lunes, 30 de noviembre de 2009

VIVIR CRISTIANO: ¿ES NECESARIO CONFESAR LOS PECADOS A LOS ANCIANOS?

LES ANIMAMOS ENCARECIDAMENTE A LEER UNA ENTRADA ACTUALIZADA SOBRE ESTE TEMA, EN EL VÍNCULO QUE ENCONTRARÁN A CONTINUACIÓN:

http://jomaixtj.blogspot.com/2013/02/la-confesion-quien.html

“Haré confesión acerca de mis transgresiones a Jehová”
— Salmo 32:5 —


En cierto momento de nuestra vida, la mayoría experimentamos momentos de debilidad espiritual y moral. Estando nuestra espiritualidad débil corremos alto riesgo de cometer pecados graves. Nos rodea el degradante espíritu del mundo y si nos descuidamos, nos infectará. Los programas de la TV presentan la violencia como algo emocionante, las relaciones sexuales prematrimoniales y la borrachera como algo normal y hasta el estilo de vida gay como algo totalmente aceptable. Por esa razón es posible que nuestra conciencia empiece a acostumbrarse a tales situaciones y empecemos a tolerar tales prácticas condenadas por la Biblia. Si seguimos tolerando tal conducta es posible que después pasemos a aceptarla, y tras aceptarla nada impedirá que la practiquemos. Si eso nos ha sucedido, ¿qué debemos hacer? Tras cometer un pecado grave muchos tratan de encubrirlo.

La Biblia relata cómo el Rey David trató de encubrir pecados graves. Dejó que sus ojos alimentaran su deseo de tener relaciones sexuales con Bat-Seba, así que mandó traerla y se acostó con ella. Cuando supo que ella estaba embarazada trató de ocultarlo intentando que el esposo de Bat-seba, Urías, se acostara con ella. Como no lo logró hizo que Urías muriera en el campo de batalla. En este caso vemos al menos dos pecados graves: Adulterio y Asesinato (2 Samuel capítulo 11).

Por supuesto que como ser humano imperfecto David quiso ocultar su pecado, pero tal plan no funcionó pues Jehová usó a su profeta Natán para desenmascarar a David. Natán logró que David se arrepintiera, de modo que hizo lo que expresó en el Salmo 32:5, confesar su pecado a Jehová. Jehová lo perdonó y le permitió seguir viviendo, aunque no lo libró de las malas consecuencias de su proceder.

En la actualidad pueden surgir situaciones similares. Es posible que alguien de buen corazón y que ame a Jehová deje que su espiritualidad se debilite, de modo que llegue a cometer un pecado grave. Al pasar el tiempo es probable que su conciencia lo empiece a condenar, ¿qué debe hacer? Primero que nada, debe arrepentirse, no por las consecuencias que le trae su pecado, sino por haberle fallado a Jehová. Luego debe confesar su pecado a Jehová, pero, ¿es suficiente? No, pero quizás se engañe pensando que Jehová lo perdonará aún si no lo confiesa a los ancianos. Analicemos si es realmente necesario que confesemos nuestro pecado a los ancianos de la congregación.
En el caso de David podemos notar que Jehová no habló directamente con David sobre el asunto, usó al profeta Natán, un ser humano de imperfecto al igual que David. En el tiempo de la nación de Israel Jehová se comunicaba directamente con Moisés sobre asuntos importantes, pero, ¿qué sucedía cuando se acusaba a alguien de cometer un pecado grave? De nuevo se usaba a seres humanos imperfectos para determinar el asunto; eran los jueces los que tenían que “escudriñar cabalmente” el asunto. Aunque era una época en que Jehová sí hablaba directamente con los humanos, en estos casos Jehová, aunque de seguro guiaba con su espíritu a los Jueces, no les hablaba directamente para tomar las decisiones (Deuteronomio 19:15-21). Esto demuestra que Jehová, desde que estableció su adoración organizada en la tierra ha usado humanos imperfectos a quienes guía con su espíritu para tratar estos casos.

¿Han cambiado los asuntos en la congregación Cristiana? No mucho. El discípulo Santiago escribió: “¿Hay alguno enfermo entre ustedes? Que llame a [sí] a los ancianos de la congregación” (Santiago 5:14). ¿A que se refería el discípulo Santiago? Está claro que se refería a enfermedad espiritual, ¿cómo lo sabemos? En el versículo 13 el discípulo contrasta el que alguien esté sufriendo mal con el contentamiento, así que el contexto muestra que el discípulo habla de un estado psicológico. Por otra parte, el discípulo Santiago dice que si alguien está enfermo que llame a los ancianos, no dijo que llamara a los hermanos que tuvieran el don de la curación, y recordemos que en 1 Corintios 14:5 se da indicios de que no todos tenían todos los dones del espíritu pues allí se señala que algunos disfrutaban del don de lenguas y otros del don de la profecía, así que no por ser anciano alguien automáticamente adquiría los dones del espíritu, incluyendo el don de hablar en lenguas, el don de profetizar o el don de la curación milagrosa. No dijo tampoco que llamara a los médicos. Esto nos indica otra vez que se refería a una enfermedad espiritual, abatimiento por haber cometido un pecado pues relacionó el llamar a los ancianos con ‘confesar abiertamente los pecados’ y con recibir sanación (versículo 16). Esto nos lleva a la conclusión de que el discípulo no se refería a una enfermedad espiritual. Y es que cuando cometemos un pecado grave nos hallamos gravemente en un estado de enfermedad espiritual. Cuando el que comete un pecado grave de verdad ama a Jehová, siente pesar por haber fallado. Sin duda se identifica con los sentimientos del Salmista quien dijo: “Cuando me quedé callado, se me gastaron los huesos por mi gemir todo el día” (Salmo 32:3). ¿Qué hacer en esos casos?

