lunes, 30 de agosto de 2010

Cantemos a Jehová, Curso Musical-Cuarta Parte

¡Llegó la cuarta parte del curso! ¿Terminaron la tercera? Seguramente, a estas alturas ha sido más fácil para ustedes entender las partituras de nuestros cánticos, y por supuesto, seguramente ahora es más fácil cantarlos.

En esta cuarta parte aprenderemos de un aspecto inusual en nuestro cancionero, llamado Tresillo, y es inusual porque está solo en un cántico.

Espero que sea de ayuda esta parte que abarca tres lecciones del curso. Para Megaupload y 4Shared.

http://www.4shared.com/file/7xuA1JY3/Parte_4.html

http://www.megaupload.com/?d=WXATRVKC

lunes, 23 de agosto de 2010

Cantemos a Jehová, Curso Musical-Tercera Parte

Nuestro curso musical ha sido bien recibido, y tengo la esperanza de que ayude a muchos hermanos a mejorar en el aspecto del canto, es un aspecto muy importante en nuestra adoración. En la parte tres del curso musical, aprenderemos sobre los compaces, clave de compás, armonía y Clave ¿qué es eso? Averígüelo en la tercera parte del curso, ahora en dos servidores, debido a que algunos tuvieron problemas en Megaupload. Abajo están los dos links.

http://www.4shared.com/file/k0-47NV5/Parte_3.html
http://www.megaupload.com/?d=5FCDU9Q8

lunes, 16 de agosto de 2010

Cantemos a Jehová, Curso Muical-Seguda Parte

¿Qué tal les fue con la primera parte del curso musical? Ahora va la parte dos, en la que aprenderá en dos lecciones sobre las Ligaduras y Legato, y el Puntillo. Es algo muy sencillo, pero muy importante. Clic aquí para descargar. Solo 3.07MB.

El link es para descargar en Megaupload, pero si no desean esperar los 40 segundos restantes, pronto estará listo el link para descargar desde el servidor de nuestro amigo Isaías Romero. Estén pendientes de los comentarios.

miércoles, 11 de agosto de 2010

¿ES UN BUEN MAESTRO DE LA PALABRA DE DIOS?

“El alimento sólido pertenece a personas maduras”

Hebreos 5:14


TIEMPO APROXIMADO DE LECTURA: 5 MINUTOS


Si usted es testigo de Jehová, también es un ministro ordenado por Dios, y por lo tanto, tiene la obligación de ir a predicar el Reino y enseñar la verdad bíblica a las personas (Mateo 28:19, 20). En vista de que somos maestros de la palabra de Dios, deberíamos preguntarnos, “¿qué clase de maestro soy?”. Debemos analizarnos a conciencia y ver si aplican en nosotros las siguientes palabras del apóstol Pablo: “En realidad, aunque deberían ser maestros en vista del tiempo, de nuevo necesitan que alguien les enseñe desde el principio las cosas elementales de las sagradas declaraciones formales de Dios; y han llegado a ser como quienes necesitan leche, no alimento sólido” (Hebreos 5:12).


Al leer la carta a los Hebreos, y compararla con las demás epístolas paulinas, nos damos cuenta de que el lenguaje y el estilo son muy diferentes. Esto se debe a que los hebreos tenían conocimiento de la ley, algo diferente en el caso de los gálatas, los corintios y los tesalonicenses. Por eso, el apóstol no se limitó a hablar de cosas sencillas, habló sin rodeos del antitipo de santo, el santísimo, el sacerdocio a la manera de Melquisedec y más cosas que los gentiles no hubieran entendido. Pero dijo: “En lo que respecta a [Jesús] tenemos mucho que decir y difícil de explicar, puesto que ustedes se han hecho embotados en su oír” (Hebreos 5:11), y luego dijo las palabras del versículo 12, en donde señala que se esperaba que los hebreos fueran maestros, pero que llegaron a ser personas inmaduras, que necesitaban “leche” y no “alimento sólido”. ¿Cómo evitar que nos suceda eso? Puesto que somos publicadores del Reino de Dios, y seguramente nos hemos dedicado a Jehová y nos hemos bautizado, se espera que seamos buenos maestros, y no niñitos espirituales que necesitan “leche”. Para saber si somos buenos maestros, veamos las siguientes preguntas, y vea cuántas puede responder correctamente:


01. —¿En qué año empieza la resurrección celestial?


02. —¿Cómo sabemos que el sueño de Daniel 4:23-37 (los siete tiempos) no se cumple solo en Nabucodonosor?


03. —Si en griego Juan 1:1 dice καὶ Θεὸς ἦν ὁ Λόγος (kai theos en ho lógos, “y Dios era la palabra”) ¿porqué la Traducción del Nuevo Mundo lo traduce “Y la palabra era un dios”, si ese “un” no está en el texto griego?


04. — ¿Por qué Hebreos 12:26 dice que Moisés “estimaba el vituperio del Cristo como riqueza más grande que los tesoros de Egipto”?


05. — Si los cristianos vivos desde 1914 componen la “generación” de Mateo 24:34, y esta se traslapa de modo que ‘no pasa’ hasta el fin, ¿cuántas veces se traslapa la vida de los ungidos?


06. — ¿Cuándo terminaron las “2300 tardes y mañanas” de Daniel 8:14 y con qué evento?


07. — ¿Qué relación hay entre el Cuerpo Gobernante y “el esclavo fiel y discreto”?


