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lunes, 23 de noviembre de 2009

21 de diciembre de 2012… ¿El día señalado para “el fin”?

“La visión es todavía para el tiempo señalado […] No llegará tarde”
— Habacuc 2:3 —

Conforme avanzamos hacia el final de la primera década del siglo XXI ha habido un creciente interés en el año 2012 ¿Por qué? Principalmente por algunas profecías, tanto de los Mayas como de Nostradamus. Los astrólogos y numerológos coinciden en que hay eventos cósmicos —como la alineación del sistema solar con el centro de la galaxia— y un patrón numérico que apunta a la misma fecha señalada por la profecía maya: 21 de diciembre de 2012. Muchos son escépticos a esto, pero muchos otros están preocupados, ahora bien ¿cuál es punto de vista de los cristianos y cómo debe influir en usted los acontecimientos que ocurrirán al pasar los pocos años que quedan?


La Biblia muestra claramente que Jehová ah señalado un día para acabar con la maldad, como bien se muestra en las palabras de Habacuc 2:3. ¿Es ese día señalado el 21 de diciembre de 2012? Es posible, pero improbable ¿Porqué? Es posible porque para Jehová “todas las cosas son posibles” (Mateo 19:26). Pero el que Jehová haya escogido precisamente ese día es muy improbable ¿Por qué? “Porque el Señor Soberano Jehová no hará ni una cosa a no ser que haya revelado su asunto confidencial a sus siervos los profetas” responde Amos 3:7. Él ya ha revelado a “sus siervos los profetas” que llegaría un fin y reveló qué acontecimientos señalarían que el fin está cerca. Sabemos cuáles son esas señales y ya las hemos analizado con detenimiento, pero a sus “siervos los profetas” Jehová nunca ha revelado una fecha para el fin.


El mayor profeta de Jehová, su propio hijo, dijo estas importantes palabras: “Respecto a aquel día y hora nadie sabe, ni los ángeles de los cielos, ni el Hijo, sino solo el Padre”. Pensemos en las tres partes resaltadas en negrita y cursiva: “aquel día”, “nadie sabe” y “ni el hijo, sino solo el Padre”. El que Jesús haya usado las expresiones “aquel día” y “solo el Padre” indica que Jehová efectivamente ha señalado un día específico para traer el fin, pero claramente Jesús dijo que respecto a ese día nadie sabe, ni siquiera él sabía cuando estaba aquí en la tierra*. Si en el año 33 E.C. ni siquiera el propio hijo de Dios sabía cuándo vendría el fin, ¿cómo iban a saberlo personas cuyo auge de su período formativo fue unos 450 años antes que Jesús viniera a la tierra y ni siquiera adoraban al padre de Jesús? Eso es simplemente ilógico.


¿Qué hay de las predicciones de Nostradamus? Claramente no contaban con la aprobación de Jehová, dado que Nostradamus, en su intento de predecir el futuro se vio envuelto en horóscopos, astrología y conjuros de ritos paganos, cosas que la Biblia claramente condena y que son detestables a Jehová como bien muestra Deuteronomio 18:10-12, Revelación 21:8 y 22:15. Así que ni los mayas ni Nostradamus ni los astrólogos y numerológos actuales son los profetas de Jehová, de modo que sus predicciones —que van en contradicción clara de las palabras de Jesús— no provienen de Jehová.


Aunque es posible que algunas profecías de Nostradamus en verdad se hayan cumplido es algo que no debería extrañarnos pues Jehová muestra en Deuteronomio 13:1-4 que en efecto puede haber profetas cuyas predicciones se cumplan, pero cuando van en contra del propósito de Jehová son profetas que no fueron enviados por Dios.


