Magog debe representar la tierra a la cual fue confinado Gog en 1914 (Ezequiel 38:2; Revelación 12:9, 12). Gog, es decir, Satanás, estará furioso contra el pueblo de Dios, pero, ¿por qué? Sabemos que los ungidos han sido el centro del ataque de Satanás desde 1914 (Revelación 12:17), pero en esta ocasión, guerreará contra todo el pueblo de Jehová, contra los ungidos y contra las “otras ovejas” por igual, pues estará furioso por que somos un pueblo que mora en seguridad y prosperidad (Ezequiel 38:10-12). Para hacer esta supuesta destrucción Satanás usará a las potencias políticas (Ezequiel 38:5). Podemos estar seguros de que esto será pronto, pues el pueblo de Jehová ahora está en esa condición de prosperidad espiritual. Desde 1919 han estado libres de Babilonia la Grande, y durante esos 90 años hemos progresado mucho en sentido espiritual; hemos llegado a comprender con claridad cuándo se hace la separación de las “ovejas” y las “cabras” que mencionó Jesús en Mateo 25. También sabemos con exactitud cuál es la “Generación” de Mateo 24:34, hemos entendido la forma de mantener pura la congregación mediante la expulsión, se ha comprendido prácticamente, todo el libro de Revelación y el mismo hecho de que en 2010 empecemos a usar el nuevo cancionero llamado “Cantemos a Jehová” es prueba de que la luz se ha hecho más brillante al grado de modificar o quitar canciones que actualmente usamos en las reuniones (Proverbios 4:18) Sin duda, este progreso espiritual tiene sumamente furioso a Satanás y esta furia será desatada en este ataque final en contra del pueblo de Dios, ¡pero le aguarda una gran sorpresa!

“¡Ha acontecido!” — Revelación 16:17: Siete “tazones” contienen la cólera de Jehová. Ese derramar de la cólera de Jehová se inició hace décadas al proclamarse los juicios de Jehová por medio de sus testigos terrestres (Revelación capítulo 16). Al consumarse la ejecución de estos juicios Jehová mismo declara “¡Ha acontecido!”. La “gran ciudad”, Babilonia la Grande habrá sido desolada y los gobernantes políticos estarán lamentándose por su destrucción. De pronto verán a los testigos de Jehová “morando en seguridad” y desearán desolarlos y los atacarán. Pero Jehová no permitirá el exterminio de su pueblo. La profecía dice: “Y en aquel día, el día en que Gog venga sobre el suelo de Israel, tiene que ocurrir —es la expresión del Señor Soberano Jehová— que mi furia subirá a mi nariz” (Ezequiel 38:18). Ahora Jehová dice cómo destruirá a los malvados: “Y ciertamente llamaré contra él por toda mi región montañosa una espada —es la expresión del Señor Soberano Jehová—. Contra su propio hermano la espada de cada uno llegará a estar” (Ezequiel 38:21). Sí, los agentes terrestres de Satanás entrarán en confusión ¡se matarán unos a otros! Pero esto no es todo, pues Jehová continúa declarando: “Y ciertamente me pondré en juicio con él, con peste y con sangre; y un aguacero inundante y piedras de granizo, fuego y azufre haré llover sobre él y sobre sus partidas y sobre los muchos pueblos que estarán con él” (versículo 22). Jehová tiene a su disposición todos los elementos naturales a fin de destruir a los malvados. En el pasado ya destruyó a personas inicuas usando agua, fuego y azufre y a sus poderosos ángeles. De nuevo Jehová dice que usará “aguacero inundante”, “piedras de granizo” y “fuego y azufre”. En Revelación 16:21 dice que Jehová usará un granizo tan grande que sus piedras pesarán un talento cada una (unas 45 libras de peso). Quizás este granizo represente los fuertes mensajes que proclamaremos durante la gran tribulación, aunque es casi seguro que ese granizo se usará de forma literal en la obra destructora de Jehová (Compare con Job 38:22, 23). Las personas que no mueran por estos fenómenos naturales alterados morirán de una forma horrorosa: “Habrá el pudrirse de la carne de uno, mientras uno está parado sobre sus pies; y los ojos mismos de uno se pudrirán en sus cuencas, y la lengua misma de uno se pudrirá en la boca de uno.” (Zacarías 14:12). En el pasado Jehová hizo que el rey Herodes Agripa I fuera muerto agusanado por mano del ángel de Jehová (Hechos 12:20-25), de modo que no debería extrañarnos que Jehová matara a sus enemigos terrestres haciendo que su carne, sus ojos y su lengua se pudran mientras aún están vivos. Aquella matanza será realmente grande pues la Biblia dice que los muertos por Jehová estarán regados desde un extremo de la tierra hasta el otro extremo de la tierra y que llegarán a ser como estiércol sobre el suelo (Jeremías 25:33; Revelación 19:17). Todo resto del sistema político será destruido, pues gráficamente la Biblia describe cómo Jesús prende a la Bestia Salvaje (el entero sistema político) y al falso profeta (la ONU) y los lanza en el lago de fuego, es decir, serán destruidos para siempre (Revelación 19:20). Mientras tanto, llega el momento para que Satanás mismo sea humillado. Jesús, en su papel de ángel del abismo, vendrá y prenderá a Satanás y lo echará en un abismo de inactividad durante mil años (Revelación 20:1-3). ¡Por fin habrá acabado la rebelión contra Jehová!