Puede que alguien piense que lo que dijo el Salmista en el Salmo 32:5 es suficiente, a saber, confesar el pecado a Jehová. Escudándose en que esto es suficiente, posiblemente el pecador se niegue a ‘llamar a los ancianos’ y ‘confesar abiertamente su pecado’; esta actitud no necesariamente indica que el pecador no está arrepentido de corazón, pues pudiera ser que evitara hablar de eso con los ancianos debido a la misma vergüenza que siente por su penosa situación, quizás tampoco quiere correr el riesgo de ser expulsado de la congregación, o en algún caso en donde se envuelve el orgullo, es posible que no hable con los ancianos por que no quiere perder sus privilegios. Quizás piense que con haberse arrepentido y pedido perdón a Jehová en oración es suficiente, pero ¡no debemos engañarnos con ese razonamiento falso!

Notemos algo muy interesante en Santiago 5:14, 15, pues el discípulo relaciona el llamar a los ancianos con recibir perdón de pecados. Esto bien nos puede indicar de que esnecesario llamar a los ancianos para obtener perdón de Jehová. De modo que no es suficiente solo con pedir perdón a Jehová, hay que llamar a los ancianos y la ‘oración de ellos’, posiblemente oración hecha en un comité judicial, nos “sanará”, y así obtendremos el perdón de Jehová. Además de eso los ancianos nos darán consejos que nos ayuden a seguir fuertes en sentido espiritual y resueltos a no volver a pecar. Esto se evidencia por las palabras del discípulo Santiago cuando dice “que ellos [los ancianos] oren sobre él, untándo[lo] con aceite en el nombre de Jehová” (Versículo 14). ¿A qué se refería Santiago? Entendemos mejor estas palabras cuando leemos el Salmo 141:5 que dice: “Si me golpeara el justo, sería una bondad amorosa; y si me censurara, sería aceite sobre la cabeza, que mi cabeza no querría rehusar.”. De modo que la censura que los ancianos nos darán, así como sus amorosos consejos son ese “aceite” que mencionó Santiago y que contribuirán a nuestra curación espiritual.

Lo más sensato es pedir la ayuda de los ancianos; no debemos temer ser expulsados si no hemos convertido el pecado en una práctica o si estamos sinceramente arrepentidos, pues se expulsa únicamente a los que practican el pecado y los que no se han arrepentido. Además, sin la confesión será imposible obtener el perdón de Jehová. Ahora bien, sabemos qué hay que hacer cuando cometemos pecados graves, pero, ¿qué haremos cuando nos enteramos de un pecado grave que ha cometido otromiembro de la congregación? ¿Qué acciones tomará la congregación ante una acusación de ese tipo? La Biblia dice qué hay que hacer y de eso trataremos en la siguiente semana.

lunes, 23 de noviembre de 2009

21 de diciembre de 2012… ¿El día señalado para “el fin”?

“La visión es todavía para el tiempo señalado […] No llegará tarde”
— Habacuc 2:3 —

Conforme avanzamos hacia el final de la primera década del siglo XXI ha habido un creciente interés en el año 2012 ¿Por qué? Principalmente por algunas profecías, tanto de los Mayas como de Nostradamus. Los astrólogos y numerológos coinciden en que hay eventos cósmicos —como la alineación del sistema solar con el centro de la galaxia— y un patrón numérico que apunta a la misma fecha señalada por la profecía maya: 21 de diciembre de 2012. Muchos son escépticos a esto, pero muchos otros están preocupados, ahora bien ¿cuál es punto de vista de los cristianos y cómo debe influir en usted los acontecimientos que ocurrirán al pasar los pocos años que quedan?


