Mostrando entradas con la etiqueta reino. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta reino. Mostrar todas las entradas

miércoles, 11 de julio de 2012

La “gran muchedumbre”, ¿en el cielo, o en la tierra?

“Están ante el trono de Dios, y le dan culto día y noche en su santuario” — Rev. 7:15.

Estar ante la presencia de Dios es, sin duda, una experiencia atemorizante y gloriosa. De la “gran muchedumbre” de Revelación (Apocalipsis) 7:9 se dice que están ante el mismo Dios y su hijo, y que están rindiendo servicio sagrado en el santuario. ¿Significa eso que esta gran muchedumbre está en el cielo? El texto parece indicar eso, aunque no dice eso.


La organización de los testigos de Jehová enseña y sostiene que esta “gran muchedumbre” vivirá en la tierra por toda la eternidad, y que este grupo es lo mismo que las “otras ovejas” mencionadas por Jesucristo en Juan 10:16. Pero una lectura superficial de Revelación capítulo 7 parece presentar dificultades ante esta enseñanza, pues se dice que, 1) la gran muchedumbre está delante del trono de Dios y del Cordero (Jesucristo), y 2) están sirviendo dentro de su santuario. Hagamos un análisis de los versículos en cuestión tomando en cuenta estos dos puntos de vista, pero viendo detalles en el texto inspirado que nos revelarán en dónde realmente sirve esta gran muchedumbre.

ANTE EL TRONO DE DIOS

“Vi, y, ¡miren!, una gran muchedumbre, que ningún hombre podía contar, de todas las naciones y tribus y pueblos y lenguas, de pie delante del trono y delante del Cordero” (Rev. 7:9). Dice que están “delante del trono y delante del Cordero”, una expresión similar se utiliza en el v. 11 en donde se habla de los ángeles, los ancianos y las cuatro criaturas vivientes (quienes obviamente sí están en el cielo), y se dice: “Y todos los ángeles estaban de pie alrededor del trono y de los ancianos y de las cuatro criaturas vivientes, y cayeron sobre sus rostros delante del trono y adoraron a Dios”. En vista de que de ambos grupos se dice que están en delante del trono, y en el caso del segundo grupo sabemos que están en el cielo, ¿significa que la gran muchedumbre también está en el cielo? No necesariamente.

En ambos casos se utiliza la palabra griega enópion que literalmente significa “a la vista de”. El sólo significado de esta palabra da amplitud de interpretación sobre el lugar en donde está la gran muchedumbre. En Hechos 7:46 se dice que David halló favor a la vista de Dios (enópion tou Theou), y notemos que David estaba acá en la tierra; sin embargo, estaba “a la vista” de Jehová. Esto cobra sentido cuando recordamos lo que dice Hebreos 4:13: “Y no hay creación que no esté manifiesta a la vista de él, sino que todas las cosas están desnudas y abiertamente expuestas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta.” Así que el que el texto diga que la gran muchedumbre está delante del trono (o “a la vista del trono”, en gr. Enópion tou trónou) no la ubica obligatoriamente en el cielo. En todo caso, debemos recordar que toda la creación, lo que incluye los seres celestiales (como los 24 ancianos, los ángeles y las cuatro criaturas vivientes del v. 11) y terrenales, están “a la vista de” Dios. Esto, al menos, da prueba de que es posible que la gran muchedumbre esté en la tierra, pero de ningún modo da prueba definitiva de que no puede estar en el cielo. Continuemos con el análisis.

SIRVEN EN EL SANTUARIO

Algunas personas dicen que la gran muchedumbre sirve en el cielo, pues están sirviendo en el santuario, o templo de Dios. Hay que notar que en las escrituras griegas se utilizan dos palabras que se traducen “templo”: hierón y naós. Notablemente hierón se refiere a toda la estructura del templo, lo que incluía el santuario, pero también los patios, mientras que naós suele referirse al Santísimo, el lugar en donde estaba el arca del pacto en representación de la presencia de Jehová, y el lugar que en el arreglo mayor de Jehová se ubica en el cielo mismo, tal como el apóstol Pablo mostró en la carta a los hebreos. ¿Qué palabra usó el apóstol Juan al escribir Revelación 7:11? Si hubiera usado hierón se facilitaría nuestra interpretación de ese versículo, pues haría evidente que la gran muchedumbre no está en el cielo. Sin embargo, el apóstol Juan no usó esa palabra, sino utilizó naós, lo que hace evidente para muchos estudiantes de las Escrituras que, en efecto, la Gran muchedumbre está en el “Santísimo”, es decir, en el cielo, frente a frente con Jehová y Jesucristo. A este lugar (el naós), traducido muy a menudo “santuario”, y que hace referencia al “santísimo”, el apóstol Pablo lo llamó “la tienda” de Dios (Heb. 7:3), y de esa tienda se aclara que está en el cielo mismo (Heb. 7:24).

