lunes, 31 de mayo de 2010

APARTADO ESPECIAL: ¿DEBERÍA LEER ESTE BLOG?

“Sigan asegurándose de lo que es acepto al Señor”
— Efesios 5:10 —

¿Por qué surge esa pregunta? Todo es a raíz de las palabras que aparecieron en Nuestro Ministerio del Reino de noviembre de 1999 que decía: “Cabe notar que se han creado sitios en la Red con el aparente propósito de predicar las buenas nuevas. En muchos casos los mantienen hermanos poco juiciosos, y en otros, apóstatas deseosos de atraer a los incautos (2 Juan 9-11). Al referirse a si es preciso que nuestros hermanos creen tales sitios, la página 3 de Nuestro Ministerio del Reino de noviembre de 1997 dijo: “No hace falta que ninguna persona cree páginas en Internet para divulgar las actividades o creencias de los testigos de Jehová, pues el sitio oficial [www.watchtower.org] proporciona información exacta para quien desee acceder a ella”. En vista de estas instrucciones; ¿debería leer este Blog?

Cabe destacarse el hecho de que este blog no tiene el propósito de predicar las buenas nuevas. De hecho, el título de este blog es “Conociendo las cosas profundas de Dios”, basado en 1 Corintios 2:10. El mismo título revela que no es para predicar las buenas nuevas, ¿por qué no? Porque este Blog analiza verdades y hechos históricos profundos que una persona que no es testigo de Jehová no entendería. Este Blog va dirigido a testigos de Jehová dedicados y bautizados o estudiantes avanzados de la Biblia. ¿Será que el autor de este Blog cree que la información que dan las publicaciones de la organización es incompleta? Nada más lejos de la realidad. Usted puede comprobar en cada publicación de este blog que esta información está basada en su totalidad en publicaciones del “esclavo fiel”, ¿no son suficientes las publicaciones? Por supuesto que sí, y esas publicaciones son las únicas en el mundo que nos dicen la voluntad de Jehová de forma exacta. Este Blog no intenta sustituir las publicaciones de la organización. Simplemente canaliza esa información a necesidades personales y locales. Un ejemplo sencillo es sobre ser obedientes en lo mínimo. Ya hemos tratado la importancia de las asambleas, y hemos visto instrucciones que ha dado el esclavo sobre sentarnos y escuchar el preludio musical y sobre apartar lugares en las asambleas, pero se ha visto que en algunos lugares los acomodadores, como deben llagar más temprano al local de la Asamblea, apartan lugares a sus amigos. ¿Qué dijo el Blog al respecto? No alteró la información que dio la organización, simplemente la canalizó a este caso local y señaló que los acomodadores deberían ser ejemplo a los demás hermanos, y por lo tanto se esperaría que fueran obedientes a las instrucciones dadas por el esclavo fiel.

El autor de este Blog no se ve en la necesidad de copiar-pegar la información publicada por el Esclavo Fiel, sino que escribe cuidadosamente cada publicación asegurándose así de no violar la instrucción que apareció en Nuestro Ministerio del Reino de Septiembre de 2002, página 8. Así que tampoco viola las leyes por derechos de autor y derechos de propiedad.

¿Debería usted leer este Blog? Esta publicación electrónica no pretende sustituir el alimento espiritual que sirve al tiempo apropiado el Mayordomo fiel, y tampoco viola ninguna instrucción que ha dado el esclavo. El Esclavo Fiel no avala ninguna publicación electrónica no oficial, así que lo que se escriba en este tipo de publicaciones electrónicas no es responsabilidad de ellos. Si debería leer o no este blog es un asunto puramente suyo y una responsabilidad enteramente suya. Si su conciencia le dicta no leer este tipo de publicaciones electrónicas, está bien, y si sí se lo permite, es decisión suya. Reitero el hecho de que no pretendo tomar el lugar que Jesús ha dado a su esclavo, más bien, animo a todos a emprender una investigación cuidadosa de todas las cosas, basándose únicamente en la información que Jehová nos da mediante estos hombres nombrados y guiados por espíritu Santo.

lunes, 24 de mayo de 2010

¿LE DEDICA TIEMPO A SU MEJOR AMIGO?