La Biblia muestra claramente que Jehová ah señalado un día para acabar con la maldad, como bien se muestra en las palabras de Habacuc 2:3. ¿Es ese día señalado el 21 de diciembre de 2012? Es posible, pero improbable ¿Porqué? Es posible porque para Jehová “todas las cosas son posibles” (Mateo 19:26). Pero el que Jehová haya escogido precisamente ese día es muy improbable ¿Por qué? “Porque el Señor Soberano Jehová no hará ni una cosa a no ser que haya revelado su asunto confidencial a sus siervos los profetas” responde Amos 3:7. Él ya ha revelado a “sus siervos los profetas” que llegaría un fin y reveló qué acontecimientos señalarían que el fin está cerca. Sabemos cuáles son esas señales y ya las hemos analizado con detenimiento, pero a sus “siervos los profetas” Jehová nunca ha revelado una fecha para el fin.


El mayor profeta de Jehová, su propio hijo, dijo estas importantes palabras: “Respecto a aquel día y hora nadie sabe, ni los ángeles de los cielos, ni el Hijo, sino solo el Padre”. Pensemos en las tres partes resaltadas en negrita y cursiva: “aquel día”, “nadie sabe” y “ni el hijo, sino solo el Padre”. El que Jesús haya usado las expresiones “aquel día” y “solo el Padre” indica que Jehová efectivamente ha señalado un día específico para traer el fin, pero claramente Jesús dijo que respecto a ese día nadie sabe, ni siquiera él sabía cuando estaba aquí en la tierra*. Si en el año 33 E.C. ni siquiera el propio hijo de Dios sabía cuándo vendría el fin, ¿cómo iban a saberlo personas cuyo auge de su período formativo fue unos 450 años antes que Jesús viniera a la tierra y ni siquiera adoraban al padre de Jesús? Eso es simplemente ilógico.


¿Qué hay de las predicciones de Nostradamus? Claramente no contaban con la aprobación de Jehová, dado que Nostradamus, en su intento de predecir el futuro se vio envuelto en horóscopos, astrología y conjuros de ritos paganos, cosas que la Biblia claramente condena y que son detestables a Jehová como bien muestra Deuteronomio 18:10-12, Revelación 21:8 y 22:15. Así que ni los mayas ni Nostradamus ni los astrólogos y numerológos actuales son los profetas de Jehová, de modo que sus predicciones —que van en contradicción clara de las palabras de Jesús— no provienen de Jehová.


Aunque es posible que algunas profecías de Nostradamus en verdad se hayan cumplido es algo que no debería extrañarnos pues Jehová muestra en Deuteronomio 13:1-4 que en efecto puede haber profetas cuyas predicciones se cumplan, pero cuando van en contra del propósito de Jehová son profetas que no fueron enviados por Dios.


El que la Biblia indique claramente que nadie sabe el día específico en que vendrá el fin, salvo el Padre, nos deja claro que no deberíamos creer que el 21 de diciembre de 2012 vendrá el fin. De hecho, tomamos en serio las señales de Jesús que indican que vivimos en la conclusión del sistema de cosas, que entre otras cosas incluye “Muchos vendrán sobre la base de mi nombre, y dirán: […] ‘El debido tiempo se ha acercado’. No vayan en pos de ellos” (Lucas 21:8). Nosotros no nos dejaremos engañar por estos falsos profetas y no nos atemorizamos al avanzar los días hacia esa fecha “señalada”.


El hecho de que muchas señales indiquen al 21 de diciembre de 2012 debe recordarnos a los eventos previos a octubre de 1914. Por varias décadas los testigos de Jehová habían predicho que los “tiempos de los gentiles” terminarían en octubre de 1914, pero justo antes de ese grandioso e importantísimo acontecimiento, Satanás, quien estaba listo para tratar de “devorar” al naciente Reino de Dios, hizo estallar la I Guerra Mundial ¿con qué propósito? Con el propósito de cegar a las naciones a los acontecimientos verdaderamente importantes, a saber, el fin de los “tiempos de los gentiles” y la entronización de Jesucristo como Rey del Reino mesiánico. (Revelación 12:1-5; Lucas 21:24 Reina-Valera).


Satanás, dando sus “patadas de ahogado”, sigue tratando de extraviar a las naciones y cegarlas a la voluntad de Dios. Está intentando distraer la atención de todos, de ser posible, de extraviar a “los escogidos” de Dios de los acontecimientos verdaderamente importantes y reales ¡No caigamos ante sus trampas! (Mateo 24:24).


Aún así tenemos claro que el fin se ha acercado. Todas las señales dadas por Jesús — lo que incluye falsos Cristos y Falsos profetas — se ven claramente. Los científicos saben con certeza que si la humanidad no cambia su trato a la tierra, a esta no le quedan muchos años de supervivencia, y sabemos que las masas humanas dominadas por Satanás no piensan cambiar sus hábitos. El hecho de que la raza humana en realidad corra peligro debido al arruinamiento de la tierra nos indica de que no le quedan muchos años a este sistema de cosas, pues el fin vendrá antes de que los humanos se destruyan a sí mismos (Revelación 11:18). Ciertamente no le quedan muchos años a este sistema moribundo.