Debemos darnos cuenta que, aunque en la mayoría de veces naós se refiere al Santísimo, esto no es en todos los casos. Por ejemplo, en 1 Cor. 3:16 se dice que los cristianos, mientras aún están en la tierra, son templo de Dios (naós theou esté). Interesantemente, en Efesios 2:20, 21 se habla de Jesucristo y los apóstoles como un fundamento, y luego dice: “En unión con él, el edificio entero, unido armoniosamente, va creciendo para [ser] un templo (pasa oikodomé sünarmologouméne auxei eis naón) santo para Jehová”. Por lo tanto, el que se diga que la gran muchedumbre está en el naós no obligatoriamente la ubica en el cielo. Es más, si tomamos en cuenta que el naós es lo mismo que la “tienda” mencionada por el apóstol Pablo, se nos hace más fácil identificar la ubicación de la gran multitud.

Revelación 7:15 sigue diciendo: “y El que está sentado en el trono extenderá su tienda sobre ellos.” Notemos que dice que Jehová extenderá su tienda, morada sagrada, o lugar de habitación, sobre la gran muchedumbre. ¿Qué idea le da la palabra “extender”? La palabra extender, obviamente, indica que originalmente la gran muchedumbre no está dentro del santuario, sino que Jehová extiende, o agranda, su morada, para que incluya el lugar en donde esta muchedumbre sirve.

LA GRAN MUCHEDUMBRE EN LA REGIÓN TERRESTRE DEL REINO

En los primeros versículos de Revelación 21 encontramos un pasaje paralelo, pero con lenguaje un tanto diferente, que nos aclara que la gran muchedumbre, en efecto, está en la tierra.

Dice el v. 1 que la “Nueva Jerusalén” está descendiendo del cielo, y dice: “¡Mira! La tienda de Dios está con la humanidad, y él residirá con ellos, y ellos serán sus pueblos. Y Dios mismo estará con ellos. Y limpiará toda lágrima de sus ojos, y la muerte no será más, ni existirá ya más lamento ni clamor ni dolor. Las cosas anteriores han pasado” (vv. 3, 4). Comprar estos versículos con Rev. 7:15-17 hace evidente que se está hablando de la misma cosa. En el cap. 7 se dice que Dios extiende su morada sagrada (naós) sobre la gran muchedumbre; acá se dice que la tienda de Dios está con la humanidad. También, de la gran muchedumbre se dice que el cordero los guía a fuentes de agua de vida, y que Dios limpiará las lágrimas de todo rostro; básicamente lo mismo que dice el cap. 21:4.

Viendo este análisis queda claro que: La gran muchedumbre es un grupo de personas que viven en la tierra, que serán dirigidas por Jesucristo, quien es su pastor, y que sirven en el templo de Dios, que él ha extendido sobre ellos (Compare Rev. 7:17 con Juan 25:32).

El que estén delante del trono y dentro del templo de Dios sólo indica la posición privilegiada que alcanzarán dentro del propósito y el gran arreglo familiar de Jehová (Rev. 21:7), y recuerda que Jehová siempre estará pendiente de ellos para llenar sus necesidades.

Por lo tanto, no existe ninguna contradicción ni ninguna dificultad en cuanto a si la gran muchedumbre sirve a Jehová en el cielo o en la tierra si se hace un análisis detallado de los versículos. Hay abudante prueba de que la gran muchedumbre está en la tierra, como el hecho de que se diga que “salen de la gran tribulación”, algo que no se dice de los que van al cielo, pues en su vasta mayoría, ya están en el cielo cuando la gran tribulación empieza y termina, y por lo tanto, no podrán pasar a través de ella. Únicamente los que sobrevivan a la gran tribulación con miras a vivir eternamente en el paraíso pueden salir de ella.

El tema de la “gran muchedumbre” no es un tema complicado, siempre y cuando dejemos que la misma Biblia nos aclare su mismo simbolismo. Jehová revela a su tiempo apropiado el significado de sus profecías, ¿no se siente usted privilegiado de entender las “cosas profundas de Dios”?

Significado de palabras, sinónimos y paralelos
Naós - El santísimo, templo.
Hierón - Templo. Toda la estructura, incluyendo los patios.
Enopion - "a la vista de". No necesariamente frete a frente.