“Un compañero verdadero ama en todo tiempo”

— Proverbios 17:17 —


TIEMPO APROXIMADO DE LECTURA: 6 MINUTOS


Imagine esto: su mejor amigo se llama Fred, y Fred, aunque ha estado varios años en su congregación tiene que regresar a su país de origen que está al otro lado del mundo. Seguramente usted no está dispuesto a que la distancia rompa la amistad con él, ¿verdad? Así que cuando él ya ha regresado a casa usted decide enviar un E-mail para mantenerse en comunicación. Al día siguiente, está ansioso por leer la respuesta, pero cuando revisa su bandeja de entrada, se lleva la sorpresa de que no ha respondido. “Bueno, quizás no pudo leerlo ayer”, piensa. Pero pasan las semanas y los meses y él no responde. Entonces vuelve a enviar un E-mail y sucede lo mismo. ¿Será que le ha pasado algo malo? Bueno, entonces averigua el número de teléfono y le llama a eso de las 8:00 P.M. (Horario del país de él) ¡Por fin le responde! Usted le dice: “Amigo, tenemos tanto tiempo de no hablar, ¿cómo has estado?”, entonces, para su sorpresa, Fred le dice: “¡Uf! Lo siento amigo, pero acabo de llegar al trabajo y ahora estoy viendo televisión y no puedo atenderte, ¿puedes llamar otro día? ¡Ha! Y perdón, pero tampoco he respondido tus E-mails porque no he tenido ánimos” ¿cómo se sentiría usted? ¿Se sentiría traicionado? Es posible, y lo más seguro es que se de cuenta de que Fred en realidad no es un verdadero amigo. Proverbios 17:17 dice que “un compañero verdadero ama en todo tiempo”, y se supone que siempre se tiene tiempo para los amigos, a menos que haya algo verdaderamente urgente que atender. ¿Actuaría usted como Fred? “¡Claro que no!”, de seguro es su respuesta, pero, piense en esto, ¿Se ha dado cuenta de que, probablemente usted y yo hemos hecho lo mismo que Fred? Veamos:


¿En qué se basa la amistad verdadera? Debe haber amor mutuo y sincero, confianza, sinceridad y respeto. Los amigos se conocen mutuamente y saben cómo es el otro, y esto se logra comunicándose constantemente. ¿Quién es su mejor amigo? Es posible que responda diciendo el nombre de una persona humana, pero, ¿acaso no debería ser Jehová, una persona-espíritu, su mejor amigo? Ahora bien, si se le preguntara qué tanto conoce a Jehová, ¿cuál sería su respuesta? ¿Revelaría su respuesta que Jehová de verdad es su amigo? Jehová nos conoce a la perfección, y sabe qué sentimos y qué necesitamos, aún antes de que se lo pidamos (Mateo 6:8; 10:30; Salmo 103:14). Así que Jehová no necesita que le digamos nada para conocernos a la perfección, pero, contrario a él, nosotros sí necesitamos esforzarnos para conocerlo a él. Sin embargo no es una tarea difícil pues Jehová mismo ha dado los medios necesarios para que lo conozcamos. Tenemos la palabra escrita de él, la Biblia, el “libro de la creación”, y el ejemplo perfecto de su hijo Jesucristo (2 Pedro 1:21; Romanos 1:20; Juan 14:9).


Para una amistad duradera y sincera se requiere comunicación, pero no que solo una parte sea la comunicadora; se requiera comunicación mutua. Entonces, ¿cómo nos comunicamos con Jehová? Es fácil, mediante la oración. ¿Ora usted todos los días? Hay quienes sienten difícil orar, no porque piense que Jehová no los escucha, sino porque no se consideran dignos de dirigirse a él. Sin embargo, la oración es un medio importantísimo para mantenernos espiritualmente fuertes y en comunicación con el ser más grande del universo. Él mismo nos invita a acercarnos a él, pues es el “oidor de la oración” (Santiago 4:8; Salmo 65:2)*.