El que la Biblia indique claramente que nadie sabe el día específico en que vendrá el fin, salvo el Padre, nos deja claro que no deberíamos creer que el 21 de diciembre de 2012 vendrá el fin. De hecho, tomamos en serio las señales de Jesús que indican que vivimos en la conclusión del sistema de cosas, que entre otras cosas incluye “Muchos vendrán sobre la base de mi nombre, y dirán: […] ‘El debido tiempo se ha acercado’. No vayan en pos de ellos” (Lucas 21:8). Nosotros no nos dejaremos engañar por estos falsos profetas y no nos atemorizamos al avanzar los días hacia esa fecha “señalada”.


El hecho de que muchas señales indiquen al 21 de diciembre de 2012 debe recordarnos a los eventos previos a octubre de 1914. Por varias décadas los testigos de Jehová habían predicho que los “tiempos de los gentiles” terminarían en octubre de 1914, pero justo antes de ese grandioso e importantísimo acontecimiento, Satanás, quien estaba listo para tratar de “devorar” al naciente Reino de Dios, hizo estallar la I Guerra Mundial ¿con qué propósito? Con el propósito de cegar a las naciones a los acontecimientos verdaderamente importantes, a saber, el fin de los “tiempos de los gentiles” y la entronización de Jesucristo como Rey del Reino mesiánico. (Revelación 12:1-5; Lucas 21:24 Reina-Valera).


Satanás, dando sus “patadas de ahogado”, sigue tratando de extraviar a las naciones y cegarlas a la voluntad de Dios. Está intentando distraer la atención de todos, de ser posible, de extraviar a “los escogidos” de Dios de los acontecimientos verdaderamente importantes y reales ¡No caigamos ante sus trampas! (Mateo 24:24).


Aún así tenemos claro que el fin se ha acercado. Todas las señales dadas por Jesús — lo que incluye falsos Cristos y Falsos profetas — se ven claramente. Los científicos saben con certeza que si la humanidad no cambia su trato a la tierra, a esta no le quedan muchos años de supervivencia, y sabemos que las masas humanas dominadas por Satanás no piensan cambiar sus hábitos. El hecho de que la raza humana en realidad corra peligro debido al arruinamiento de la tierra nos indica de que no le quedan muchos años a este sistema de cosas, pues el fin vendrá antes de que los humanos se destruyan a sí mismos (Revelación 11:18). Ciertamente no le quedan muchos años a este sistema moribundo.


Las “convulsiones” que está dando este sistema anuncian su próxima muerte, y ¿qué estaremos haciendo nosotros cuando por fin venga su destrucción? Debemos estar alerta. No deberíamos pensar que este sistema durará varios años más. Desde octubre de 1914 hasta ahora han pasado 95 años con dos meses ¡este sistema lleva viviendo en sus últimos días 95 años! ¿Cuánto más durará? La situación mundial está a su tope, ¿qué no hemos visto ya? Hemos visto terribles guerras como la I y II Guerra Mundial, vemos grandes escaseces de alimento en África e incluso en países centroamericanos como Guatemala, vemos a diario noticias escandalosas como parricidios, mujeres descuartizadas, niños abusados por miembros del clero y mucho más ¿aguantará este sistema 50 años más? ¿Aguantará usted mismo vivir en estas condiciones deplorables siquiera 20 años más?


Debemos imitar la actitud vigilante que Habacuc debió mostrar cuando Jehová le dirigió estas palabras: “Pues la visión se realizará en el tiempo señalado; marcha hacia su cumplimiento, y no dejará de cumplirse. Aunque parezca tardar, espérala; porque sin falta vendrá” (Habacuc 2:3 Nueva Versión Internacional). Aunque esta visión se ha “tardado” 95 años debemos esperar su glorioso cumplimento pues sin falta se realizará.


Estemos resueltos, por tanto, a seguir vigilantes a medida que los eventos avanzan hacia su glorioso cumplimiento. Sí, “el tiempo que queda está reducido” y aunque no sabemos ni el día ni la hora nos mantendremos alerta hasta que con ojos radiantes veamos la gran vindicación de la soberanía de Jehová cuando traiga ruina a todos los que “están arruinando la tierra”.