08. — ¿Qué diferencia hay entre un Señalado y alguien que fue Censurado?


09. — ¿De qué depende si la decisión de un comité judicial es una censura privada, censura pública o expulsión?


10. — ¿Son los ungidos mejores cristianos que las “otras ovejas”?


Por supuesto, nunca sabremos todo sobre la Biblia y la verdad, pero es necesario estar pendientes de “las cosas profundas de Dios”, lo que incluye profecías complejas, doctrinas básicas y asuntos de organización.


En realidad, ocho de diez preguntas formuladas arriba no es algo que no debamos saber. Deberíamos saberlo, por lo menos todos los testigos que tenemos más de cinco años en la organización de Jehová, pues son temas que se han tratado en La Atalaya, el libro Organizados y Nuestro Ministerio del Reino. Esto hace que veamos la necesidad de tener un programa regular de estudio personal, lo que incluye la preparación para las reuniones.


Quien niegue que prepararse para todas las reuniones es un reto, honestamente es una persona irreal o desocupada. Todos tenemos muchas cosas que hacer, y entre las más importantes están: el trabajo seglar, la familia, las reuniones, el ministerio del campo, conducir estudios bíblicos, atender a los amigos, y muchas otras cosas. ¿De dónde sacar tiempo para prepararnos? Bueno, pensémoslo de la siguiente forma.


El día tiene 24 horas, que empiezan a contarse a partir de las 12 de la media noche. Si dormimos ocho horas, nos quedan 16 horas. Si trabajamos ocho horas, nos quedan ocho horas “libres”. Supongamos que regresamos después del trabajo a las 6 P.M. ¿cuánto tiempo dedicamos a ver televisión o navegar por internet? Luego de ver televisión, cenar y platicar con la familia, seguramente estaremos demasiado cansados para prepararnos para la reunión, especialmente si la reunión es día jueves y estamos en miércoles. Entonces, ¿por qué no acortar el tiempo que vemos televisión o navegamos en internet a poco más de la mitad? Si hacemos eso, y dividimos nuestra preparación en sesiones cortas todos los días, veremos que nuestro estudio es productivo, y que, al final de la semana, nos habremos preparado bien con toda la reunión. Todo eso sin descuidar nuestra lectura diaria de la Biblia. Si invertimos una hora diaria para preparación y estudio, nos daremos cuenta de que aún nos quedan ¡siete horas! Horas que podremos dedicar a otras actividades recreativas o familiares. Todo es cuestión de dividir en porciones nuestras actividades. Aún si trabajamos más de ocho horas, veremos que tendremos bastantes horas “extras” en el día. A continuación pongo para descarga un programa diario de preparación y para las reuniones. Notará que se invertirá un máximo de 50 minutos diarios y un mínimo de 30 minutos. El programa está basado en la semana en que la reunión de la Escuela del Ministerio Teocrático y la Reunión de Servicio son día jueves, y el discurso público y el estudio de La Atalaya es domingo. Si ese no es el caso de su congregación, simplemente puede correr un día cada porción de estudio. Este programa de 30/50 minutos diarios incluye la lectura del texto diario (de podría hacerse por la mañana), y la lectura de la Biblia (que puede hacerse en cualquier momento del día), lo que hace más cortas las sesiones de estudio. Descargue aquí.


Si estamos dispuestos a dedicar tiempo para estar bien preparados, en poco tiempo nos daremos cuenta de que hemos mejorado en nuestra vida, nuestra relación con Jehová y nuestro ministerio. Jehová no quiere que le demos las sobras de nuestro tiempo, él quiere tiempo de calidad. Por eso nos exhorta: “vigilen cuidadosamente que su manera de andar no sea como imprudentes, sino como sabios, comprándose todo el tiempo oportuno que queda, porque los días son inicuos” (Efesios 5:15, 16).


Aún así, Jehová no es demasiado exigente, y pronto nos daremos cuenta de que podremos dedicar tiempo para él y para aumentar nuestro conocimiento, sin descuidar otras actividades importantes.


Estemos dispuestos a ser enseñados por él, y demostrar que realmente apreciamos el abundante alimento espiritual ¡que nunca nos hagamos ‘embotados en nuestro oír’! Leamos y pongamos en práctica las enseñanzas de la Biblia, y tengamos siempre presentes las palabras de Hebreos 6:1: “Por esta razón, ya que hemos dejado la doctrina primaria acerca del Cristo, pasemos adelante a la madurez”.

lunes, 9 de agosto de 2010

Cantemos a Jehová, Curso Musical—Primera parte

Jehová nos ordena que lo alabemos con música. El estar bien preparados para las reuniones implica estar bien preparados con los cánticos. El que no lo estemos y nos equivoquemos al cantar en las reuniones es algo penoso porque la organización ha puesto a nuestro alcance las melodías en piano y las versiones corales, solo es cuestión de dedicar tiempo a ensayar. Además, el cancionero también incluye pentagramas. Lamentablemente, en nuestro medio la educación musical recibida es escasa. Por ese motivo, me complace hacer disponible un curso musical enfocado al cancionero Cantemos a Jehová. En este momento está disponible la primera parte del curso, en donde se aprende lo básico de la música. Aprenderá las partes de un pentagrama, las notas, la altura, duración y silencios. Con imágenes y audios de ejemplo. Solo 2.68MB, haga clic aquí para descargar.