Pues bien, ¿cómo se comunicará Jehová con usted? Mediante su palabra escrita, la Biblia. Entonces viene la gran pregunta, ¿lee usted la Biblia todos los días? Si su respuesta es positiva ¡felicidades! No es una tarea fácil, pero usted se toma el tiempo para cultivar una relación con Jehová. Pero si su respuesta es negativa, responda para sí mismo la siguiente pregunta, “¿cómo está su relación con Dios?” La Biblia nos insta a orar incesantemente, y es posible que lo hagamos, pero probablemente solo oremos, pero no leamos la Biblia a diario.


Hay tantos factores que influyen en la cantidad de tiempo que dedicamos al estudio personal, la oración, la meditación y la lectura de la Biblia, como el trabajo, la familia, el hogar y las reuniones cristianas.


Regresemos a la ilustración del principio: Usted es Fred ahora, y regresa a casa tras un largo y agotador día de trabajo. Lo que más quiere es comer y descansar. Entonces, tras la cena, se sienta en el sofá a ver la televisión cuando recibe la llamada de su amigo, ¿cuál sería su respuesta? ¿Sería: “no tengo tiempo para ti porque estoy muy cansado”, o, “me alegra volver a escucharte, charlemos”? Seguramente sería la segunda respuesta. Entonces, tras un largo día de trabajo y ocupaciones, ¿cuál es su respuesta a Jehová? ¿Le dice a Jehová: “Lo siento, estoy muy cansado para escucharte”? Aunque no nos atreveríamos a decirle a Jehová “Estoy muy cansado para escucharte”, en la práctica, le decimos eso cuando no leemos su palabra a diario, y preferimos ver televisión, escuchar música o navegar en internet. Al finalizar el día usted ha hecho muchas cosas importantes, pero, ¿se ha comunicado con Jehová y ha permitido que él se comunique con usted? Si no ha leído la Biblia porque estaba “muy cansado”, pregúntese, ¿cómo se siente Jehová de que “estoy muy cansado para oírle”? ¿Será que, al igual que el amigo de Fred, tiene los sentimientos heridos?


Meditar en el estado de nuestra amistad con nuestro padre celestial seguro nos hará darnos cuenta que debemos mejorar en algo, pero todo esfuerzo por acercarnos a él y ser sus amigos valen la pena. Es un gran privilegio ser amigos del ser que hizo todo, que tiene sabiduría infinita y poder absoluto. No desperdiciemos ese privilegio ni lo demos por sentado. Solo si aprovechamos ese privilegio podremos tener fe verdadera en él y sus propósitos, y por ende, sobrevivir al fin de este inicuo sistema de cosas. Entonces, ¿le dedica tiempo a su mejor amigo? Que la respuesta de cada uno de nosotros sea un rotundo “sí”, aunque esto implique “comprar” tiempo de nuestras actividades o descanso para leer a diario su palabra inspirada (Efesios 5:15, 16; 2 Timoteo 3:16).


*NOTA: Si no puede dirigirse a Jehová mediante la oración porque ha cometido un pecado, y esto hace que se sienta indigno de orarle es urgente que siga la exhortación de Santiago 5:14, de llamar a los ancianos, confesar el pecado y dejar que la corrección de Jehová mediante ellos haga sanar nuestra enfermedad espiritual.

lunes, 17 de mayo de 2010

LA WATCHTOWER ¿REALMENTE LA DIRIGE JEHOVÁ? PARTE 3

“En aquel tiempo los justos resplandecerán tan brillantemente como el sol”
— Mateo 13:43 —

TIEMPO APROXIMADO DE LECTURA: 7 MINUTOS


LEER PRIMERA Y SEGUNDA PARTE


Nadie puede negar que en 1914 empezó una nueva época marcada por angustias sin final. El mundo se vuelve cada día más peligroso y las personas, lejos de pensar en su prójimo o sus propios hijos, siguen arruinando nuestro planeta por propósitos egoístas. ¿Acaso se supo lo que acontecería de antemano? Así es, y del grupo que predijo esos sucesos el periódico neoyorquino The World dijo en 1914: “El tremendo estallido de guerra en Europa ha cumplido una profecía extraordinaria. Durante el pasado cuarto de siglo, por medio de predicadores y por medio de la prensa, los ‘Estudiantes Internacionales de la Biblia ‘(testigos de Jehová), […], han estado proclamando al mundo que el Día de la Ira profetizado en la Biblia amanecería en 1914. ‘¡Tenga cuidado con 1914!’ ha sido el lema de centenares de evangelizadores viajeros” (The World, 30 de agosto de 1914).


