¿A quién no le ha sucedida? El presidente de la reunión dice: "Vamos a entonar el cántico número **", la melodía empieza a sonar, y confiados en que ya sabemos la tonada, empezamos a cantar. A medio cántico, nos damos cuenta que ya no vamos al paso de la música... "¿qué raro?" piensa usted.
Las razones por las que eso sucede son obvias. Ha habido cambios severos en nuestro actual cancionero Cantemos a Jehová, y aunque hay muchos cánticos "iguales", hay diferencias, en tonalidad o en algunas partes, en ritmo.
El "Esclavo Fiel y Discreto" nos ha recomendado ensayar en casa esas melodías. Aún así, muchos de nuestros hermanos de todo el mundo, no conocen de notación musical. Por eso, este Blog se complace en anunciar que, tras varias semanas de inactividad, se renovará con una nueva sección titulada: "¿Podrá cantarlo bien?" que explicará detalladamente las diferencias que ha habido en los cánticos que permanecieron de Canten Alabanzas a Jehová. Contendrá audios de comparación, para que usted se de cuenta por sí mismo, cómo se cantaba y cómo debe cantarse ahora.
Sinceramente, mi amigo Felipe Gutierrez y yo, esperamos que esta sección no sea sólo de ayuda, sino hasta divertida, y nos ayude a mejorar nuestras alabanzas a nuestro gran creador, Jehová.
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viernes, 15 de julio de 2011
lunes, 21 de junio de 2010
LA IGNORANCIA Y LA MURMURACIÓN; LA LEALTAD Y LA SUMISIÓN ¿QUÉ MOSTRARÁ USTED?
“Estos [hombres] están hablando injuriosamente de todas las cosas que realmente no conocen”
—Judas 10—
—Judas 10—
TIEMPO APROXIMADO DE LECTURA: 5 MINUTOS
Tiempo después de la asamblea de distrito “¡Manténganse Alerta!”, que se celebró por todo el mundo durante 2009 y 2010, una hermana exclamó con gozo “¡Desde el primer momento en que escuché los nuevos cánticos, me encantaron!”. Por el contrario, un hermano dijo: “A mí no me gustan los nuevos cánticos. ¿Por qué los cambiaron? Los otros eran mejores”. ¿Por qué esa diferencia de opinión? Bueno, todos tenemos derecho a tener gustos; especialmente en lo que respecta a la música los gustos son muy variados, y es cierto que hay grandes diferencias entre nuestro cancionero Cantemos a Jehová y el anterior, Canten Alabanzas a Jehová. Los nuevos cánticos son más sencillos en el aspecto musical. Algo que notaremos es que en español no hay ningún cántico igual a como estaba en el cancionero anterior, todos tienen diferencias muy grandes en la letra o la música. Respecto a la música, seguro habrá notado que en el cancionero anterior cada estrofa de los cánticos sonaba diferente, sea en la escala en que se tocara el piano o algunas variaciones entre las notas, mientras que en cancionero actual todas las estrofas (excepto en el cántico 1) suenan exactamente iguales (Compare la música del anterior cántico 222 “Fija la vista en el premio”, con la nueva versión, el cántico 24 “Mantén la vista en el premio”). Estas simplificaciones hacen más fácil cantar para los hermanos cuya educación musical no es muy elevada, pero ha provocado que otros hermanos no estén muy conformes.
