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lunes, 22 de marzo de 2010

DESPIDIENDO A UN GRAN AMIGO

“La senda de los justos es como la luz del alba, cuyo esplendor va creciendo hasta el pleno día”
— Proverbios 4:18, Sagrada Biblia por Evaristo Marín Nieto —


Aún hay hermanos que recuerdan con mucho cariño la asamblea de Distrito de 1983-1984 titulada “Unidad del Reino”, y especialmente el discurso “Música que alaba a Jehová”, ¿por qué fue sobresaliente ese discurso? Tras 17 años de la publicación del cancionero en inglés titulado “Cantando y acompañándose con música en el corazón” se anunció la publicación próxima de un nuevo cancionero titulado “Canten Alabanzas a Jehová”, ¿qué diferencias tendría ese cancionero? En primer lugar, en vez de 119 cánticos contendría 225. Las letras se modificaron según se entendieron las verdades bíblicas en los 17 años transcurridos desde 1966 hasta 1983 y se modificaron muchos versos para mejorar el aspecto poético de las canciones.

Han pasado 25 años desde ese emocionante anuncio y todos los que actualmente somos testigos de Jehová alabamos a Jehová usando ese hermoso cancionero. El día viernes 29 de mayo de 2009, durante el primer día de la asamblea de Distrito “¡Manténganse Alerta!” de todo el mundo, muchos hermanos se sorprendieron y se conmovieron al escuchar el anuncio que decía que pronto, a partir de Enero de 2010 alabarían a Jehová con la “ayuda de un nuevo y hermoso cancionero titulado ‘Cantemos a Jehová’”. Las emociones y los sentimientos encontrados que tal sorpresa provocó se vivieron por todo el globo terráqueo al repetirse ese anuncio en las miles de asambleas de Distrito que se celebraron por todo el mundo. No fue raro ver a hermanos derramar lágrimas mientras escuchaban el popurrí de 6 de los nuevos cánticos del Reino. En muchos países ya han empezado a utilizar el nuevo cancionero, pero en muchos otros los empezaremos a usar a partir de la siguiente semana. La Conmemoración de la muerte Jesús será el evento señalado para cantar por primera vez como congregación esas nuevas composiciones. Mientras pasan los días llevamos una “cuenta regresiva” que nos indica cuáles serán los últimos cánticos del cancionero de 1984 que usaremos. Los escogidos han sido: 91 “Siendo Enseñados por Jehová”, 87 “La Cena del Señor”, 105 “Aclamemos al primogénito de la creación”, 171 “La canción de Victoria” y el 195 “Este es el día de Jehová”. Aunque estamos ansioso de cantar los nuevos cánticos, no podemos evitar sentir una tristeza que extrañamente nos invade. Es cierto que “Canten Alabanzas a Jehová” se ha quedado anticuado, pero con el irse de ese cancionero, se van más que simples canciones; se van con ellas trozos de nuestras vidas, ¿por qué decimos eso?

Muchos hermanos no olvidarán jamás la emoción que sintieron el día de su bautismo al cantar cánticos como el 13 (Dedicación Cristiana), 55 (Andando diariamente con Jehová), 143 (Declárate por Jehová), 202 (¡Estamos dedicados a Dios!), 207 (¿De quién mostramos ser?) u otros. Es cierto que esos cánticos aún existen en “Cantemos a Jehová”, pero no son iguales y, dado que les dimos un significado especial a las versiones anteriores, no despiertan en nosotros los sentimientos que nos provocaban las composiciones de 1984 ¿Quién no lloró alguna vez cuando, al finalizar la asamblea de Distrito o Internacional cantamos la estrofa que decía “Por compañerismo sincero, leal, hermanos y amigos: ¡Gracias Jehová!” (212)? ¿O a quién no se le enchinó la piel de emoción cuando cantaba la estrofa de aquel cántico que decía “Cristo gobierna ya y pronto pasará el viejo orden en Armagedón” (195)? ¿Acaso no se sintió motivado por las palabras: “¿Dice usted: ‘Predicar yo no puedo, expresarme no puedo al hablar’?” (215)? ¿O no se imaginó las bendiciones del paraíso cuando cantaba “Podrás ver la resurrección si fijas allí la visión” (222)? Tampoco podremos olvidar los ratos graciosos que pasamos en la congregación cuando todos se confundían al cantar el estribillo que decía “Si no quieren perecer besen al hijo de Jehová” (168) o la vez en que nadie del Salón pudo cantar el cántico 219 llamado “El trono celestial de Jehová” por ser el cántico más difícil de todo el cancionero en español.