Por unos cuarenta años los Estudiantes de la Biblia proclamaron por todo el mundo que en octubre de 1914 se vencería el período llamado en la Biblia “los tiempos de los gentiles”, y que esto traería una época de tribulación sin precedentes. Ahora bien ¿qué aconteció? La profecía bíblica lo revela. El reino Mesiánico estaba a punto de nacer en los cielos, pero antes de que este naciera en octubre de 1914, el gran Dragón, Satanás el Diablo, estaba listo para intentar impedir el nacimiento del Reino, pero si no lograba impedirlo, lo devoraría tras su nacimiento (Revelación 12:1-4). Tal y como lo pintó la profecía Satanás hizo estallar la I Guerra Mundial justo antes del nacimiento del Reino, solo unos tres meses antes, en Julio de 1914 (Véase la entrada “¿Coinciden las fechas?”). Desde ese mes en adelante, empezó a verse claramente la señal compuesta que dejó Jesús que incluía Guerras mundiales, hambrunas nunca antes vistas, grandes terremotos, grandes pestes y muchas cosas más (Mateo capítulo 24 y Lucas 21). ¿Quiénes fueron los únicos que discernieron el año exacto en que ocurrirían estos acontecimientos, cuatro décadas antes? Los testigos de Jehová.


Es notable que desde 1914 se cumplieran extraordinarias profecías con gran exactitud en el grupo de los testigos de Jehová (conocidos entonces como “Estudiantes de la Biblia”), profecías como la de los tres tiempos y medio, que se menciona tanto en Daniel como en Revelación, la profecía de los 1290 días y la de los 1335 días (Daniel 7:25; 12:7; 12:11, 12; Revelación 11:2, 3; 13:5). Ahora bien, al pasar los años fueron apareciendo en el escenario mundial elementos que cumplían profecías bíblicas. Uno de esos elementos fue la Liga de Naciones que vino a existir en enero de 1919 y que encarnó el papel de la “cosa repugnante que causa desolación” mencionada por Daniel y por Jesús mismo (Daniel 11:31; Mateo 24:15). El propósito de la Liga de Naciones era la paz mundial, pero no lo logró, y se hizo más que evidente que era inútil en 1939, cuando estalló la II Guerra Mundial. A partir de ese año esta sociedad se sumió en un abismo de inactividad. Esta inactividad permitió a Jehová demostrar a quién estaba utilizando para entender su palabra profética, ¿cómo?


Unos tres años después de que la Liga de Naciones estuviera, prácticamente, inexistente, el 20 de septiembre de 1942, el hermano N. H. Knorr dio el famoso discurso “Paz… ¿será duradera?” y este cambió radicalmente la forma de pensar de los estudiantes de la Biblia de aquel entonces. Ellos esperaban que la II Guerra Mundial condujera al Armagedón. Sin embargo, en este discurso el hermano Knorr declaró que esa guerra no era la guerra de Dios, si no que la ganaría Estados Unidos. También declaró que después de esa guerra vendría un período de “paz” que se aprovecharía para predicar. Pero también dijo que después de esa guerra, en cumplimiento de Revelación 17:8, la Liga de Naciones reaparecería. ¿Qué sucedió? La historia lo responde: Unos tres años después de ese discurso acabó la guerra y la ganó Estados Unidos. Vino un período de “paz” y la Liga de Naciones reapareció, ahora con el nombre de Organización de las Naciones Unidas (ONU), ¿cómo supieron los testigos de Jehová estos detalles con tres años de antelación? ¿Acaso no es prueba de que Jehová, efectivamente, los estaba dirigiendo?