¿Qué hay de las grabaciones de Cantemos a Jehová, Coro y Orquesta? Mientras que muchos hermanos los ven como una bendición, pues han aprendido algunos de los nuevos cánticos, otros incluso los han comparado con los coros de la Cristiandad y hablan despectivamente de estas grabaciones. ¿Es esto una simple cuestión de gustos o hay algo más serio implicado? Bueno, conocemos el mandato bíblico que dice: “Celebren a Dios con melodía, produzcan melodía” (Salmo 47:6). Recordando que el motivo principal por el cuál nos reunimos es alabar a Jehová, es necesario mencionar que existen tres formas de alabar a Jehová en estas reuniones: Durante las oraciones, los cánticos y los comentarios. Ahora bien, las oraciones han sido siempre el conducto más importante de comunicación con Jehová, pero durante las reuniones participamos solo de forma pasiva en este acto tan solemne. Hablando del privilegio de comentar, este es un acto de alabanza relativamente nuevo en la adoración, mientras que la música ha sido una parte sumamente importante en la adoración a Jehová desde hace milenios. En la antigua organización del templo de Jerusalén había un complejo sistema musical compuesto por coros e instrumentos musicales (2 Crónicas 29:27). El día de la dedicación del templo construido por Salomón un grupo de ciento veinte sacerdotes que tocaban las trompetas, más los que tocaban los instrumentos de cuerdas y los címbalos acompañaron con su música a los levitas que eran cantores. El relato nos cuenta que “los cantores estuvieron como uno solo en hacer que se oyera un solo sonido en alabar y dar gracias a Jehová, y tan pronto como elevaron el sonido con las trompetas y con los címbalos y con los instrumentos de canto y con alabar a Jehová […]la casa misma se llenó de una nube, la mismísima casa de Jehová, y los sacerdotes no pudieron permanecer de pie para ministrar a causa de la nube; pues la gloria de Jehová llenó la casa del Dios [verdadero]” (2 Crónicas 5:11-14). Si a usted no le gustan las versiones corales de Cantemos a Jehová, pregúntese ¿Cómo se habrá escuchado este canto de los levitas? Seguramente no sonó muy diferente a las versiones corales de nuestros nuevos cánticos. Ahora medite en la respuesta de Jehová a este canto; El relato nos cuenta de que Jehová mostró su deleite al llenar el templo con una nube…¡A Jehová le gustó ese canto!¿Y qué nos hace pensar que a Jehová no le emocionan nuestros nuevos cánticos? Seguramente nada, de hecho, creemos que él guío al “Esclavo Fiel y discreto” para darnos esa provisión, así que, ¿por qué murmurar o hablar despectivamente de esa provisión? ¿Por qué compararla a la música que utiliza la religión falsa? ¿Acaso el hacer eso no nos compara a los Israelitas necios que despreciaron el Maná? Lamentablemente, los israelitas se rebajaron tanto, que llamaron a esta provisión de Jehová “pan despreciable” (Números 21:5). Pero Jehová seguramente tomó en cuenta esa reacción antes de dar esta provisión, pues Deuteronomio 8:16 nos dice que Jehová alimentó con Maná a Israel para ‘ponerlos a prueba’. ¿Y pasaron la prueba? No, pues renegaron de las provisiones físicas que Jehová les dio. Entonces, ¿pasaremos nosotros la prueba? Sí la pasaremos si no dejamos que una actitud crítica hacia las provisiones espirituales que Jehová nos da haga que despreciemos el alimento espiritual que el “esclavo fiel” nos sirve “al tiempo apropiado”.
Es algo notable el hecho de que muchos hermanos que critican nuestro nuevo cancionero no tienen conocimientos musicales. Si ese es nuestro caso, seguramente nos ayudará recordar lo que dijo el discípulo Judas: “Estos [hombres] están hablando injuriosamente de todas las cosas que realmente no conocen” (Judas 10). ¡No caigamos en ese error!
Por otra parte, muchos hermanos que sí tienen amplios conocimientos musicales, concuerdan en que, si bien los nuevos cánticos son más sencillos, seguramente requirió de mucho talento por parte de los compositores de cánticos complejos como el 61, el 86, el 130 y el 133.
Algo que nos ayudará a apreciar más nuestro nuevo cancionero es estar consientes del gran trabajo que requirió el hacerlo. Tomemos como ejemplo el anterior cántico 192, ahora el 101. La nueva música de ese cántico apareció hace unos 10 años en el video “Toda nuestra asociación de hermanos”, obviamente, ninguno lo notó hasta hace unos meses, cuando recibimos nuestro nuevo cancionero, o cuando descargamos la pista de audio. Esto hace que nos preguntemos ¿cuántos años tomó revisar los 225 cánticos, decidir cuáles se quedarían, hacer los ajustes en las letras, escribir las nuevas letras, hacer los ajustes musicales, componer los nuevos cánticos, traducirlos a todos los idiomas en que está disponible el cancionero, hacer las grabaciones en piano, hacer las grabaciones orquestales, grabar las voces en los muchos idiomas en que se grabó la versión coral, hacer las ediciones técnicas necesarias y hacerlos disponibles para toda la hermandad mundial? Es un trabajo inmenso, ¿y ahora muchos hermanos no aprecian todo ese trabajo? Realmente no se estaría aplicando el consejo que dice: “muéstrense agradecidos” (Colosenses 3:15). El tener una actitud mental humilde es un aspecto clave para aceptar los cambios que la organización de Jehová hace hoy día. Debemos estar consientes de que no somos nosotros los que decidimos cómo adorar a Jehová y agradarle, es él el que pone sus normas y nosotros debemos aceptarlas y practicarlas. Es Jehová el que dirige al Cuerpo Gobernantea tomar las decisiones que toma, y por eso, podemos decir que es él quien decide y dirige todos los cambios que la organización terrestre tiene. ¿Mostraremos humildad y sumisión aceptando y apoyando de buena gana estos cambios? Solo así podremos ir al paso del “carro de Jehová”, y solo mostrando esa actitud mental, en cosas grandes y pequeñas, demostraremos que somos dignos de heredar la nueva tierra, y de seguir perteneciendo al único grupo en mundo que alaba a Jehová como a él le place.