¿Verdad que son momentos que recordaremos siempre? Versos como “Vivimos, morimos para ti; pues tú eres nuestro Dios” (13), “Siendo malos los días sepamos comprar el tiempo de meros placeres” (193), “Jehová y el Cristo son amigos de verdad, Amor con vida eterna dan; podemos bien lograr” (76) y “El control del cuerpo y mente, sí, mostrará nuestro amor y verdad” (191) en algún momento de nuestra vida ejercieron influencia en nosotros, nos motivaron a estar alerta, a acercarnos a Jehová, a luchar contra Satanás y a luchar contra nuestras propias imperfecciones. Sin duda es triste saber que nunca más, en ningún salón del Reino ni en ningún Salón de Asambleas resonarán nuestras voces entonando esos versos.

Sin duda, “Canten Alabanzas a Jehová” fue un gran amigo que nos ayudó a “derramar nuestro corazón” delante de nuestro padre celestial, nos ayudó a alabarlo y a mantenernos limpios o a mantener intacta nuestra esperanza del Nuevo Mundo. Sin embargo, una estrofa de un cántico de ese cancionero también nos recuerda algo: “Mientras seguimos marchando adelante, con la verdad nos refina Jehová. Luz da a su pueblo muy abundante, no precisamos mirar nunca atrás” (cántico 54).

Jehová ha nombrado al “Esclavo fiel y Discreto” para darnos el alimento al tiempo apropiado, y Canten Alabanzas a Jehová ya ha cumplido su propósito. Para nuestro tiempo es necesario “Cantemos a Jehová” por muchas razones, así que ¿cómo reaccionaremos al cambio? ¿Seremos humildes y aceptaremos los grandes cambios que sufrió nuestro cancionero? ¿O nos resentiremos con el “esclavo fiel” por esos cambios?

Aunque es inevitable sentir tristeza, seguro que también será inevitable sentir alegría, seguridad y devoción cuando cantemos por primera vez cánticos como “Jehová te dará fuerzas” (60), “¿Te ves en el nuevo mundo?” y “¡Este es el camino!” (65). No hay duda que Jehová sigue dándonos lo que necesitamos de formas agradables y “Cantemos a Jehová” es prueba de eso. Entonces, ¿le dará usted la importancia que se merecen nuestros cánticos del Reino? Si en su congregación aún se usa “Canten Alabanzas a Jehová”, ¿cantará con todo el corazón cuando, por última vez, cante cada uno de los seis cánticos que nos restan? ¡Jehová se merece alabanza! Nosotros tenemos el privilegio de cantarle, así que, como se dijo en el discurso de presentación del nuevo cancionero: “Sin importar si somos expertos o aprendices… ¡Cantemos a Jehová!”.


¿CÓMO PUEDO CANTAR BIEN?
No importa tanto su voz, sino la condición de su corazón. Jehová no ve si tiene voz de barítono o soprano, sino que le cante de todo corazón y con devoción. Puesto que se requiere devoción, fe y convicción para que Jehová acepte nuestra alabanza es posible que las siguientes recomendaciones le sean útiles:

1. ENTIENDA LA LETRA: Para tal propósito es necesario que al prepararse para la reunión también se prepare con los cánticos. Fíjese en el título y lea la letra y el versículo bíblico cuidadosamente en el que está basado. Cantemos a Jehová trae textos bíblicos auxiliares, léalos también y busque la relación de esos versículos con la letra del cántico. Para Canten Alabanzas a Jehová —que contiene un gran número de simbolismos y profecías— pregúntese, ¿qué significa esto? O ¿por qué se incluye en el cántico? Por ejemplo, ¿podría usted explicar porqué la última estrofa del cántico 195 incluye las palabras: “Entren al templo ya; busquen favor de Jah”? pues bien ¿qué significa entrar al templo de Jehová y cómo podríamos hacerlo los que no somos miembros del “rebaño pequeño”? Para eso es necesario entender qué es el templo de Jehová al que se refiere el cántico. Cuando logre entender todo el cántico estará listo para cantarlo apropiadamente.