Las “convulsiones” que está dando este sistema anuncian su próxima muerte, y ¿qué estaremos haciendo nosotros cuando por fin venga su destrucción? Debemos estar alerta. No deberíamos pensar que este sistema durará varios años más. Desde octubre de 1914 hasta ahora han pasado 95 años con dos meses ¡este sistema lleva viviendo en sus últimos días 95 años! ¿Cuánto más durará? La situación mundial está a su tope, ¿qué no hemos visto ya? Hemos visto terribles guerras como la I y II Guerra Mundial, vemos grandes escaseces de alimento en África e incluso en países centroamericanos como Guatemala, vemos a diario noticias escandalosas como parricidios, mujeres descuartizadas, niños abusados por miembros del clero y mucho más ¿aguantará este sistema 50 años más? ¿Aguantará usted mismo vivir en estas condiciones deplorables siquiera 20 años más?


Debemos imitar la actitud vigilante que Habacuc debió mostrar cuando Jehová le dirigió estas palabras: “Pues la visión se realizará en el tiempo señalado; marcha hacia su cumplimiento, y no dejará de cumplirse. Aunque parezca tardar, espérala; porque sin falta vendrá” (Habacuc 2:3 Nueva Versión Internacional). Aunque esta visión se ha “tardado” 95 años debemos esperar su glorioso cumplimento pues sin falta se realizará.


Estemos resueltos, por tanto, a seguir vigilantes a medida que los eventos avanzan hacia su glorioso cumplimiento. Sí, “el tiempo que queda está reducido” y aunque no sabemos ni el día ni la hora nos mantendremos alerta hasta que con ojos radiantes veamos la gran vindicación de la soberanía de Jehová cuando traiga ruina a todos los que “están arruinando la tierra”.


*NOTA: Es cierto que Jesús dijo que ni él sabía ni el día ni la hora en que vendrá el fin. Aún así es muy lógico creer que Jesús actualmente sí sabe el “día y la hora”, ¿porqué llegamos a esa conclusión? Porque en Revelación 6:2 se muestra a Jesús sentado en un caballo blanco avanzado, venciendo a sus enemigos y su cabalgar terminará al “completar su victoria”, es decir, al vencer a los enemigos de su padre en Armagedón (Revelación capítulo 19). Jesús empezó ese cabalgar en octubre de 1914 y si se le ha concedido el privilegio de vencer en el nombre de Dios y de “completar su victoria” en Armagedón es lógico que él, posiblemente desde 1914, esté enterado del día en que completará su victoria. (Véase La Atalaya del 1 de octubre de 1996, página 31, Preguntas de los Lectores).

viernes, 13 de noviembre de 2009

VIVIR CRISTIANO: “¿Y QUÉ TIENE DE MALO QUE ESTÉ EN UNA RED SOCIAL?”

“Las malas compañías echan a perder los hábitos útiles” (1 Corintios 15:33)

Si usted está leyendo este texto es casi seguro que usa Internet para comunicarse con sus amigos y familiares de cualquier parte del mundo. Seguro usa Messenger, E-mail y ¿redes sociales? Muchos hermanos, especialmente los jovencitos, no dudan en pertenecer a una red social como Facebook, Hi5, Twitter, Bandoo, etc. pero ¿es correcto para un cristiano estar ahí?

Empecemos diciendo que la Biblia no dice absolutamente nada al respecto porque en el tiempo en que esta fue escrita no existían ni siquiera las computadoras, mucho menos internet. Aún así, podemos encontrar tres sabios principios que nos guiarán en la decisión ¿estar o no estar?

Como muchas otras cosas, el internet y su contenido puede ser usado para buenos y malos usos. Lo mismo diríamos de las redes sociales. Es probable que consideres tu Facebook un pasatiempo muy divertido. Aún así no deberíamos olvidar que hay muchos peligros para un cristiano en esos lugares. Veamos tres principios bíblicos que nos ayudarán a regular el uso que le demos a las redes sociales.

“Las malas compañías echan a perder los hábitos útiles” (1 Corintios 15:33) — No debemos olvidar que el usamos de las redes sociales es mantenernos en contacto con “amigos”, pero ¿qué clase de amigos? El comunicarnos con ellos de forma personal, por teléfono o por internet es lo mismo, y ¿qué pensarían tus padres —si eres joven— de esa clase de amigos? “¡Pero no son malas personas!” podrías pensar, y es seguro que no sean malas personas, al menos desde el punto de vista del mundo, pero ¿Qué hay del punto de vista de Jehová? Es posible que los Epicúreos no fueran considerados malas compañías para los cristianos de Corinto, pues los principios éticos de ellos eran la “justicia, honestidad y prudencia”. Ellos no creían en un alma que sobreviviera a la muerte, pero tampoco creían en la resurrección, por eso decían “comamos y bebamos que mañana moriremos”. Aunque eran “buenas personas” no eran cristianas y sus ideas posiblemente estaban afectando a los cristianos de Corinto. De ahí que el apóstol Pablo diera el consejo —seguro refiriéndose a los Epicúreos— “No se extravíen, las malas compañías echan a perder los hábitos útiles”. Así que si tus amigos no son cristianos es seguro que tampoco son buenas compañías para ti, es decir, no deberías tener amistad íntima con ellos y por tanto deberías considerar a quiénes debes conservar como contacto de tu “Hi5”. Aún así, es posible que pienses que si bien es cierto que lo tienes como contacto, no hablas mucho con él (o ella). Por supuesto, es decisión tuya, pero todo dependerá del grado al que “cibernéticamente” te relaciones con esa persona y el grado de amor que tengas por Jehová y sus consejos. Ahora surge otra cuestión, ¿qué hay de los contactos que no conozco?