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lunes, 22 de marzo de 2010
DESPIDIENDO A UN GRAN AMIGO
“La senda de los justos es como la luz del alba, cuyo esplendor va creciendo hasta el pleno día”
— Proverbios 4:18, Sagrada Biblia por Evaristo Marín Nieto —
— Proverbios 4:18, Sagrada Biblia por Evaristo Marín Nieto —
Aún hay hermanos que recuerdan con mucho cariño la asamblea de Distrito de 1983-1984 titulada “Unidad del Reino”, y especialmente el discurso “Música que alaba a Jehová”, ¿por qué fue sobresaliente ese discurso? Tras 17 años de la publicación del cancionero en inglés titulado “Cantando y acompañándose con música en el corazón” se anunció la publicación próxima de un nuevo cancionero titulado “Canten Alabanzas a Jehová”, ¿qué diferencias tendría ese cancionero? En primer lugar, en vez de 119 cánticos contendría 225. Las letras se modificaron según se entendieron las verdades bíblicas en los 17 años transcurridos desde 1966 hasta 1983 y se modificaron muchos versos para mejorar el aspecto poético de las canciones.
Han pasado 25 años desde ese emocionante anuncio y todos los que actualmente somos testigos de Jehová alabamos a Jehová usando ese hermoso cancionero. El día viernes 29 de mayo de 2009, durante el primer día de la asamblea de Distrito “¡Manténganse Alerta!” de todo el mundo, muchos hermanos se sorprendieron y se conmovieron al escuchar el anuncio que decía que pronto, a partir de Enero de 2010 alabarían a Jehová con la “ayuda de un nuevo y hermoso cancionero titulado ‘Cantemos a Jehová’”. Las emociones y los sentimientos encontrados que tal sorpresa provocó se vivieron por todo el globo terráqueo al repetirse ese anuncio en las miles de asambleas de Distrito que se celebraron por todo el mundo. No fue raro ver a hermanos derramar lágrimas mientras escuchaban el popurrí de 6 de los nuevos cánticos del Reino. En muchos países ya han empezado a utilizar el nuevo cancionero, pero en muchos otros los empezaremos a usar a partir de la siguiente semana. La Conmemoración de la muerte Jesús será el evento señalado para cantar por primera vez como congregación esas nuevas composiciones. Mientras pasan los días llevamos una “cuenta regresiva” que nos indica cuáles serán los últimos cánticos del cancionero de 1984 que usaremos. Los escogidos han sido: 91 “Siendo Enseñados por Jehová”, 87 “La Cena del Señor”, 105 “Aclamemos al primogénito de la creación”, 171 “La canción de Victoria” y el 195 “Este es el día de Jehová”. Aunque estamos ansioso de cantar los nuevos cánticos, no podemos evitar sentir una tristeza que extrañamente nos invade. Es cierto que “Canten Alabanzas a Jehová” se ha quedado anticuado, pero con el irse de ese cancionero, se van más que simples canciones; se van con ellas trozos de nuestras vidas, ¿por qué decimos eso?
Muchos hermanos no olvidarán jamás la emoción que sintieron el día de su bautismo al cantar cánticos como el 13 (Dedicación Cristiana), 55 (Andando diariamente con Jehová), 143 (Declárate por Jehová), 202 (¡Estamos dedicados a Dios!), 207 (¿De quién mostramos ser?) u otros. Es cierto que esos cánticos aún existen en “Cantemos a Jehová”, pero no son iguales y, dado que les dimos un significado especial a las versiones anteriores, no despiertan en nosotros los sentimientos que nos provocaban las composiciones de 1984 ¿Quién no lloró alguna vez cuando, al finalizar la asamblea de Distrito o Internacional cantamos la estrofa que decía “Por compañerismo sincero, leal, hermanos y amigos: ¡Gracias Jehová!” (212)? ¿O a quién no se le enchinó la piel de emoción cuando cantaba la estrofa de aquel cántico que decía “Cristo gobierna ya y pronto pasará el viejo orden en Armagedón” (195)? ¿Acaso no se sintió motivado por las palabras: “¿Dice usted: ‘Predicar yo no puedo, expresarme no puedo al hablar’?” (215)? ¿O no se imaginó las bendiciones del paraíso cuando cantaba “Podrás ver la resurrección si fijas allí la visión” (222)? Tampoco podremos olvidar los ratos graciosos que pasamos en la congregación cuando todos se confundían al cantar el estribillo que decía “Si no quieren perecer besen al hijo de Jehová” (168) o la vez en que nadie del Salón pudo cantar el cántico 219 llamado “El trono celestial de Jehová” por ser el cántico más difícil de todo el cancionero en español.