¿Qué grupo religioso ha explicado con tanta exactitud profecías bíblicas y ha discernido su cumplimiento? No existe otro aparte de los testigos de Jehová. Jesús predijo que durante el tiempo del fin podría hacerse evidente quiénes eran los verdaderos “hijos del Reino”, los ungidos (Mateo 13:43). Mientras que la iglesia católica lucha por mantenerse viva en un mundo en el que ya no ejerce el poder que solía tener, los testigos de Jehová seguimos creciendo en todo el mundo, y cada año un promedio de 250.000 personas se bautizan simbolizando su dedicación a Dios (Isaías 2:2, 3). Mientras que las iglesias protestantes siguen dividiéndose en más y más sectas, los testigos seguimos uniéndonos cada vez más en todo el mundo. Pregúntese, ¿qué otro grupo religioso tiene tanta unidad doctrinal? ¿Qué otro grupo religioso tiene tanto amor, sin importar la condición o raza de sus miembros? ¿Qué otro grupo religioso tiene sus publicaciones en más de cuatrocientos idiomas, con exactamente la misma información? ¿Qué otro grupo religioso se preocupa de que, incluso sus canciones de alabanza, se canten en muchos idiomas, con el mismo ritmo y la misma letra? No hay duda, únicamente los testigos de Jehová han alcanzado la unidad verdadera en este mundo dividido (Miqueas 2:12) Las personas que pertenecen a la cristiandad mueren espiritualmente de hambre, están abandonadas. Contrario a eso, nosotros estamos disfrutando en un paraíso espiritual, con mucho alimento espiritual. Diariamente podemos alimentarnos espiritualmente con el folleto Examinando las Escrituras Diariamente. Semanalmente recibimos unas cuatro horas de información bíblica en las reuniones. Mensualmente recibimos tres revistas. Anualmente tenemos seis días de instrucción especial en las Asambleas. Anualmente recibimos nuevas publicaciones. ¿Acaso está usted muriéndose de hambre espiritual? No, porque únicamente en nosotros se cumple la profecía de Isaías 65:13.


¿Acaso no es un privilegio pertenecer a este grupo único en el mundo? Ahora bien, ¿disfruta usted completamente de todas las bendiciones que Jehová nos da por estar en ese grupo? Por ejemplo, si a usted se le preguntara sobre Revelación 17:8 ¿podría explicarlo? Dado que Jehová no ha acortado su mano para darnos entendimiento espiritual, usted debería saber explicarlo. Nunca de por sentadas las provisiones de Jehová, ¿ve solo los defectos en los hermanos, o los ama por sus cualidades? ¿Canta de todo corazón los hermosos cánticos del reino en su idioma? ¿Lee el texto diario todos los días? ¿Asiste usted a todas las reuniones semanales? ¿Lee todas las revistas todos los meses? ¿Asiste a todas las asambleas, sin perderse ni una sesión? ¿Ha leído ya las publicaciones nuevas, a saber, el libro “Testimonio Cabal” y el folleto “La Biblia”? Una respuesta positiva a todas esas preguntas revelará que usted sí valora todas las bendiciones de Jehová.


No hay duda de que Jehová dirige al “esclavo fiel y discreto”, al Cuerpo Gobernante y a la Watchtower. Todo lo que los testigos de Jehová hemos logrado se debe únicamente al espíritu de Jehová. Así que siga demostrando que valora su lugar en la congregación, y no olvide, la congregación es única en el mundo. Si la dejamos, ¿encontraremos algo mejor? En lo absoluto, porque un lugar mejor sencillamente no existe.

lunes, 10 de mayo de 2010

LA WATCHTOWER ¿REALMENTE LA DIRIGE JEHOVÁ? PARTE 2

“En aquel tiempo los justos resplandecerán tan brillantemente como el sol”
— Mateo 13:43 —

TIEMPO APROXIMADO DE LECTURA: 8 MINUTOS


LEER LA PRIMERA PARTE


Dado que, como vimos la semana pasada, no podemos adorar a Jehová por nosotros mismos, sino que debemos pertenecer a la organización que él dirige, obedeciendo a los hombres que él ha nombrado surge la pregunta, ¿son los testigos de Jehová esa organización que él dirige? Algo que podría hacer surgir dudas podría relacionarse con entendimientos equivocados sobre la verdad que ha habido a lo largo de los años. 1914 y 1975 ¿le suenan conocidas esas fechas? Es posible, y lo más seguro es que se recuerde de ellas como fechas fallidas del fin. ¿Indica lo que se dijo respecto a esos años que la organización de Jehová no cuenta con el favor divino?