2. PIENSE EN CÓMO APLICAR LA LETRA: Ya que ha entendido la letra pregúntese: “¿Cómo debería esto influir en mi?” El cántico 105 (de Canten Alabanzas a Jehová) dice: “De casa en casa vamos, diciendo la verdad, diciendo que ya reina el Hijo de Jehová.”, así que podría preguntarse: ¿Es el Reino mi tema principal de la predicación, o me limito a repartir revistas? Puesto que el cántico también dice: “Al individuo damos atención personal, estímulo al hermano. “¡Al Rey hay que aclamar!” podría preguntarse usted: ¿Realmente doy atención personal a los interesados, es decir, hago revisitas y conduzco estudios bíblicos? ¿Realmente me intereso en mis oyentes? ¿Le doy el lugar que Jesús se merece, o le doy a Jesús menos importancia de la que realmente debería tener? Aunque sabemos que Jehová es mayor que Jesús, nunca olvidemos que solo por medio de Jesús obtenemos la salvación, así que estimulemos al prójimo: “¡Al Rey (Jesús) hay que aclamar!”.

3. ABRA LA BOCA MÁS QUE CUANDO HABLA: Para una mejor articulación de las palabras y un mejor sonido, asegúrese de abrir la boca lo suficiente como para que el sonido salga apropiadamente.

4. ENVÍE EL AIRE AL DIAFRAGMA, NO A SUS PULMONES: Para enviar aire al diafragma haga como que lo envía al estómago y notará como este crece. Respire con la nariz y no con la boca. Párese erguido, nunca se agache para cantar.

5. NUNCA FUERCE SU GARGANTA: Si hay un tono agudo que no le sale es mejor que no fuerce su voz, cante lo más natural posible.

6. NO SE PREOCUPE DEMASIADO POR SU VOZ: No olvidemos que para Jehová nuestra voz no es lo más importante. Notará que si se preocupa mucho por su voz mientras canta, aunque logre afinarse a la perfección, no se preocupará debidamente por el mensaje del cántico, que al final es lo más importante. Preocúpese por su voz moderadamente y dele importancia máxima al mensaje del cántico y cántelo con el sentimiento debido.

¿CON QUÉ SENTIMIENTO DEBO CANTAR ESTOS CÁNTICOS?
91 – Siendo enseñados por Jehová: Para preparar el corazón piense en cómo se ha beneficiado de la educación divina. Al pensar en los problemas de los cuales se ha librado seguramente cantará este cántico con agradecimiento.

87 — La cena del Señor: Este cántico repasa la función de la pascua, a saber, conmemorar la poderosa liberación de los israelitas de Egipto, a la vez que muestra su antitipo, es decir, la liberación que se nos ofrece por medio del sacrificio de Jesús. En vista de esto, este cántico debe cantarse en forma de oración; con agradecimiento, intensidad y sinceridad.

105 — ¡Aclamemos al Primogénito de Jehová!: Nos habla del magnífico ejemplo de humildad de Jesucristo, su amor por su Padre y la recompensa que obtuvo, así como los beneficios que nos reportará su reinado. Cántelo con júbilo y respeto.

171 — La canción de victoria: Nos habla del poder que Jehová demostró con el ejército egipcio en 1513 a.E.C. y cómo lo volvió a demostrar cuando Jesús echó del cielo a Satanás y sus demonios en 1914. Este cántico debe entonarse victorioso, jubiloso y vigoroso.