¿Verdad que son momentos que recordaremos siempre? Versos como “Vivimos, morimos para ti; pues tú eres nuestro Dios” (13), “Siendo malos los días sepamos comprar el tiempo de meros placeres” (193), “Jehová y el Cristo son amigos de verdad, Amor con vida eterna dan; podemos bien lograr” (76) y “El control del cuerpo y mente, sí, mostrará nuestro amor y verdad” (191) en algún momento de nuestra vida ejercieron influencia en nosotros, nos motivaron a estar alerta, a acercarnos a Jehová, a luchar contra Satanás y a luchar contra nuestras propias imperfecciones. Sin duda es triste saber que nunca más, en ningún salón del Reino ni en ningún Salón de Asambleas resonarán nuestras voces entonando esos versos.
Sin duda, “Canten Alabanzas a Jehová” fue un gran amigo que nos ayudó a “derramar nuestro corazón” delante de nuestro padre celestial, nos ayudó a alabarlo y a mantenernos limpios o a mantener intacta nuestra esperanza del Nuevo Mundo. Sin embargo, una estrofa de un cántico de ese cancionero también nos recuerda algo: “Mientras seguimos marchando adelante, con la verdad nos refina Jehová. Luz da a su pueblo muy abundante, no precisamos mirar nunca atrás” (cántico 54).
Jehová ha nombrado al “Esclavo fiel y Discreto” para darnos el alimento al tiempo apropiado, y Canten Alabanzas a Jehová ya ha cumplido su propósito. Para nuestro tiempo es necesario “Cantemos a Jehová” por muchas razones, así que ¿cómo reaccionaremos al cambio? ¿Seremos humildes y aceptaremos los grandes cambios que sufrió nuestro cancionero? ¿O nos resentiremos con el “esclavo fiel” por esos cambios?
Aunque es inevitable sentir tristeza, seguro que también será inevitable sentir alegría, seguridad y devoción cuando cantemos por primera vez cánticos como “Jehová te dará fuerzas” (60), “¿Te ves en el nuevo mundo?” y “¡Este es el camino!” (65). No hay duda que Jehová sigue dándonos lo que necesitamos de formas agradables y “Cantemos a Jehová” es prueba de eso. Entonces, ¿le dará usted la importancia que se merecen nuestros cánticos del Reino? Si en su congregación aún se usa “Canten Alabanzas a Jehová”, ¿cantará con todo el corazón cuando, por última vez, cante cada uno de los seis cánticos que nos restan? ¡Jehová se merece alabanza! Nosotros tenemos el privilegio de cantarle, así que, como se dijo en el discurso de presentación del nuevo cancionero: “Sin importar si somos expertos o aprendices… ¡Cantemos a Jehová!”.
¿CÓMO PUEDO CANTAR BIEN?
No importa tanto su voz, sino la condición de su corazón. Jehová no ve si tiene voz de barítono o soprano, sino que le cante de todo corazón y con devoción. Puesto que se requiere devoción, fe y convicción para que Jehová acepte nuestra alabanza es posible que las siguientes recomendaciones le sean útiles:
1. ENTIENDA LA LETRA: Para tal propósito es necesario que al prepararse para la reunión también se prepare con los cánticos. Fíjese en el título y lea la letra y el versículo bíblico cuidadosamente en el que está basado. Cantemos a Jehová trae textos bíblicos auxiliares, léalos también y busque la relación de esos versículos con la letra del cántico. Para Canten Alabanzas a Jehová —que contiene un gran número de simbolismos y profecías— pregúntese, ¿qué significa esto? O ¿por qué se incluye en el cántico? Por ejemplo, ¿podría usted explicar porqué la última estrofa del cántico 195 incluye las palabras: “Entren al templo ya; busquen favor de Jah”? pues bien ¿qué significa entrar al templo de Jehová y cómo podríamos hacerlo los que no somos miembros del “rebaño pequeño”? Para eso es necesario entender qué es el templo de Jehová al que se refiere el cántico. Cuando logre entender todo el cántico estará listo para cantarlo apropiadamente.