Todo el malvado sistema de cosas actual habrá llegado a su fin, y esa “gran tribulación” que tanto hemos predicho ¡por fin habrá llegado! No debemos olvidar que las pruebas nos dicen que esa “gran tribulación” está muy cerca, así que debemos hacer caso a las palabras de Jesús: “Manténganse alerta” (Marcos 13:35). Sin duda, mientras nos acercamos a ese fin violento del sistema de cosas nos enfrentaremos a oposición y burla, pues tanto los opositores como los apóstatas dicen: “¿Dónde está esa prometida presencia de él?” (2 Pedro 3:4). Sin embargo, se les escapa el hecho de que Jehová ya destruyó un mundo de gente rebelde e incrédula como ellos, y lo volverá a hacer. Desde 1914 Jesús ha estado presente como Rey y pronto vendrá con sus poderosos ángeles. En ese momento se vindicará la soberanía de Jehová y la veracidad de su “Esclavo Fiel y Discreto”, pues cuando llegue el “gran día de Jehová” las naciones ciertamente sabrán ‘que hubo un profeta en medio de ellos’ (Ezequiel 2:5), así que todos aquellos que se burlaron de nuestra predicación tendrán que reconocer humillados que teníamos razón. Más importante que eso es que la soberanía de Jehová quedará vindicada. Todas aquellas personas que niegan la existencia de Dios serán humilladas, y todas las personas que falsamente dicen representarlo ciertamente conocerán al verdadero Jehová. Así que por fin veremos cumplidas las promesas de Jehová. Si seguimos alerta podremos ver con ojos radiantes ese día inspirador de temor y glorioso cuando Jehová cumpla sus palabras: “Y ciertamente me engrandeceré y me santificaré y me daré a conocer delante de los ojos de muchas naciones; y tendrán que saber que yo soy Jehová” (Ezequiel 38:23).

viernes, 14 de agosto de 2009

1914 ¿Coinciden las Fechas?

El 15 de tisri del año 607 a.E.C (4/5 de octubre) significó un final, y a la vez un comienzo. Significó el final de la dominación de Jehová mediante reyes terrestres, y dio comienzo a un período de siete tiempos proféticos de dominación gentil. En el último Rey, Sedequías se cumplió la profecía de Ezequiel: “esto es lo que ha dicho el Señor Soberano Jehová: ‘Remueve el turbante, y quita la corona. Esta no será la misma. Póngase en alto aun lo que está bajo, y póngase bajo aun al alto. Ruina, ruina, ruina la haré. En cuanto a esta también, ciertamente no llegará a ser [de nadie] hasta que venga aquel que tiene el derecho legal, y tengo que dar [esto] a él’” (Ezequiel 21:26, 27) Jehová había profetizado que se quitaría la “corona” hasta que viniera “aquel que tiene el derecho legal”, es decir, Jesús. La coronación de Jesús debía efectuarse al final de esos tiempos de los gentiles. La fecha señalada para tal suceso es el 15 de tisri del año 1914 E.C. es decir el 4/5 de octubre de tal año. En esa fecha empezó una guerra en el cielo entre Jesucristo y sus ángeles, y Satanás y sus ángeles. El efecto de dicha guerra fue la expulsión de Satanás del cielo, y su consiguiente furia acá en la tierra. A partir del año 1914 empezaron también los últimos días de este sistema de cosas, que se caracterizaría por Guerras, Pestes, Hambres y grandes Terremotos (Lucas 21:10; Revelación 12:7-12).

Pues bien, si la I Guerra Mundial señaló el “principio de dolores de angustia” que marcarían los últimos días de este sistema de cosas al empezar a Reinar Jesús desde el 5 de octubre de 1914, ¿Por qué dicha guerra empezó unos dos meses antes de dicho suceso? Para responder a tal pregunta, debemos leer detenidamente la profecía del capítulo 12 de Revelación: “Y se vio en el cielo una gran señal, una mujer vestida del sol, y la luna estaba debajo de sus pies, y sobre su cabeza había una corona de doce estrellas, y ella estaba encinta. Y clama en sus dolores y en su agonía por dar a luz. Y se vio otra señal en el cielo, y, ¡miren!, un dragón grande de color de fuego, con siete cabezas y diez cuernos, y sobre sus cabezas siete diademas; y su cola arrastra la tercera parte de las estrellas del cielo, y las arrojó abajo a la tierra. Y el dragón se quedó de pie delante de la mujer que estaba a punto de dar a luz, para, cuando diera a luz, devorar a su hijo.” (v.v. 1-4). La mujer es la organización celestial de Jehová. El Hijo no es Jesús, sino el Reino que nació en octubre de 1914, y el Dragón claramente es el Diablo. Pero notemos un detalle. Satanás estaba listo para devorar al Reino antes de que este naciera. Satanás quería, de ser posible, impedir el nacimiento de dicho reino, y cegar a las personas para que no vieran el cumplimiento de las profecías bíblicas respecto al Reino. Por eso, no debería extrañarnos que tal guerra sanguinaria empezara antes del nacimiento del reino y la consiguiente expulsión de Satanás del cielo, pues el Diablo y sus demonios estaban preparados para lanzar su ataque, aún antes de que el Reino mismo naciera.