Respecto a 1914, sabemos que los testigos de Jehová esperaban el fin para esa fecha. Ellos sabían que los tiempos de los gentiles habían empezado en 606 a.E.C.* y que terminarían en 1914, lo que significaba que Jesús empezaría a gobernar como Rey del Reino de Dios (Lucas 21:24 Reina Valera). Aún así, no estaban seguros de lo que pasaría en ese año. De hecho, a principios de ese mismo año la revista The Watch Tower dijo: “el Año 1914 es el último de lo que la Biblia llama ‘Tiempos de los Gentiles’ —el período en que Dios permite a las naciones de la tierra hacer su mejor esfuerzo por dominar el mundo—. El fin de sus ‘Tiempos’ marca la fecha para el inicio del Reino del Mesías, y la Biblia declara que esto será anunciado por un gran Tiempo de Tribulación, que, tal como lo vemos, es inminente”, pero solo un párrafo después dijo: “Como ya hemos señalado, no estamos de ninguna manera seguros de que este año, 1914, presenciará cambios radicales y rápidos en la Administración […] No importa qué ocurrirá o qué no ocurrirá durante estos años, nuestra fe en el gran Plan Divino de las Edades y la Siega no será sacudida ni un poco” (The Watch Tower, 1 de Enero 1914, página 3). Estas palabras revelan que, aunque esperaban grandes cosas, estaban consientes que no les competía saber qué exactamente ocurriría. ¿Qué hay de 1975? En 1966 se publicó el libro Life Everlasting —In the freedom of the Sons of God que presentaba la fecha de la creación del hombre en 4026 a.E.C. y señalaba que los 6000 años de historia humana terminarían en 1975 ¿por qué debe interesarnos? Porque la Biblia señala que Jehová trabajó “seis días” creativos y al “séptimo procedió a descansar”. Basándose en la ley del sábado típico de la nación de Israel, y en el significado profético de los jubileos, llegaron a la conclusión de que en 1975 podría empezar el reinado milenario de Jesucristo, quien se hizo llamar “Señor del sábado” (Para detalles véase la entrada “1975… ¿Predicho el fin del mundo?"). Sin embargo, y contrario a lo que los secuaces de Satanás quieren hacernos creer, los testigos nunca aseguraron qué pasaría en 1975. De hecho, antes de esa fecha la revista The Watchtower (La Atalaya, en español)dijo: “¿Significa esto que el año 1975 traerá la batalla de Armagedón? Nadie puede decir con certeza qué en particular traerá ese año. Jesús dijo: “Respecto aquel día o la hora, nadie sabe” (Marcos 13:32). Suficiente es para los siervos de Dios saber con certeza de que a este sistema bajo Satanás se le está acabando el tiempo. ¡Qué tonta sería una persona que no estuviera despierta y alerta al tiempo limitado que queda, a los eventos trascendentales que pronto tomarán lugar, y a la necesidad para trabajar para su propia salvación!” (The Watchtower, 1 de mayo de 1968, página 272). Así que las palabras de Jesús en Marcos 13:32 de que nadie sabe la fecha en que vendrá el fin resonó con constancia desde 1966 hasta 1975. ¿Indican las especulaciones del pasado que los testigos de Jehová no cuentan con la guía divina?


