“A una hora que no piensan que es, viene el Hijo del hombre”
—Mateo 24:44—
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La segunda venida de Cristo ha sido un tema absorbente para los estudiantes sinceros de la Biblia a lo largo de los siglos. La iglesia Católica Romana habla poco de eso, mientras que las iglesias evangélicas y adventistas esperan con ansias el día en que Cristo venga para llevárselos al cielo. Para esas iglesias, los acontecimientos mundiales son un indicio de que Cristo está por venir, y se basan en la profecía de Mateo 24 para apoyar esa creencia. El relato empieza “Dinos, ¿cuándo serán estas cosas, y qué señal habrá de tu venida, y del fin del siglo?” Jesús responde: “se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares. Y todo esto será principio de dolores” (Mateo 24: 3, 7, 8Reina-Valera). ¿Son las cosas así? Analicemos Mateo 24:3. Los discípulos le preguntan: ‘¿cuándo será la señal de tu venida?’ el texto griego es:
οτεταυταεσταςκαιτιτοσημειοντηςσηςπαρουσιαςκαισυντελειαςτουαιωνος
(otetautaestaskaiti to seemeion tees sees parousiaskaisynteleiastouaioonos)
Literalmente dice:
Cuando estas cosas serán y qué la señal de tu presencia y [la] consumacióndelsiglo
Notemos el uso que se da a la palabra παρουσιας, parousías. Literalmente se traduce “presencia” ¿y qué diferencia hay? El Diccionario Expositivo de Palabras del Antiguo y Nuevo Testamento de W. E. Vine dice, bajo Advenimiento: “parousia (parousiva, 3952), lit.: presencia (para, con, y ousia, un ser; de eimi, ser). Denota tanto una llegada como una consiguiente presencia con”.
La Atalaya contrastan la palabra “presencia” con “ausencia”, según las utilizó el apóstol Pablo en 2 Corintios 10:10, 11 con Filipenses 2:12 (Vine también usa este último versículo para contrastar presencia (parousía) con ausencia (apousía)). Véase La Atalaya del 15 de Febrero de 2008, páginas 21, 22 párrafos 1 a 7.
Vine habla también de la parousía de Cristo, y dice al respecto: “Cuando se usa del retorno de Cristo, en el arrebatamiento de la Iglesia, significa no meramente su llegada momentánea por sus santos, sino su presencia con ellos desde aquel momento hasta su revelación y manifestación al mundo”.
Los testigos de Jehová hemos entendido que la parousía de Cristo empezó en octubre de 1914, al finalizar los siete “tiempos señalados de las naciones” y al ser coronado como Rey del Reino Mesiánico (Lucas 21:24; Daniel 7:13, 14). En vista de que la palabra griega no se refiere a una venida momentánea, sino a un estarse con alguien, la presencia de Cristo empezó en octubre de 1914 y se extiende a lo largo de las décadas hasta el fin del sistema de cosas. Por esa razón, la Traducción del Nuevo Mundo, las versiones interlineales y otras traducciones de la Biblia traducen el texto más o menos así: “¿Cuándo serán estas cosas, y qué será la señal de tu presencia y de la conclusión del sistema de cosas?”. ¿Significa eso que la venida de Cristo empezó en 1914? No, veámoslo.
El traducir el texto de forma que diga “tu venida”, en vez de “tu presencia” es un grave error de traducción. Sin embargo, si usamos una versión de la Biblia como la Reina Valera, debemos entender que la “venida” de Mateo 24:3 sí empezó en 1914, aunque es mejor usar una traducción más exacta que en vez de “venida” diga “presencia”. En griego sí hay una palabra correspondiente para venida, es la palabra ἔρχομαι, (érkjomai), y en Mateo 16:17 se usa de la siguiente forma: “Porque el Hijo del hombre está destinado a venir en la gloria de su Padre con sus ángeles, y entonces recompensará a cada uno según su comportamiento”. Por lo tanto, existe una gran diferencia entre la presencia de Cristo, y su venida, aunque ambas cosas están relacionadas. Sabemos que la venida de Cristo no es lo mismo que su presencia, porque en Mateo 16:17 se dice que vendrá y “entonces recompensará a cada uno según su comportamiento”. Esa misma idea se transmite en Mateo 25:31-46 cuando habla del juicio sobre las “ovejas y las cabras” y la recompensa de cada grupo. Ningún juicio de ese tipo se realizó en 1914. Algo notable es que en casi todos los pasajes en donde Jesús habla de su venida, hace mención de su venida “con sus ángeles”, y podemos entender a qué se refiere cuando leemos las palabras del apóstol Pablo cuando dijo: “al tiempo de la revelación del Señor Jesús desde el cielo con sus poderosos ángeles en fuego llameante, al traer él venganza sobre los que no conocen a Dios y sobre los que no obedecen las buenas nuevas acerca de nuestro Señor Jesús” (2 Tesalonicenses 1:7, 8). Notemos que ahora la venida de Cristo se enlaza con el hecho de traer destrucción “a los que no conocen a Dios y [venganza] sobre los que no obedecen las buenas nuevas”. Por lo tanto, la venida de Cristo acontecerá cuando él venga a juzgar a las naciones y a ejecutar el juicio de Dios sobre los malvados.
Entonces, ¿cuándo acontece la venida de Cristo? Queda claro que es un acontecimiento futuro. Es cierto que la presencia de Cristo empezó en 1914, pero su venida aún no ha acontecido. Cuando él venga empezará la Gran Tribulación, lo que conducirá a su final al entero sistema de cosas actual. ¡Cuánto anhelamos la venida de Cristo, cuando él nos diga “Vengan, ustedes que han sido bendecidos por mi Padre, hereden el reino preparado para ustedes desde la fundación del mundo”! (Mateo 25:34).