2. PIENSE EN CÓMO APLICAR LA LETRA: Ya que ha entendido la letra pregúntese: “¿Cómo debería esto influir en mi?” El cántico 105 (de Canten Alabanzas a Jehová) dice: “De casa en casa vamos, diciendo la verdad, diciendo que ya reina el Hijo de Jehová.”, así que podría preguntarse: ¿Es el Reino mi tema principal de la predicación, o me limito a repartir revistas? Puesto que el cántico también dice: “Al individuo damos atención personal, estímulo al hermano. “¡Al Rey hay que aclamar!” podría preguntarse usted: ¿Realmente doy atención personal a los interesados, es decir, hago revisitas y conduzco estudios bíblicos? ¿Realmente me intereso en mis oyentes? ¿Le doy el lugar que Jesús se merece, o le doy a Jesús menos importancia de la que realmente debería tener? Aunque sabemos que Jehová es mayor que Jesús, nunca olvidemos que solo por medio de Jesús obtenemos la salvación, así que estimulemos al prójimo: “¡Al Rey (Jesús) hay que aclamar!”.
3. ABRA LA BOCA MÁS QUE CUANDO HABLA: Para una mejor articulación de las palabras y un mejor sonido, asegúrese de abrir la boca lo suficiente como para que el sonido salga apropiadamente.
4. ENVÍE EL AIRE AL DIAFRAGMA, NO A SUS PULMONES: Para enviar aire al diafragma haga como que lo envía al estómago y notará como este crece. Respire con la nariz y no con la boca. Párese erguido, nunca se agache para cantar.
5. NUNCA FUERCE SU GARGANTA: Si hay un tono agudo que no le sale es mejor que no fuerce su voz, cante lo más natural posible.
6. NO SE PREOCUPE DEMASIADO POR SU VOZ: No olvidemos que para Jehová nuestra voz no es lo más importante. Notará que si se preocupa mucho por su voz mientras canta, aunque logre afinarse a la perfección, no se preocupará debidamente por el mensaje del cántico, que al final es lo más importante. Preocúpese por su voz moderadamente y dele importancia máxima al mensaje del cántico y cántelo con el sentimiento debido.
¿CON QUÉ SENTIMIENTO DEBO CANTAR ESTOS CÁNTICOS?
91 – Siendo enseñados por Jehová: Para preparar el corazón piense en cómo se ha beneficiado de la educación divina. Al pensar en los problemas de los cuales se ha librado seguramente cantará este cántico con agradecimiento.
87 — La cena del Señor: Este cántico repasa la función de la pascua, a saber, conmemorar la poderosa liberación de los israelitas de Egipto, a la vez que muestra su antitipo, es decir, la liberación que se nos ofrece por medio del sacrificio de Jesús. En vista de esto, este cántico debe cantarse en forma de oración; con agradecimiento, intensidad y sinceridad.
105 — ¡Aclamemos al Primogénito de Jehová!: Nos habla del magnífico ejemplo de humildad de Jesucristo, su amor por su Padre y la recompensa que obtuvo, así como los beneficios que nos reportará su reinado. Cántelo con júbilo y respeto.
171 — La canción de victoria: Nos habla del poder que Jehová demostró con el ejército egipcio en 1513 a.E.C. y cómo lo volvió a demostrar cuando Jesús echó del cielo a Satanás y sus demonios en 1914. Este cántico debe entonarse victorioso, jubiloso y vigoroso.
195 —Este es el día de Jehová: Este cántico trata de lo que el Reino ha hecho desde 1914, lo que hará en el futuro cercano y lo que debemos hacer para beneficiarnos de él. Cántelo con alegría, confianza, seguridad y esperanza.