Quien no conoce la historia bíblica del cristianismo verdadero podría imaginarse tal cosa. Sin embargo no debemos pasar por alto una pregunta muy importante que hicieron los propios apóstoles de Jesucristo: “Señor, ¿estás restaurando el reino a Israel en este tiempo?” (Hechos 1:6). ¿Qué tiene de malo esta pregunta? Revela que, al igual que los testigos de tiempos modernos, los apóstoles ungidos de Jesús también tuvieron en cierto momento ideas erróneas. En la pregunta que plantearon en Hechos 1:6 revela que ellos tenían dos grandes ideas equivocadas: 1) que Jesús restauraría el reino a Israel y 2) que lo haría en ese tiempo. La respuesta de Jesús sirvió para reprender, tanto a los apóstoles y discípulos del siglo primero, como a los cristianos ungidos de tiempos más modernos: “No les pertenece a ustedes adquirir el conocimiento de los tiempos o sazones que el Padre ha colocado en su propia jurisdicción” (Hechos 1:7). Con estas palabras Jesús no corrigió la idea de que se restauraría el Reino al Israel carnal porque solo unos días después se haría evidente de que Jehová había escogido una nueva nación. Sin embargo sí les hizo ver que no les competía tratar de saber cuándo actuaría Jehová mediante el Reino. Lamentablemente, los testigos de tiempos modernos casi pasaron por alto esa advertencia. Sin embargo, eso no nos indica tampoco que Jehová no los guiara; de hecho, también les pasó lo mismo a los cristianos ungidos del siglo primero, por esa razón el apóstol Pablo vio necesario darles la siguiente advertencia: “Tocante a la presencia de nuestro Señor Jesucristo y el ser nosotros reunidos a él, les solicitamos que no se dejen sacudir prontamente de su razón, ni se dejen excitar tampoco mediante una expresión inspirada, ni mediante un mensaje verbal, ni mediante una carta como si fuera de nosotros, en el sentido de que el día de Jehová esté aquí” (2 Tesalonicenses 2:1-3). Así que algunos ungidos de Tesalónica creían que el día de Jehová estaba muy cerca, sin embargo, pasaron por alto la advertencia de Jesús en Hechos 1:7, pero ¿eran esas especulaciones indicios de que ellos no eran verdaderos cristianos, que Jesús no los dirigía? ¡Por supuesto que no! Ellos debían reajustar su forma de pensar; algo que tuvieron que hacer también los cristianos ungidos de tiempos modernos.


Podríamos mencionar varios ejemplos de entendimientos erróneos que tuvieron los cristianos en el siglo primero pese a que en ese tiempo estaban vivos los apóstoles de Jesús y todos eran hermanos ungidos de Cristo, sin embargo, esto no probaría que ellos no tenían la religión verdadera. De hecho, todo esto está en conexión con el principio bíblico que encontramos en Proverbios 4:18, que dice: “La senda de los justos es como la luz brillante que va haciéndose más y más clara hasta que el día queda firmemente establecido”. El entendimiento de la verdad es progresivo. Así fue en el siglo primero, y así es en tiempos más modernos. De hecho, el mismísimo apóstol Pablo reconoció que habían cosas que ellos no entendían claramente al decir: “Porque tenemos conocimiento parcial […] pero cuando llegue lo que es completo, lo que es parcial será eliminado. Porque en la actualidad vemos en contorno nebuloso por medio de un espejo de metal, pero entonces será cara a cara. En la actualidad conozco parcialmente, pero entonces conoceré con exactitud” (1 Corintios 13:9, 10, 12).


Las personas que no estudian la Biblia piensan que, el que cambiemos de entendimiento bíblico es prueba de que nuestra religión no es dirigida por Jehová. En cambio, tanto la Biblia como nosotros, sabemos que esto es prueba convincente de que Jehová realmente nos dirige, ¿cómo así? Pues bien, las iglesias de la cristiandad se han estancado en sus dogmas como la inmortalidad del alma, el infierno de fuego, la trinidad y doctrinas así; ahora bien, si estas se dejaran iluminar por Jehová, progresivamente hubieran cambiado su entendimiento respecto a estas cosas y hubieran conocido la verdad, sin embargo, llevan decenas de cientos de años creyendo lo mismo, cuando nosotros positivamente sabemos que son falsedades satánicas que contradicen la palabra Santa de Jehová, y hemos entendido todo esto en menos de 150 años. Nosotros buscamos entender mejor la Biblia y así adorar a Jehová con espíritu y con verdad, aunque eso implique cambiar nuestra propia forma de pensar (Juan 4:24; compare con Romanos 12:2).


Jesús profetizó: “En aquel tiempo los justos resplandecerán tan brillantemente como el sol en el reino de su Padre.” (Mateo 13:43, léase Daniel 12:3). Pero el sol no brilla a plenitud las 24 horas que dura un día ¿verdad? Para que brille a plenitud deben pasar de 3 a 6 horas desde que sale, y la iluminación de este es progresiva. De la misma forma, los “justos”, es decir, los ungidos podrían tener un entendimiento pleno de la verdad bíblica de forma progresiva.