195 —Este es el día de Jehová: Este cántico trata de lo que el Reino ha hecho desde 1914, lo que hará en el futuro cercano y lo que debemos hacer para beneficiarnos de él. Cántelo con alegría, confianza, seguridad y esperanza.

jueves, 7 de enero de 2010

VIVIR CRISTIANO: SIENDO OBEDIENTES AL ASISTIR A NUESTRAS ASAMBLEAS

“Y los hijos de Israel procedieron a hacer conforme a todo lo que Jehová había mandado a Moisés. Hicieron precisamente así” (Números 1:54).
Estamos en la segunda semana de enero de 2010 y seguro que están por acabar —si no es que han acabado ya— las asambleas de distrito “¡Manténganse Alerta!”. La información presentada fue sumamente oportuna para los que vivimos en el tiempo del fin. Las asambleas son, como se dijo en el último discurso de la asamblea de distrito 2009-2010— “toques de alarma”; de allí la importancia de aprovechar al máximo la información presentada. Sin embargo, se ha visto que hay algunos “detallitos” que muchos hermanos pasan por alto en estos importantes eventos, “detallitos” que en realidad demuestran nuestro amor a Jehová, la cantidad y calidad de aprecio que sentimos por la información que presenta el “esclavo fiel” y la obediencia a Jehová y sus representantes terrestres. A continuación trataremos algunos asuntos en los que quizás tengamos que mejorar.

Asientos: Por lo general contamos con Salones de Asambleas amplios o estadios grandes, pero en muchos casos podemos ver deficiencia de lugares, esto se debe a que cada vez más, miles de personas se unen a las filas de los adoradores verdaderos lo que representa un considerable aumento (Revelación 7:9). Especialmente en las asambleas de distrito y el día domingo (el día del drama) nuestras asambleas suelen ser concentraciones de miles de personas. Génesis 1:26 muestra que Jehová nos hizo a su imagen, lo que significa que podemos desplegar cualidades como las de él, como el amor, la justicia y la sabiduría. Ahora bien ¿imitaremos a Jehová al hacer uso de los asientos? ¿Cómo? Veamos:
“Cuando se abran las puertas […] nos abstendremos, por consideración a los demás, de correr o de abrirnos paso a empujones para llegar antes que nadie a nuestros asientos preferidos. Solo podemos reservar asientos para quienes viajan con nosotros en el mismo vehículo o viven en nuestra casa (1 Cor. 13:5; Fili. 2:4)” dijo Nuestro Ministerio del Reino de abril de 2004. ¿Ponemos en práctica estos consejos? Si llegamos temprano ¿nos limitamos a apartar lugar a los que viven en nuestra misma casa o viajan en nuestro vehículo, o le apartamos a nuestros amigos también? Si un amigo nuestro será acomodador en la asamblea o sabemos que llegará más temprano ¿nos pasa siquiera por la mente pedirle que nos aparte lugar? Si usted sirve de acomodador y alguien que no vive en su casa le pide que le aparte lugar ¿lo hace? En ambos casos no estamos imitando a Jehová ni su cualidad del amor porque 1 Corintios 13:5 dice que el amor “no busca sus propios intereses”. Tampoco estaríamos imitando la cualidad de la justicia; pregúntese ¿es justo y amoroso que hermanos que han madrugado para llegar temprano tengan que sentarse hasta atrás o lejos de la plataforma cuando yo o un mi amigo que no se ha esforzado tanto por llegar temprano tenga ya su lugar apartado? Si usted es un acomodador nunca olvide que al que más tiene más se le exige y si a usted se le ha considerado ejemplar para ese privilegio debería esforzarse por cumplirlo a cabalidad y obedecer las instrucciones del esclavo fiel.