*NOTA: Es cierto que Jesús dijo que ni él sabía ni el día ni la hora en que vendrá el fin. Aún así es muy lógico creer que Jesús actualmente sí sabe el “día y la hora”, ¿porqué llegamos a esa conclusión? Porque en Revelación 6:2 se muestra a Jesús sentado en un caballo blanco avanzado, venciendo a sus enemigos y su cabalgar terminará al “completar su victoria”, es decir, al vencer a los enemigos de su padre en Armagedón (Revelación capítulo 19). Jesús empezó ese cabalgar en octubre de 1914 y si se le ha concedido el privilegio de vencer en el nombre de Dios y de “completar su victoria” en Armagedón es lógico que él, posiblemente desde 1914, esté enterado del día en que completará su victoria. (Véase La Atalaya del 1 de octubre de 1996, página 31, Preguntas de los Lectores).

sábado, 7 de noviembre de 2009

“Entonces aparecerá en el cielo la señal del Hijo del Hombre”

“Y entonces verán al Hijo del hombre viniendo en una nube con poder y gran gloria.”
— Lucas 21:27 —

Desde antes de 1914 los que son conocidos ahora como testigos de Jehová han estado proclamando que al fin ha llegado el tiempo señalado para la destrucción de este sistema de cosas. A lo largo de los años, la “luz” se ha hecho más brillante y hemos entendido —progresivamente— con mucha claridad lo que podemos esperar que pase en breve. A continuación analizamos algunas de las profecías más sobresalientes que se cumplirán durante la “Gran Tribulación” predicha por Jesús.

“Los diez cuernos […] odiarán a la ramera” — Revelación 17:16: Este gran acontecimiento será el que nos dirá que ha empezado la Gran Tribulación. Recordemos que la “ramera” es “Babilonia la Grande”, el imperio mundial de religión falsa. Revelación 17:16 indica que la “bestia salvaje” (la ONU) y los “diez cuernos” (todo el resto del sistema político) odiarán a la ramera y la destruirán. ¿Por qué se volverán en contra de su amante religiosa? “Porque Dios puso en sus corazones llevar a cabo Su pensamiento” (Revelación 17:17). Al fin habrá llegado el tiempo para que Jehová limpie su nombre al eliminar a esa organización religiosa que hipócritamente dice representarlo. El que la ONU haya de tener parte en la destrucción de Babilonia la Grande y de la Cristiandad fue predicho por Jesús en Mateo 24:15 al decir que la “cosa repugnante que causa desolación” (la ONU) se pondrá de pie en el “lugar santo” (la Cristiandad apóstata). Seguramente el sistema político lanzará un ataque en contra de todas las religiones del mundo, lo que incluirá a los testigos fieles de Jehová. Seguramente el sistema político confiscará propiedades de la religión falsa, bienes inmuebles como Iglesias y monasterios. También podríamos esperar el aprisionamiento o asesinato de miembros del clero. Aunque algunos clérigos morirán hasta Armagedón, durante esta primera fase de la “Gran Tribulación” la religión falsa, como institución, será completamente destruida.