"Templo" - Morada de Dios, tienda de Dios (Heb. 7:3)
"Gran muchedumbre" - "Humanidad" (Rev. 21:3)

Dios extiende su tienda sobre la gran muchedumbre (Rev. 7:15) - "La tienda de Dios está con la humanidad" (Rev. 21:3).
Dios limpiará las lágrimas de sus ojos - Dios limpiará las lágrimas de los ojos de la humanidad (Rev. 21:4).
Cristo pastorea a la gran muchedumbre (Rev. 7:17) - Cristo es el "pastor excelente" (Juan 10:14, 16).
Hay gran tribulación en la tierra (Mat. 24:21) - La gran muchedumbre sale de la gran tribulación (Rev. 7:14).

domingo, 13 de marzo de 2011

Testimonio cabal del Reino de Dios

Ese es el título del libro que empezaremos a estudiar a partir de esta semana. Aunque se espera que ya lo hayamos leído, si todavía no lo hemos hecho aún, habrá mucha información nueva que nos resultará muy interesante.

Los hermanos que ya lo han leído concuerdan en que es un libro muy emocionante. Muchos hermanos comentan que cuando lo leyeron después de la Asamblea tenían que obligarse a dejar de leerlo por las noches.

Y es muy cierto. Nos relata el libro de los hechos de una forma detallada y emocionante, que nos hace vivir junto con los apóstoles la emoción y el gozo que sintieron, así como sus temores y anhelos. Al repasar el ministerio de los primeros cristianos, nos daremos cuenta de que sólo la organización de los testigos de Jehová sigue ese modelo hoy día, y reafirma nuestra fe en que Jehová está guiando al Cuerpo Gobernante y sus desiciones.

No hay duda de que sacará mucho provecho de este excelente libro. Le animamos, entonces, a prepararse con tiemp y cuidadosamente, a fin de entender al mayor grado posible cada lección semanal, y a ofrecer sus bien preparados comentarios.

viernes, 14 de agosto de 2009

1914 ¿Coinciden las Fechas?

El 15 de tisri del año 607 a.E.C (4/5 de octubre) significó un final, y a la vez un comienzo. Significó el final de la dominación de Jehová mediante reyes terrestres, y dio comienzo a un período de siete tiempos proféticos de dominación gentil. En el último Rey, Sedequías se cumplió la profecía de Ezequiel: “esto es lo que ha dicho el Señor Soberano Jehová: ‘Remueve el turbante, y quita la corona. Esta no será la misma. Póngase en alto aun lo que está bajo, y póngase bajo aun al alto. Ruina, ruina, ruina la haré. En cuanto a esta también, ciertamente no llegará a ser [de nadie] hasta que venga aquel que tiene el derecho legal, y tengo que dar [esto] a él’” (Ezequiel 21:26, 27) Jehová había profetizado que se quitaría la “corona” hasta que viniera “aquel que tiene el derecho legal”, es decir, Jesús. La coronación de Jesús debía efectuarse al final de esos tiempos de los gentiles. La fecha señalada para tal suceso es el 15 de tisri del año 1914 E.C. es decir el 4/5 de octubre de tal año. En esa fecha empezó una guerra en el cielo entre Jesucristo y sus ángeles, y Satanás y sus ángeles. El efecto de dicha guerra fue la expulsión de Satanás del cielo, y su consiguiente furia acá en la tierra. A partir del año 1914 empezaron también los últimos días de este sistema de cosas, que se caracterizaría por Guerras, Pestes, Hambres y grandes Terremotos (Lucas 21:10; Revelación 12:7-12).

Pues bien, si la I Guerra Mundial señaló el “principio de dolores de angustia” que marcarían los últimos días de este sistema de cosas al empezar a Reinar Jesús desde el 5 de octubre de 1914, ¿Por qué dicha guerra empezó unos dos meses antes de dicho suceso? Para responder a tal pregunta, debemos leer detenidamente la profecía del capítulo 12 de Revelación: “Y se vio en el cielo una gran señal, una mujer vestida del sol, y la luna estaba debajo de sus pies, y sobre su cabeza había una corona de doce estrellas, y ella estaba encinta. Y clama en sus dolores y en su agonía por dar a luz. Y se vio otra señal en el cielo, y, ¡miren!, un dragón grande de color de fuego, con siete cabezas y diez cuernos, y sobre sus cabezas siete diademas; y su cola arrastra la tercera parte de las estrellas del cielo, y las arrojó abajo a la tierra. Y el dragón se quedó de pie delante de la mujer que estaba a punto de dar a luz, para, cuando diera a luz, devorar a su hijo.” (v.v. 1-4). La mujer es la organización celestial de Jehová. El Hijo no es Jesús, sino el Reino que nació en octubre de 1914, y el Dragón claramente es el Diablo. Pero notemos un detalle. Satanás estaba listo para devorar al Reino antes de que este naciera. Satanás quería, de ser posible, impedir el nacimiento de dicho reino, y cegar a las personas para que no vieran el cumplimiento de las profecías bíblicas respecto al Reino. Por eso, no debería extrañarnos que tal guerra sanguinaria empezara antes del nacimiento del reino y la consiguiente expulsión de Satanás del cielo, pues el Diablo y sus demonios estaban preparados para lanzar su ataque, aún antes de que el Reino mismo naciera.