“[No] entro con los que esconden lo que son” (Salmo26:4) — Durante años el “Esclavo fiel y discreto” nos ha advertido sobre las salas de charla de Internet (chat), pues encierran mucho peligro dado que no conocemos en realidad con quién estamos hablando y qué intenciones tiene, ahora piensa ¿son diferentes las cosas en las redes sociales? Obviamente no. Podrían ser mucho peores ya que a diferencia de las salas de chat, en las redes sociales pones a disposición de las personas información importante como tu edad, intereses, país y ¡tus fotos! Sabemos que en internet andan depredadores sexuales esperando a que aparezcan las víctimas. Ahora, si tú piensas que no corres ningún peligro, sin duda eres la clase inexperta que ellos prefieren. Hace varios meses por TV vi el caso de una chica que demandaba a un hombre por acoso. Él decía que “la amaba”, y la buscaba hasta en su casa, ¿en donde se conocieron? En MySpace. Por supuesto que ella no se imaginaba que él podría conseguir la dirección de su casa. Ahora bien, ¿qué impide que te pase a ti? Las redes sociales hacen de fácil identificación a las personas debido a las fotografías exhibidas. ¿Deseas correr el riesgo? No olvides lo que dice la Biblia: “El prudente ve el peligro y lo evita” (Proverbios 22:3 Dios Habla Hoy). No tienes por qué sufrir una mala experiencia para que tomes precauciones, si eres prudente no correrás riesgos innecesarios ni pensarás que “nunca te pasará a ti”.
Ahora veamos los asuntos tomando en cuenta la responsabilidad que tienes, no olvidando que “los que esconden lo que son” pueden estar en las salas de chat y en las redes sociales. Si has estado en la organización de Jehová en los últimos 4 años sin duda recordarás la asamblea de distrito de 2006 “¡Nuestra Liberación se Acerca!”. Durante el último discurso de la asamblea adoptamos una resolución que en la séptima cláusula decía:
7. Lucharemos con todas nuestras fuerzas contra el espíritu del mundo que se manifiesta, entre otras cosas, en el materialismo, el entretenimiento malsano, los excesos en la comida y la bebida , la plaga de la pornografía y la curiosidad que despierta COMUNICARSE CON EXTRAÑOS en las salas de charla de Internet. Estamos resueltos a no ser parte del mundo, pues nuestra adoración es pura desde el punto de vista de Dios.”.

¿Dijiste “sí” a esa resolución? Si así es, ¿estás cumpliendo tu “voto” al luchar contra la “curiosidad que despierta comunicarse con extraños” en internet? La Biblia dice: “Siempre que hagas un voto a Dios, no titubees en pagarlo, porque no hay deleite en los estúpidos. Lo que prometes en voto, págalo” (Eclesiastés 5:4). Esta responsabilidad moral debe hacernos moderar el uso que le damos a las Redes Sociales.

“[Compren] el tiempo oportuno que queda” (Efesios 5:16) — El estar en una red social puede parecer muy divertido, pero ¿Cuánto tiempo inviertes en ella? Seguro que ver las últimas fotos de tus amigos, comentarlas y hacerte los test son cosas interesantes, pero debemos controlar cuánto tiempo nos absorben estas actividades. En sí no tienen nada de malo, pero hemos de tomar en serio el consejo de Efesios 5:15, 16: “Vigilen cuidadosamente que su manera de andar no sea como imprudentes, sino como sabios, comprándose todo el tiempo oportuno que queda, porque los días son inicuos.” Sabemos que “los días son inicuos” y que “el tiempo que queda está reducido”, así que deberíamos ocupar nuestro tiempo en hacer la voluntad de Dios, a saber, que “hombres de toda clase se salven y lleguen a un conocimiento exacto de la verdad” (1 Corintios 7:29; 1 Timoteo 2:4). Si esa es la voluntad de Dios, deberíamos dedicar tiempo a llevar el mensaje salvavidas a todas las personas que podamos y que estas alcancen un conocimiento exacto de la verdad, pero es importante que nosotros mismos alcancemos ese conocimiento exacto. Deberíamos dedicar suficiente tiempo diariamente a leer la palabra de Dios, leer las publicaciones del Esclavo Fiel y Discreto e investigar las “cosas profundas de Dios” (1 Corintios 2:10). Es importante que analicemos a conciencia si dedicamos suficiente tiempo a la preparación para las reuniones. Si usas por bastante tiempo internet para chatear y ver “tu Facebook” pero tu preparación para las reuniones es deficiente, ¿qué dice eso de ti? Recordemos que debemos vigilar “que nuestra manera de andar no sea como imprudentes, sino como sabios”.