“Y los reyes […] se golpearán en desconsuelo” — Revelación 18:9: En una fase intermedia entre la primera y la segunda etapa de la Gran Tribulación los reyes de las naciones, después de haber acabado ellos mismos con la religión falsa, tendrán tiempo de lamentarse por la destrucción de esa prostituta religiosa, pero, ¿no es esto contradictorio? No, recordemos que según Revelación 17:17 el destruir a Babilonia es un pensamiento de Dios, no de los gobiernos en sí mismos. Algo similar aconteció con el Faraón de Egipto del tiempo de Moisés. Por mucho tiempo Jehová permitió que su corazón fuera duro y no dejara enviar a Israel, pero tras la décima plaga el Faraón envió a Israel. Después de haberlos enviado volvió a cambiar de opinión y decidió perseguir al pueblo de Jehová, lo que lo llevó a su propia muerte, ¿no es esto prueba que los gobernantes pueden ser indecisos, con más razón aún, cuando Jehová dirige los asuntos? (Éxodo capítulos 5 a 14). De modo que verán que al fin de todo, la religión le era útil mientras se prostituía con ellos. Lo mismo pasará con los comerciantes viajeros, quienes también se lamentarán. Cuando desaparezca Babilonia con sus festividades navideñas, de cumpleaños, Semana Santa, Ferias patronales, visitas papales, etc. ¿quién comprará sus productos? Nadie (Revelación 18:11-17). Sin duda, la desaparición de esta gran ramera conmocionará al mundo.

“El sol será oscurecido y la luna no dará su luz” — Mateo 24:29: Inmediatamente después de esta destrucción de Babilonia la Grande, “el sol será oscurecido, y la luna no dará su luz, y las estrellas caerán del cielo, y los poderes de los cielos serán sacudidos”. Todas las personas prominentes del mundo religioso, que “iluminaban” a las naciones, como el Dalai-Lama, el Papa, y los distintos “pastores” prominentes de las iglesias de la cristiandad habrán dejado de “brillar”. En ese sentido, el “sol será oscurecido”. Sin embargo, podríamos esperar también otro cumplimiento de esta profecía. El historiador judío Flavio Josefo comentó que de forma literal hubo fenómenos sobrenaturales durante el tiempo que nosotros conocemos como la “Gran Tribulación” de Jerusalén (66 a 70 a.E.C.). De modo que podríamos esperar que de forma literal haya fenómenos celestiales.

“Los hombres se desmayan por el temor y la expectación” —Lucas 21:26: ¿Se imagina usted la conmoción que reinará entonces? El mundo habrá llegado a su final. Las potencias políticas estarán lamentándose por su acción contra la religión falsa, y las naciones religiosas estarán pasmadas al ver que sus dioses no pudieron protegerlas ¿y los testigos cristianos de Jehová? “Pero al comenzar a suceder estas cosas, levántense erguidos y alcen la cabeza, porque su liberación se acerca” dijo Jesús (Lucas 21:28). Sí, al ver el desenvolvimiento de los asuntos ¡sabremos que nuestra liberación se acerca! No habrá motivos para temer. Pero para alcanzar esa liberación tendremos que pasar por una última prueba.