Música: Desde tiempos antiguos la música ha formado parte íntegra en la adoración pura, como bien se mostró en el discurso “Versos que nos mueven a ‘vigilar cuidadosamente’ cómo andamos” del día viernes de la asamblea de distrito 2009-2010. La música sigue siendo parte importante en nuestras asambleas y el esclavo fiel y discreto ha hecho arreglos para que haya 20 minutos de música diarios, música tomada de la colección Kingdom Melodies. ¿Cuál debe ser nuestra actitud hacia el preludio musical? Veamos lo que nos dice el “esclavo fiel”:“Al inicio de cada sesión, cuando el presidente nos invite bondadosamente a tomar nuestros asientos antes de que empiece la música, debemos terminar nuestras conversaciones de inmediato y sentarnos para esperar a que comience el programa.” (Nuestro Ministerio del Reino abril de 2007). ¿Porqué deberíamos sentarnos a escuchar cuando empieza el preludio? Porque, como dijo un superintendente de circuito: ‘La música que se escucha en las asambleas centra nuestra mente en cosas espirituales y nos prepara mentalmente para recibir el alimento espiritual que está a punto de servirse’. ¿Hacemos caso omiso de este consejo, o nos sentamos a escuchar con atención la hermosa música del preludio? Quizás nos parezca algo pequeño pero no olvidemos lo que dijo Jesús en Lucas 16:10: “La persona fiel en lo mínimo es fiel también en lo mucho, y la persona injusta en lo mínimo es injusta también en lo mucho”. Si no obedecemos este pequeño consejo ¿realmente estamos preparados para ser obedientes en asuntos más serios? Además, tan solo pensemos en el arduo trabajo y la cantidad de años que llevó a cientos de hermanos —quizás miles de todo el mundo— el preparar nuestro nuevo cancionero, traducirlo a los idiomas respectivos, hacer las grabaciones en piano, hacer las grabaciones orquestales para las asambleas y hacer las grabaciones orquestales para los preludios ¿le parece poco eso? ¿Valora usted —al igual que Jehová— la música que ellos han preparado? ¿Le da poca importancia al resultado de tanto trabajo? De ser así, es posible que necesite mejorar la calidad de su aprecio hacia las cosas espirituales.

Compras: En varias localidades es común que vendedores ambulantes se acerquen al lugar de la asamblea atraídos por la multitud para tratar de vender sus productos, que al menos en mi país varían desde porta-tarjetas de solapa, forros para publicaciones hasta comida y bebidas calientes. ¿Cómo deberíamos actuar? El superintendente de circuito y la Sucursal de mi país han mandado continuas cartas pidiéndonos que no compremos con los vendedores ambulantes que venden sus productos frente a la entrada del salón del Asambleas, ¿por qué? Porque las aglomeraciones de ese tipo dan mal testimonio, además que en algunos casos han resultado en tragedias. La última carta que recibimos del superintendente de circuito nos rogaba que fuéramos obedientes. ¿Seremos obedientes al respecto? El hacerlo demostrará que nuestra lealtad a la soberanía de Jehová es sincera, pues aceptamos su autoridad y la que ha transferido a sus siervos nombrados por espíritu, de quién el apóstol Pablo dijo: “Sean obedientes a los que llevan la delantera entre ustedes, y sean sumisos” (Hebreos 13:17).

Goma de mascar: “No comer ni masticar chicle durante las sesiones es otra forma de mostrar respeto” dijo La Atalaya del 1 de noviembre de 2006, ¿porqué? Porque, como señala esa revista, las reuniones y asambleas son sagradas, y el mascar chicle (goma de mascar) demuestra falta de respeto al carácter sagrado de las reuniones.

Estos son solo algunos de los consejos que han dado el Esclavo Fiel y Discreto y sus representantes, consejos que se adaptan a las necesidades de cada circuito, distrito o país. En todo caso debemos ser obedientes en lo mínimo para ganar el favor de Jehová. Seguro que el desobedecer estos consejos no es un pecado muy grave, pero recordemos que nunca deja de ser un pecado pues Santiago 4:17 dice: “Por lo tanto, si uno sabe hacer lo que es correcto y, sin embargo, no lo hace, es para él un pecado.” Recordemos que Noé sobrevivió al diluvio porque “hizo precisamente así” (Génesis 6:22) y los Israelitas también “hicieron precisamente así” (Números 1:54). ¿Hacemos nosotros precisamente así? ¿Nos esforzamos por obedecer las instrucciones de Jehová mediante su “Esclavo” aún en las cosas que nos parecen muy pequeñas? Jesús dijo: “A todo el que oye estos dichos míos y los hace se le asemejará a un varón discreto […] Además, a todo el que oye estos dichos míos y no los hace se le asemejará a un varón necio” (Mateo 7:24, 26). Si obedecemos a Jehová hasta el grado que nuestra imperfección lo permita debemos estar felices, pues obedecer en “lo mínimo” nos traerá abundantes bendiciones (Deuteronomio 28:2; Lucas 11:28).