lunes, 10 de diciembre de 2012

“Protejamos el corazón”. Resumen del programa de la Asamblea de Distrito 2012. Parte 1


“En cuanto a Jehová, él ve lo que es el corazón” (1 Samuel 16:7)


Durante las últimas dos semanas las congregaciones reunidas participaron en una campaña para invitar a todos los interesados a la Asamblea de Distrito de este año. Los asistentes estaban ansiosos por que iniciara el programa. El primer discurso, ¿Por qué debemos proteger el corazón? Preparó el terreno para lo que habría de venir. La razón por la que debemos proteger el corazón la encontramos en Proverbios 4:23: “porque procedentes de él son las fuentes de la vida”. ¿Deberíamos confiar siempre en nuestro corazón? Proverbios 28:26 nos dice al respecto: “El que confía en su propio corazón es estúpido, pero el que anda con sabiduría es el que escapará.” ¿Por qué? Porque “el corazón es más traicionero que cualquier otra cosa, y es desesperado”, pero Jehová puede escudriñar nuestro corazón y darnos consejos para nuestro propio beneficio (Jeremías 17:9, 10).


El segundo discurso ¿De veras podemos lograr que el corazón sea obediente? Mostró que es necesario que nuestro corazón sea completo para con Jehová, sólo así tendremos su favor (2 Crónicas 16:9). Contamos con cinco ayudas para hacer obediente y completo nuestro corazón: la oración, la lectura y meditación de la Palabra de Dios, la corrección que recibimos por parte de algunos hermanos, la ayuda espiritual que nos brindan los ancianos de congregación y la amistad con nuestros hermanos cristianos.

Luego, la intervención ¿Tenemos una opinión equilibrada de nosotros mismos? basada en Romanos 12:3 nos ayudó a ver lo necesario que es no ser altivos, sino humildes, pero al mismo tiempo tener un grado razonable de autoestima. Con una escenificación quedó claro que cuando ejecutamos una labor excelente en la congregación no es motivo para jactarnos, sino para darle gloria a Jehová. A decir verdad, aunque tenemos habilidades y cualidades, es Jehová el que nos entrena para realizar dichas tareas.

El primer simposio de la asamblea se tituló ¡Cuidado con los graves problemas del corazón! Y analizó cuatro problemas serios: El corazón astuto, que puede llevarnos a cometer pecados serios (Pro. 7:10), o hasta hacer que nos engañemos a nosotros mismos, El “corazón doble”, que es un corazón dividido y que no sirve con plenitud a Jehová, sino que le sirve a madias, El “corazón irresoluto”, que es un corazón que no está dispuesto a trabajar ni a mostrar celo en la labor espiritual que tenemos por delante, y La “falta de corazón”, que está relacionada con la insensatez y falta de sagacidad, y esto a su vez lleva a la muerte (Pro. 7:7; 10:21).

Dejemos que la Palabra de Dios revela las intenciones de nuestro corazón fue el discurso temático. Se mostró que la Palabra de Dios es “viva” porque siempre avanza hacia su cumplimiento, que el uso de esta expresión en Hebreos 4:12 se refiere a las promesas divinas y que únicamente por extensión se refiere a la Biblia. Esta puede “discernir” las intenciones de nuestro corazón y hacer que hagamos cambios en él. Santiago 1:22-25 dice: “Sin embargo, háganse hacedores de la palabra, y no solamente oidores, engañándose a sí mismos con razonamiento falso. Porque si alguno es oidor de la palabra, y no hacedor, este es semejante al hombre que mira su rostro natural en un espejo. Pues se mira, y allá se va e inmediatamente olvida qué clase de hombre es. Pero el que mira con cuidado en la ley perfecta que pertenece a la libertad, y persiste en [ella], este, por cuanto se ha hecho, no un oidor olvidadizo, sino un hacedor de la obra, será feliz al hacer[la].” Tal como todos los días nos vemos al espejo, y al notar algo mal en nuestra apariencia física lo cambiamos, así debemos ver con cuidado en la Palabra de Dios. Cada vez que la leamos preguntémonos “¿realmente soy yo la persona que Jehová quiere que sea?” Para eso leamos la Biblia y veamos si somos hacedores de ella y no solamente oidores.