“Gog [vendrá] sobre el suelo de Israel” — Ezequiel 38:18: Sin duda alguna, cuando Babilonia la Grande sea destruida los testigos también seremos atacados por los “diez cuernos”, pero seremos el único grupo religioso que sobrevivirá a ese ataque. Pero, ¿no nos afectará de forma positiva el que las naciones se lamenten por la desaparición de la religión falsa? No, y por este motivo: Los testigos de Jehová somos obedientes a las leyes estatales y pagamos impuestos a la vez que ‘damos honra’ a los gobernantes (Romanos capítulo 13). Pero a diferencia de Babilonia la Grande, ‘no somos parte del mundo’, de modo que no nos “prostituimos” con los políticos como lo ha hecho la adúltera y repugnante religión falsa (Juan 17:16; Santiago 4:4; Revelación 17:2, 5). Así que los gobiernos políticos no tomarán en consideración que los testigos somos fieles observantes de las leyes, simplemente no les seremos útiles para sus propósitos mundanos, así que pareceremos un blanco fácil. ¿Cómo? Así como Jehová puso en los pensamientos de ellos destruir a la religión falsa, Satanás el diablo pondrá en el corazón de ellos acabar con los testigos de Jehová. Satanás es el Gog predicho en los capítulos 38 y 39 de Ezequiel. Magog es, según la profecía, la tierra de donde viene Gog, de modo que Magog debe representar la tierra a la cual fue confinado Gog en 1914 (Ezequiel 38:2; Revelación 12:9, 12). Gog, es decir, Satanás, estará furioso contra el pueblo de Dios, pero, ¿por qué? Sabemos que los ungidos han sido el centro del ataque de Satanás desde 1914 (Revelación 12:17), pero en esta ocasión, guerreará contra todo el pueblo de Jehová, contra los ungidos y contra las “otras ovejas” por igual, pues estará furioso por que somos un pueblo que mora en seguridad y prosperidad (Ezequiel 38:10-12). Para hacer esta supuesta destrucción Satanás usará a las potencias políticas (Ezequiel 38:5). Podemos estar seguros de que esto será pronto, pues el pueblo de Jehová ahora está en esa condición de prosperidad espiritual. Desde 1919 han estado libres de Babilonia la Grande, y durante esos 90 años hemos progresado mucho en sentido espiritual; hemos llegado a comprender con claridad cuándo se hace la separación de las “ovejas” y las “cabras” que mencionó Jesús en Mateo 25. También sabemos con exactitud cuál es la “Generación” de Mateo 24:34, hemos entendido la forma de mantener pura la congregación mediante la expulsión, se ha comprendido prácticamente, todo el libro de Revelación y el mismo hecho de que en 2010 empecemos a usar el nuevo cancionero llamado “Cantemos a Jehová” es prueba de que la luz se ha hecho más brillante al grado de modificar o quitar canciones que actualmente usamos en las reuniones (Proverbios 4:18) Sin duda, este progreso espiritual tiene sumamente furioso a Satanás y esta furia será desatada en este ataque final en contra del pueblo de Dios, ¡pero le aguarda una gran sorpresa!

“¡Ha acontecido!” — Revelación 16:17: Siete “tazones” contienen la cólera de Jehová. Ese derramar de la cólera de Jehová se inició hace décadas al proclamarse los juicios de Jehová por medio de sus testigos terrestres (Revelación capítulo 16). Al consumarse la ejecución de estos juicios Jehová mismo declara “¡Ha acontecido!”. La “gran ciudad”, Babilonia la Grande habrá sido desolada y los gobernantes políticos estarán lamentándose por su destrucción. De pronto verán a los testigos de Jehová “morando en seguridad” y desearán desolarlos y los atacarán. Pero Jehová no permitirá el exterminio de su pueblo. La profecía dice: “Y en aquel día, el día en que Gog venga sobre el suelo de Israel, tiene que ocurrir —es la expresión del Señor Soberano Jehová— que mi furia subirá a mi nariz” (Ezequiel 38:18). Ahora Jehová dice cómo destruirá a los malvados: “Y ciertamente llamaré contra él por toda mi región montañosa una espada —es la expresión del Señor Soberano Jehová—. Contra su propio hermano la espada de cada uno llegará a estar” (Ezequiel 38:21). Sí, los agentes terrestres de Satanás entrarán en confusión ¡se matarán unos a otros! Pero esto no es todo, pues Jehová continúa declarando: “Y ciertamente me pondré en juicio con él, con peste y con sangre; y un aguacero inundante y piedras de granizo, fuego y azufre haré llover sobre él y sobre sus partidas y sobre los muchos pueblos que estarán con él” (versículo 22). Jehová tiene a su disposición todos los elementos naturales a fin de destruir a los malvados. En el pasado ya destruyó a personas inicuas usando agua, fuego y azufre y a sus poderosos ángeles. De nuevo Jehová dice que usará “aguacero inundante”, “piedras de granizo” y “fuego y azufre”. En Revelación 16:21 dice que Jehová usará un granizo tan grande que sus piedras pesarán un talento cada una (unas 45 libras de peso). Quizás este granizo represente los fuertes mensajes que proclamaremos durante la gran tribulación, aunque es casi seguro que ese granizo se usará de forma literal en la obra destructora de Jehová (Compare con Job 38:22, 23). Las personas que no mueran por estos fenómenos naturales alterados morirán de una forma horrorosa: “Habrá el pudrirse de la carne de uno, mientras uno está parado sobre sus pies; y los ojos mismos de uno se pudrirán en sus cuencas, y la lengua misma de uno se pudrirá en la boca de uno.” (Zacarías 14:12). En el pasado Jehová hizo que el rey Herodes Agripa I fuera muerto agusanado por mano del ángel de Jehová (Hechos 12:20-25), de modo que no debería extrañarnos que Jehová matara a sus enemigos terrestres haciendo que su carne, sus ojos y su lengua se pudran mientras aún están vivos. Aquella matanza será realmente grande pues la Biblia dice que los muertos por Jehová estarán regados desde un extremo de la tierra hasta el otro extremo de la tierra y que llegarán a ser como estiércol sobre el suelo (Jeremías 25:33; Revelación 19:17). Todo resto del sistema político será destruido, pues gráficamente la Biblia describe cómo Jesús prende a la Bestia Salvaje (el entero sistema político) y al falso profeta (la ONU) y los lanza en el lago de fuego, es decir, serán destruidos para siempre (Revelación 19:20). Mientras tanto, llega el momento para que Satanás mismo sea humillado. Jesús, en su papel de ángel del abismo, vendrá y prenderá a Satanás y lo echará en un abismo de inactividad durante mil años (Revelación 20:1-3). ¡Por fin habrá acabado la rebelión contra Jehová!