El Esclavo Fiel y Discreto ha advertido del mal uso que se puede dar a las Redes Sociales aunque por el momento no ha dado consejo en el que se prohíba su uso. El pertenecer a una Red Social es asunto de cada cristiano. Aún así siempre debemos vigilar que las Redes Sociales no nos hagan caer en la trampa de las malas compañías, el trato con personas que no conocemos o el mal uso del tiempo. En todo caso debemos demostrar sabiduría y prudencia al usar los medios que este mundo nos ofrece.

sábado, 7 de noviembre de 2009

“Entonces aparecerá en el cielo la señal del Hijo del Hombre”

“Y entonces verán al Hijo del hombre viniendo en una nube con poder y gran gloria.”
— Lucas 21:27 —

Desde antes de 1914 los que son conocidos ahora como testigos de Jehová han estado proclamando que al fin ha llegado el tiempo señalado para la destrucción de este sistema de cosas. A lo largo de los años, la “luz” se ha hecho más brillante y hemos entendido —progresivamente— con mucha claridad lo que podemos esperar que pase en breve. A continuación analizamos algunas de las profecías más sobresalientes que se cumplirán durante la “Gran Tribulación” predicha por Jesús.

“Los diez cuernos […] odiarán a la ramera” — Revelación 17:16: Este gran acontecimiento será el que nos dirá que ha empezado la Gran Tribulación. Recordemos que la “ramera” es “Babilonia la Grande”, el imperio mundial de religión falsa. Revelación 17:16 indica que la “bestia salvaje” (la ONU) y los “diez cuernos” (todo el resto del sistema político) odiarán a la ramera y la destruirán. ¿Por qué se volverán en contra de su amante religiosa? “Porque Dios puso en sus corazones llevar a cabo Su pensamiento” (Revelación 17:17). Al fin habrá llegado el tiempo para que Jehová limpie su nombre al eliminar a esa organización religiosa que hipócritamente dice representarlo. El que la ONU haya de tener parte en la destrucción de Babilonia la Grande y de la Cristiandad fue predicho por Jesús en Mateo 24:15 al decir que la “cosa repugnante que causa desolación” (la ONU) se pondrá de pie en el “lugar santo” (la Cristiandad apóstata). Seguramente el sistema político lanzará un ataque en contra de todas las religiones del mundo, lo que incluirá a los testigos fieles de Jehová. Seguramente el sistema político confiscará propiedades de la religión falsa, bienes inmuebles como Iglesias y monasterios. También podríamos esperar el aprisionamiento o asesinato de miembros del clero. Aunque algunos clérigos morirán hasta Armagedón, durante esta primera fase de la “Gran Tribulación” la religión falsa, como institución, será completamente destruida.

“Y los reyes […] se golpearán en desconsuelo” — Revelación 18:9: En una fase intermedia entre la primera y la segunda etapa de la Gran Tribulación los reyes de las naciones, después de haber acabado ellos mismos con la religión falsa, tendrán tiempo de lamentarse por la destrucción de esa prostituta religiosa, pero, ¿no es esto contradictorio? No, recordemos que según Revelación 17:17 el destruir a Babilonia es un pensamiento de Dios, no de los gobiernos en sí mismos. Algo similar aconteció con el Faraón de Egipto del tiempo de Moisés. Por mucho tiempo Jehová permitió que su corazón fuera duro y no dejara enviar a Israel, pero tras la décima plaga el Faraón envió a Israel. Después de haberlos enviado volvió a cambiar de opinión y decidió perseguir al pueblo de Jehová, lo que lo llevó a su propia muerte, ¿no es esto prueba que los gobernantes pueden ser indecisos, con más razón aún, cuando Jehová dirige los asuntos? (Éxodo capítulos 5 a 14). De modo que verán que al fin de todo, la religión le era útil mientras se prostituía con ellos. Lo mismo pasará con los comerciantes viajeros, quienes también se lamentarán. Cuando desaparezca Babilonia con sus festividades navideñas, de cumpleaños, Semana Santa, Ferias patronales, visitas papales, etc. ¿quién comprará sus productos? Nadie (Revelación 18:11-17). Sin duda, la desaparición de esta gran ramera conmocionará al mundo.