No importa tanto su voz, sino la condición de su corazón. Jehová no ve si tiene voz de barítono o soprano, sino que le cante de todo corazón y con devoción. Puesto que se requiere devoción, fe y convicción para que Jehová acepte nuestra alabanza es posible que las siguientes recomendaciones le sean útiles:
1. ENTIENDA LA LETRA: Para tal propósito es necesario que al prepararse para la reunión también se prepare con los cánticos. Fíjese en el título y lea la letra y el versículo bíblico cuidadosamente en el que está basado. Cantemos a Jehová trae textos bíblicos auxiliares, léalos también y busque la relación de esos versículos con la letra del cántico. Para Canten Alabanzas a Jehová —que contiene un gran número de simbolismos y profecías— pregúntese, ¿qué significa esto? O ¿por qué se incluye en el cántico? Por ejemplo, ¿podría usted explicar porqué la última estrofa del cántico 195 incluye las palabras: “Entren al templo ya; busquen favor de Jah”? pues bien ¿qué significa entrar al templo de Jehová y cómo podríamos hacerlo los que no somos miembros del “rebaño pequeño”? Para eso es necesario entender qué es el templo de Jehová al que se refiere el cántico. Cuando logre entender todo el cántico estará listo para cantarlo apropiadamente.
2. PIENSE EN CÓMO APLICAR LA LETRA: Ya que ha entendido la letra pregúntese: “¿Cómo debería esto influir en mi?” El cántico 105 (de Canten Alabanzas a Jehová) dice: “De casa en casa vamos, diciendo la verdad, diciendo que ya reina el Hijo de Jehová.”, así que podría preguntarse: ¿Es el Reino mi tema principal de la predicación, o me limito a repartir revistas? Puesto que el cántico también dice: “Al individuo damos atención personal, estímulo al hermano. “¡Al Rey hay que aclamar!” podría preguntarse usted: ¿Realmente doy atención personal a los interesados, es decir, hago revisitas y conduzco estudios bíblicos? ¿Realmente me intereso en mis oyentes? ¿Le doy el lugar que Jesús se merece, o le doy a Jesús menos importancia de la que realmente debería tener? Aunque sabemos que Jehová es mayor que Jesús, nunca olvidemos que solo por medio de Jesús obtenemos la salvación, así que estimulemos al prójimo: “¡Al Rey (Jesús) hay que aclamar!”.
3. ABRA LA BOCA MÁS QUE CUANDO HABLA: Para una mejor articulación de las palabras y un mejor sonido, asegúrese de abrir la boca lo suficiente como para que el sonido salga apropiadamente.
4. ENVÍE EL AIRE AL DIAFRAGMA, NO A SUS PULMONES: Para enviar aire al diafragma haga como que lo envía al estómago y notará como este crece. Respire con la nariz y no con la boca. Párese erguido, nunca se agache para cantar.
5. NUNCA FUERCE SU GARGANTA: Si hay un tono agudo que no le sale es mejor que no fuerce su voz, cante lo más natural posible.
6. NO SE PREOCUPE DEMASIADO POR SU VOZ: No olvidemos que para Jehová nuestra voz no es lo más importante. Notará que si se preocupa mucho por su voz mientras canta, aunque logre afinarse a la perfección, no se preocupará debidamente por el mensaje del cántico, que al final es lo más importante. Preocúpese por su voz moderadamente y dele importancia máxima al mensaje del cántico y cántelo con el sentimiento debido.
¿CON QUÉ SENTIMIENTO DEBO CANTAR ESTOS CÁNTICOS?
91 – Siendo enseñados por Jehová: Para preparar el corazón piense en cómo se ha beneficiado de la educación divina. Al pensar en los problemas de los cuales se ha librado seguramente cantará este cántico con agradecimiento.
87 — La cena del Señor: Este cántico repasa la función de la pascua, a saber, conmemorar la poderosa liberación de los israelitas de Egipto, a la vez que muestra su antitipo, es decir, la liberación que se nos ofrece por medio del sacrificio de Jesús. En vista de esto, este cántico debe cantarse en forma de oración; con agradecimiento, intensidad y sinceridad.
105 — ¡Aclamemos al Primogénito de Jehová!: Nos habla del magnífico ejemplo de humildad de Jesucristo, su amor por su Padre y la recompensa que obtuvo, así como los beneficios que nos reportará su reinado. Cántelo con júbilo y respeto.
171 — La canción de victoria: Nos habla del poder que Jehová demostró con el ejército egipcio en 1513 a.E.C. y cómo lo volvió a demostrar cuando Jesús echó del cielo a Satanás y sus demonios en 1914. Este cántico debe entonarse victorioso, jubiloso y vigoroso.
195 —Este es el día de Jehová: Este cántico trata de lo que el Reino ha hecho desde 1914, lo que hará en el futuro cercano y lo que debemos hacer para beneficiarnos de él. Cántelo con alegría, confianza, seguridad y esperanza.
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