Todo el malvado sistema de cosas actual habrá llegado a su fin, y esa “gran tribulación” que tanto hemos predicho ¡por fin habrá llegado! No debemos olvidar que las pruebas nos dicen que esa “gran tribulación” está muy cerca, así que debemos hacer caso a las palabras de Jesús: “Manténganse alerta” (Marcos 13:35). Sin duda, mientras nos acercamos a ese fin violento del sistema de cosas nos enfrentaremos a oposición y burla, pues tanto los opositores como los apóstatas dicen: “¿Dónde está esa prometida presencia de él?” (2 Pedro 3:4). Sin embargo, se les escapa el hecho de que Jehová ya destruyó un mundo de gente rebelde e incrédula como ellos, y lo volverá a hacer. Desde 1914 Jesús ha estado presente como Rey y pronto vendrá con sus poderosos ángeles. En ese momento se vindicará la soberanía de Jehová y la veracidad de su “Esclavo Fiel y Discreto”, pues cuando llegue el “gran día de Jehová” las naciones ciertamente sabrán ‘que hubo un profeta en medio de ellos’ (Ezequiel 2:5), así que todos aquellos que se burlaron de nuestra predicación tendrán que reconocer humillados que teníamos razón. Más importante que eso es que la soberanía de Jehová quedará vindicada. Todas aquellas personas que niegan la existencia de Dios serán humilladas, y todas las personas que falsamente dicen representarlo ciertamente conocerán al verdadero Jehová. Así que por fin veremos cumplidas las promesas de Jehová. Si seguimos alerta podremos ver con ojos radiantes ese día inspirador de temor y glorioso cuando Jehová cumpla sus palabras: “Y ciertamente me engrandeceré y me santificaré y me daré a conocer delante de los ojos de muchas naciones; y tendrán que saber que yo soy Jehová” (Ezequiel 38:23).

jueves, 29 de octubre de 2009

PROFECÍAS: “LAS PALABRAS QUEDAN SECRETAS […] HASTA EL TIEMPO DEL FIN”

“Porque las palabras quedan secretas y selladas hasta el tiempo de[l] fin.” - (Daniel 12:9)

Desde que terminaron los “tiempos de los gentiles” en 1914 ha empezado el “día del Señor”, y durante este “día” hay innumerables profecías que se han cumplido en el pueblo de Dios, y muchas otras en el mundo indicando así que estamos en “el tiempo del fin”. En esta entrada veremos algunas de estas profecías y cómo se han cumplido.