“El sol será oscurecido y la luna no dará su luz” — Mateo 24:29: Inmediatamente después de esta destrucción de Babilonia la Grande, “el sol será oscurecido, y la luna no dará su luz, y las estrellas caerán del cielo, y los poderes de los cielos serán sacudidos”. Todas las personas prominentes del mundo religioso, que “iluminaban” a las naciones, como el Dalai-Lama, el Papa, y los distintos “pastores” prominentes de las iglesias de la cristiandad habrán dejado de “brillar”. En ese sentido, el “sol será oscurecido”. Sin embargo, podríamos esperar también otro cumplimiento de esta profecía. El historiador judío Flavio Josefo comentó que de forma literal hubo fenómenos sobrenaturales durante el tiempo que nosotros conocemos como la “Gran Tribulación” de Jerusalén (66 a 70 a.E.C.). De modo que podríamos esperar que de forma literal haya fenómenos celestiales.

“Los hombres se desmayan por el temor y la expectación” —Lucas 21:26: ¿Se imagina usted la conmoción que reinará entonces? El mundo habrá llegado a su final. Las potencias políticas estarán lamentándose por su acción contra la religión falsa, y las naciones religiosas estarán pasmadas al ver que sus dioses no pudieron protegerlas ¿y los testigos cristianos de Jehová? “Pero al comenzar a suceder estas cosas, levántense erguidos y alcen la cabeza, porque su liberación se acerca” dijo Jesús (Lucas 21:28). Sí, al ver el desenvolvimiento de los asuntos ¡sabremos que nuestra liberación se acerca! No habrá motivos para temer. Pero para alcanzar esa liberación tendremos que pasar por una última prueba.

“Gog [vendrá] sobre el suelo de Israel” — Ezequiel 38:18: Sin duda alguna, cuando Babilonia la Grande sea destruida los testigos también seremos atacados por los “diez cuernos”, pero seremos el único grupo religioso que sobrevivirá a ese ataque. Pero, ¿no nos afectará de forma positiva el que las naciones se lamenten por la desaparición de la religión falsa? No, y por este motivo: Los testigos de Jehová somos obedientes a las leyes estatales y pagamos impuestos a la vez que ‘damos honra’ a los gobernantes (Romanos capítulo 13). Pero a diferencia de Babilonia la Grande, ‘no somos parte del mundo’, de modo que no nos “prostituimos” con los políticos como lo ha hecho la adúltera y repugnante religión falsa (Juan 17:16; Santiago 4:4; Revelación 17:2, 5). Así que los gobiernos políticos no tomarán en consideración que los testigos somos fieles observantes de las leyes, simplemente no les seremos útiles para sus propósitos mundanos, así que pareceremos un blanco fácil. ¿Cómo? Así como Jehová puso en los pensamientos de ellos destruir a la religión falsa, Satanás el diablo pondrá en el corazón de ellos acabar con los testigos de Jehová. Satanás es el Gog predicho en los capítulos 38 y 39 de Ezequiel. Magog es, según la profecía, la tierra de donde viene Gog, de modo que Magog debe representar la tierra a la cual fue confinado Gog en 1914 (Ezequiel 38:2; Revelación 12:9, 12). Gog, es decir, Satanás, estará furioso contra el pueblo de Dios, pero, ¿por qué? Sabemos que los ungidos han sido el centro del ataque de Satanás desde 1914 (Revelación 12:17), pero en esta ocasión, guerreará contra todo el pueblo de Jehová, contra los ungidos y contra las “otras ovejas” por igual, pues estará furioso por que somos un pueblo que mora en seguridad y prosperidad (Ezequiel 38:10-12). Para hacer esta supuesta destrucción Satanás usará a las potencias políticas (Ezequiel 38:5). Podemos estar seguros de que esto será pronto, pues el pueblo de Jehová ahora está en esa condición de prosperidad espiritual. Desde 1919 han estado libres de Babilonia la Grande, y durante esos 90 años hemos progresado mucho en sentido espiritual; hemos llegado a comprender con claridad cuándo se hace la separación de las “ovejas” y las “cabras” que mencionó Jesús en Mateo 25. También sabemos con exactitud cuál es la “Generación” de Mateo 24:34, hemos entendido la forma de mantener pura la congregación mediante la expulsión, se ha comprendido prácticamente, todo el libro de Revelación y el mismo hecho de que en 2010 empecemos a usar el nuevo cancionero llamado “Cantemos a Jehová” es prueba de que la luz se ha hecho más brillante al grado de modificar o quitar canciones que actualmente usamos en las reuniones (Proverbios 4:18) Sin duda, este progreso espiritual tiene sumamente furioso a Satanás y esta furia será desatada en este ataque final en contra del pueblo de Dios, ¡pero le aguarda una gran sorpresa!