La sesión de la tarde inició con la parte Preguntas acerca del corazón, durante la que se respondieron a preguntas como ¿Ofrece la Biblia una explicación detallada sobre lo que el corazón simbólico es?, ¿Por qué distinguió Jesús el corazón de la mente en Mateo 22:37? ¿Por qué usaron los escritores bíblicos a los “riñones” como símbolo de los sentimientos más profundos, y por qué el Salmo 26:2 distingue al corazón de los riñones? Las respuestas fueron: No, la Biblia no ofrece una definición exacta sobre lo que el corazón es. Debemos entender su uso dependiendo del contexto. Por ejemplo en Filipenses 1:7 se refiere a los sentimientos, mientras que en Deuteronomio 4:39 se le pone en paralelo con la mente. En Mateo 22:37 se refiere al entero ser de uno, pero se le menciona separado de la mente, no para hacer una diferencia, sino para enfatizar que debemos amar a Jehová con todo nuestro ser: con alma, corazón y mente. En tiempos bíblicos los sacerdotes que hacían sacrificios animales podían darse cuenta lo “escondidos” que estaban los riñones. Por eso en la Biblia se les usa como símbolo de nuestros sentimientos más recónditos. En el Salmo 26:2 el corazón se refiere a nuestra personalidad completa, mientras que los riñones a nuestros sentimientos más profundos y escondidos.

Tras la intervención titulada No pongamos a prueba a Dios en nuestro corazón, el auditorio escucho una lectura dramatizada de Mateo 27:32-28:15 y Lucas 24:8-53. Durante la lectura se haría evidente la confusión, el dolor y las dudas que los discípulos sintieron tras la muerte de Cristo. Se respondería a las preguntas ¿A qué dificultades se enfrentaron los discípulos? ¿Cómo los ayudaron Jehová y Jesucristo a afrontar las pruebas? ¿A qué pruebas similares nos enfrentamos nosotros? Y ¿Qué nos da fuerza para seguir dando testimonio?

La serie de discursos Preparemos el corazón para… habló de distintos aspectos de nuestra adoración, abarcando la oración, el estudio, las reuniones, la predicación informal, afrontar la tentación y afrontar la persecución.

El último discurso titulado ¿Demostramos tener “corazón para trabajar”? hizo que pensáramos en el enorme trabajo que los judíos tuvieron que hacer tras su repatriación de Babilonia en el año 537 a.E.C. Las naciones fueron hostiles hacia esta labor, pero con la ayuda de Jehová y la dirección de Nehemías lograron terminar su obra. Al igual que aquellos judíos, nosotros tenemos una enorme labor de construcción, pero esta no es física, sino espiritual. Jesucristo nos encomendó la inmensa labor de predicar hasta la parte más distante de la tierra y hacer discípulos. Al igual que las naciones del tiempo de Nehemías, la gente en general es hostil a nuestro mensaje, pero eso no impide que trabajemos arduamente. También se nos dispensan herramientas necesarias para cumplir con nuestra comisión. El auditorio se emocionó al escuchar la presentación de los dos nuevos folletos Buenas noticias de parte de Dios y ¿Quiénes hacen la voluntad de Jehová hoy día? El primero se puede usar para iniciar cursos bíblicos con las personas, y el segundo se usará con estudiantes con suficiente conocimiento bíblico, pero que aún no han dado pasos para progresar en la congregación.

Así terminó el primer día, que ayudó a entender qué es el corazón simbólico y dio una advertencia de algunos de los problemas que nuestro corazón puede tener. Los asistentes regresaron a sus hogares, con ansias de examinar los nuevos folletos, que tendrían que llevar a la sesión de la mañana el día sábado para aprender a usarlos en el ministerio. En unos días más publicaremos el resumen del programa del día sábado.

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