1914: “Se levantará nación contra nación” (Mateo 24:7): Julio-Agosto de 1914. Se inicia la I Guerra Mundial, siendo esta la primera profecía de los “últimos días” en cumplirse. Esta guerra fue, sin duda, un intento de Satanás por distraer a las personas del acontecimiento más importante del Siglo: La Coronación de Cristo como Rey (Revelación 12:1-4).
1914: “¡Ahora [ha] acontecido […] el reino de nuestro Dios!” (Revelación 12:10): Octubre de 1914. Alrededor del 4/5 de octubre de 1914 terminaron los siete tiempos de la profecía de Daniel 4, y así terminaron los “tiempos señalados de las naciones”. En este año se cumplió también la profecía del capítulo 7 de Daniel, en donde se muestra a Jesús, “aquel que tiene derecho legal” al trono, siendo coronado como Rey del Reino Mesiánico (Ezequiel 21:27). Como consecuencia de esta entronización, Jesús expulsa a Satanás y sus demonios del cielo y empieza la peor época de la historia humana (Revelación 12:12).
1918: “Vendrá a su templo el Señor” (Malaquías 3:1): Abril-Mayo de 1918. En 1918 vino Jehová con su “mensajero del pacto”, Jesús, a juzgar ‘su casa’, es decir, juzgar a aquellos que decían adorarlo (1 Pedro 4:17). Ya que solo los testigos cristianos de Jehová ungidos estaban tratando de librarse de las falsedades religiosas quedó claro que ellos componían la clase del “Esclavo Fiel y Discreto”, de modo que en la primavera de 1918 se le nombró sobre ‘todos los bienes del amo’ (Mateo 24:45-47).
1918: “Feliz y santo es cualquiera que tiene parte en la primera resurrección” (Revelación 20:6): Abril-Mayo de 1918. Poco tiempo después de empezar la presencia de Cristo llega el tiempo de levantar a los que se “durmieron” en la muerte. Ya que no se menciona a los ungidos resucitados peleando con Jesús en contra de Satanás y sus demonios después de la instauración del Reino, pero sí se les menciona peleando en Armagedón, es correcto decir que la “primera resurrección” no empezó antes de 1914, tiene que empezar entre octubre 1914 y Armagedón. Pero es seguro que para 1935, al revelar la identidad de la “Gran Muchedumbre” se usó a un ungido resucitado, uno de los “24 ancianos”, de modo que tuvo que haber empezado entre 1914 y 1935. Probablemente el bautismo, muerte y resurrección de Jesús sean un modelo profético. Desde el bautismo como ungido para ser Rey del Reino Mesiánico, hasta su resurrección como espíritu ocurrieron 3 años y medio. Siguiendo esta regla, desde octubre de 1914, año en que Jesús fue coronado como Rey del Reino Mesiánico, hasta abril/mayo de 1918 van 3 años y medio. Es razonable creer que en la primavera de 1918 haya empezado la primera resurrección (1 Tesalonicenses 4:14-17; Revelación 12:7 compárese conRevelación 17:14; Revelación 7:9-14, 6:9-11).
1919: “¡Ha caído! ¡Babilonia la Grande ha caído [!]” (Revelación 14:8): En cumplimiento fiel de la profecía, Babilonia la Grande cayó en 1919 lo que significó para el pequeño grupo de los ungidos una liberación de ella y sus doctrinas falsas.