“¡Ha acontecido!” — Revelación 16:17: Siete “tazones” contienen la cólera de Jehová. Ese derramar de la cólera de Jehová se inició hace décadas al proclamarse los juicios de Jehová por medio de sus testigos terrestres (Revelación capítulo 16). Al consumarse la ejecución de estos juicios Jehová mismo declara “¡Ha acontecido!”. La “gran ciudad”, Babilonia la Grande habrá sido desolada y los gobernantes políticos estarán lamentándose por su destrucción. De pronto verán a los testigos de Jehová “morando en seguridad” y desearán desolarlos y los atacarán. Pero Jehová no permitirá el exterminio de su pueblo. La profecía dice: “Y en aquel día, el día en que Gog venga sobre el suelo de Israel, tiene que ocurrir —es la expresión del Señor Soberano Jehová— que mi furia subirá a mi nariz” (Ezequiel 38:18). Ahora Jehová dice cómo destruirá a los malvados: “Y ciertamente llamaré contra él por toda mi región montañosa una espada —es la expresión del Señor Soberano Jehová—. Contra su propio hermano la espada de cada uno llegará a estar” (Ezequiel 38:21). Sí, los agentes terrestres de Satanás entrarán en confusión ¡se matarán unos a otros! Pero esto no es todo, pues Jehová continúa declarando: “Y ciertamente me pondré en juicio con él, con peste y con sangre; y un aguacero inundante y piedras de granizo, fuego y azufre haré llover sobre él y sobre sus partidas y sobre los muchos pueblos que estarán con él” (versículo 22). Jehová tiene a su disposición todos los elementos naturales a fin de destruir a los malvados. En el pasado ya destruyó a personas inicuas usando agua, fuego y azufre y a sus poderosos ángeles. De nuevo Jehová dice que usará “aguacero inundante”, “piedras de granizo” y “fuego y azufre”. En Revelación 16:21 dice que Jehová usará un granizo tan grande que sus piedras pesarán un talento cada una (unas 45 libras de peso). Quizás este granizo represente los fuertes mensajes que proclamaremos durante la gran tribulación, aunque es casi seguro que ese granizo se usará de forma literal en la obra destructora de Jehová (Compare con Job 38:22, 23). Las personas que no mueran por estos fenómenos naturales alterados morirán de una forma horrorosa: “Habrá el pudrirse de la carne de uno, mientras uno está parado sobre sus pies; y los ojos mismos de uno se pudrirán en sus cuencas, y la lengua misma de uno se pudrirá en la boca de uno.” (Zacarías 14:12). En el pasado Jehová hizo que el rey Herodes Agripa I fuera muerto agusanado por mano del ángel de Jehová (Hechos 12:20-25), de modo que no debería extrañarnos que Jehová matara a sus enemigos terrestres haciendo que su carne, sus ojos y su lengua se pudran mientras aún están vivos. Aquella matanza será realmente grande pues la Biblia dice que los muertos por Jehová estarán regados desde un extremo de la tierra hasta el otro extremo de la tierra y que llegarán a ser como estiércol sobre el suelo (Jeremías 25:33; Revelación 19:17). Todo resto del sistema político será destruido, pues gráficamente la Biblia describe cómo Jesús prende a la Bestia Salvaje (el entero sistema político) y al falso profeta (la ONU) y los lanza en el lago de fuego, es decir, serán destruidos para siempre (Revelación 19:20). Mientras tanto, llega el momento para que Satanás mismo sea humillado. Jesús, en su papel de ángel del abismo, vendrá y prenderá a Satanás y lo echará en un abismo de inactividad durante mil años (Revelación 20:1-3). ¡Por fin habrá acabado la rebelión contra Jehová!

Todo el malvado sistema de cosas actual habrá llegado a su fin, y esa “gran tribulación” que tanto hemos predicho ¡por fin habrá llegado! No debemos olvidar que las pruebas nos dicen que esa “gran tribulación” está muy cerca, así que debemos hacer caso a las palabras de Jesús: “Manténganse alerta” (Marcos 13:35). Sin duda, mientras nos acercamos a ese fin violento del sistema de cosas nos enfrentaremos a oposición y burla, pues tanto los opositores como los apóstatas dicen: “¿Dónde está esa prometida presencia de él?” (2 Pedro 3:4). Sin embargo, se les escapa el hecho de que Jehová ya destruyó un mundo de gente rebelde e incrédula como ellos, y lo volverá a hacer. Desde 1914 Jesús ha estado presente como Rey y pronto vendrá con sus poderosos ángeles. En ese momento se vindicará la soberanía de Jehová y la veracidad de su “Esclavo Fiel y Discreto”, pues cuando llegue el “gran día de Jehová” las naciones ciertamente sabrán ‘que hubo un profeta en medio de ellos’ (Ezequiel 2:5), así que todos aquellos que se burlaron de nuestra predicación tendrán que reconocer humillados que teníamos razón. Más importante que eso es que la soberanía de Jehová quedará vindicada. Todas aquellas personas que niegan la existencia de Dios serán humilladas, y todas las personas que falsamente dicen representarlo ciertamente conocerán al verdadero Jehová. Así que por fin veremos cumplidas las promesas de Jehová. Si seguimos alerta podremos ver con ojos radiantes ese día inspirador de temor y glorioso cuando Jehová cumpla sus palabras: “Y ciertamente me engrandeceré y me santificaré y me daré a conocer delante de los ojos de muchas naciones; y tendrán que saber que yo soy Jehová” (Ezequiel 38:23).