1922: “Y vi […] siete ángeles con siete plagas” (Revelación 15-16): A partir de 1922 se empezaron a derramar los siete tazones de la cólera de Jehová. Septiembre de 1922 es una fecha importante en la profecía bíblica. Mediante un ángel Jehová dijo que habría 1290 días que pasarían desde que se removiera el “rasgo constante” (la predicación organizada y continua) y apareciera la “cosa repugnante” (la Liga de Naciones). El 17 del mes lunar Sebat de 1919 (correspondiente al 18 de Enero de 1919) apareció la “cosa repugnante” y para esa fecha los directores de la Sociedad Watch Tower estaban en prisión, siendo así, removido el “rasgo constante”. Contando 1290 días desde el 17 de Sebat de 1919 llegamos al 16 de Elul de 1922, es decir, el 9 de Septiembre de 1922, día en que terminarían los 1290 días. Terminados los 1290 días se empezó a derramar el primer tazón de la cólera de Jehová. El día 10 de septiembre de 1922 se presentó la resolución “Una Proclamación”, la primera de las siete que proclamaron por toda la tierra el derramamiento de los tazones de la cólera de Jehová.
1935: “Y me dijo: ‘Estos son los que salen de la Gran Tribulación’” (Revelación 7:14): Antes de 1935 se creía que la “Gran Muchedumbre” de Revelación 7:9 eran una clase celestial secundaria, pero en 1935 fue revelado a la clase Juan, seguramente por un miembro del resto ungido ya resucitado —uno de los “veinticuatro ancianos”— que esta “Gran Muchedumbre” son las personas que “Salen de la Gran Tribulación” y viven en un paraíso aquí en la tierra. En 1935 se entendió que esta “Gran Muchedumbre” es lo mismo que el grupo de las “Otras Ovejas” de Juan 10:16.
1944: “[El] lugar santo ciertamente será llevado a su condición correcta” (Daniel 8:14: Antes de que el “lugar santo” fuera puesto en su “condición correcta” pasarían 2300 días. Estos 2300 días empezarían a contarse, ya sea desde el 1 de junio de 1938 o el 15 de junio. Así que contando 2300 días desde el 1 de junio, y basándonos en el calendario judío, llegamos al 8 o 22 de octubre de 1944. A principios de octubre de 1944 se enmendaros algunos estatutos de la Watch Tower Bible and Tract Society, hecho importante en la era moderna de los testigos de Jehová y que aconteció al finalizar los 2300 días.
1945: “La bestia salvaje que viste […] está para ascender del abismo” (Revelación 17:8): Esta “bestia salvaje” es lo mismo que la “cosa repugnante” que mencionó Daniel: la ONU, anteriormente llamada Liga de Naciones. Esta “bestia” fue “hecha” en 1919 y fue puesta en el escenario mundial en 1920 como la “Liga de Naciones” (Revelación 13:14). Sin embargo, en Revelación 17:8 se dice que esta bestia salvaje “era pero no es” y que “está para ascender del abismo”. Esta bestia “era” desde 1919 hasta 1939. En 1939 entró en el “abismo”, es decir, se hizo inactiva, pero ascendió del abismo en 1945 cuando apareció con la forma de la Organización de las Naciones Unidas.

Estos son algunos pocos rasgos importantes que han acontecido durante los pasados 96 años, desde que el “día del señor” empezó en 1914. Todas las profecías que se han cumplido en el pequeño grupo de los “ungidos” nos da plena confianza en que ellos son el “esclavo fiel y discreto” en estos tiempos, y además, nos da más confianza en la promesa de Jehová de traer en breve el reinado milenario de Cristo. Aún así, aún faltan cosas por verse. El inicio de la “Gran Tribulación” marcará que al fin ha llegado el fin de este sistema, ¿qué acontecerá entonces? ¿Cómo le afectará a usted esta “Gran Tribulación” y sus acontecimientos? ¿Qué deberíamos esperar? Si bien es cierto que no podemos saber con certeza mucha de la información, la Biblia sí nos dice qué acontecerá, y nos dará una idea de lo que deberíamos esperar durante la época más crítica de la historia humana. La siguiente entrada del Blog, titulada “Aparecerá en el cielo la señal del Hijo del Hombre” tratará este asunto.