Ya vimos, entonces, que no tener un entendimiento claro de la verdad bíblica no prueba que Jehová no dirige a los testigos de Jehová, más bien, refuerza nuestra fe de que el espíritu Santo nos está guiando. El profeta Ezequiel vio a la organización de Jehová representado por un carro, ¿y hacia donde viaje ese carro? Siempre va hacia adelante, y el entender mejor una porción de las escrituras nos asegura de que estamos yendo hacia adelante, al paso del “carro” de Jehová (Ezequiel capítulo 1). Ahora bien, ¿qué hechos prueba de que los testigos de Jehová, efectivamente, tenemos la verdad y el apoyo de Jehová? En la última parte de esta serie veremos cómo se han cumplido predicciones hechas por el pueblo de Jehová y cómo hay hechos innegables de que esta, en efecto, es la organización terrestre de Jehová.


*NOTA: Los Estudiantes de la Biblia habían entendido de que en 606 a.E.C. había caído Jerusalén y habían empezado a contarse los 2520 años de la profecía del capítulo 4 de Daniel. Sin embargo, tiempo después se dieron cuenta de que no existía año 0 y se dieron cuenta, también, de que la fecha de la caida de Jerusalén no había sido 606 a.E.C. sino 607 a.E.C. El que no se hayan dado cuenta de ese pequeño error de fechado permitió proclamar el fin de los "tiempos de los gentiles" para 1914, por lo tanto estamos seguros de que Jehová dirigió estos hechos, a fin de que se proclamara su voluntad, aunque después hubiera que hacer ajustes en su cronología.

lunes, 3 de mayo de 2010

LA WATCHTOWER ¿REALMENTE LA DIRIGE JEHOVÁ? PARTE 1

“En aquel tiempo los justos resplandecerán tan brillantemente como el sol”

— Mateo 13:43 —

Existen miles de organizaciones religiosas y todas dicen tener la verdad. Nosotros, los testigos de Jehová concordamos muy bien con el sentimiento expresado en el cántico 65 que dice “No busques más, pues esta es la verdad”. ¿Por qué cree usted que ha encontrado la verdad? ¿Realmente hay pruebas de que los testigos de Jehová tengan la verdad? ¿Qué hay de los errores doctrinales y cronológicos que ha habido a lo largo de los años? Todas esas preguntas se pueden resumir en una sola ¿Realmente dirige Jehová al Cuerpo Gobernante y la Watchtower? Veamos algunas preguntas que surgen y cómo nos llevan a una conclusión lógica y razonable.

¿Podemos adorar a Jehová por nosotros mismos, sin pertenecer a alguna organización religiosa? ¿Cómo dirigió Jehová a su pueblo en el pasado? Hasta el año 1513 Jehová fundó una nación escogida, la cual dirigía mediante un mediador: Moisés. Antes de 1513 Jehová usó patriarcas para dirigir a sus siervos, patriarcas como Abrahán, Isaac y Jacob y tenía sacerdotes como Melquisedec, rey-sacerdote de Salem. Tiempo después, la nación quería reyes humanos, así que Jehová dirigió a su pueblo mediante reyes como David y Salomón, aunque tenía profetas y profetizas que cuidara del pueblo en sentido espiritual. ¿Cambiaron las cosas en el siglo primero? Algunos podrían pensar así al leer el relato de Marcos 9:38-40. Aquí se relata de un hombre que expulsaba demonios en el nombre de Jesús; los discípulos de Cristo no estaban de acuerdo, así que reprendieron a este hombre; cuando Jesús se enteró de lo sucedido dijo: “No traten de impedírselo, porque nadie hay que haga una obra poderosa sobre la base de mi nombre que pronto pueda injuriarme; porque el que no está contra nosotros, está a favor nuestro”. ¿Indica esto que solo se puede ser “seguidor de Cristo” aunque no esté en una organización religiosa? No. Cuando Jesús dijo estas palabras no había una organización cristiana establecida a la cual este hombre pudiera recurrir. Se hace evidente que el principio de Marcos 9:40 de que el que no está contra Cristo está a su favor fue solo temporal. Esto lo podemos saber porque Jesús dijo que nadie que hiciera una obra poderosa en su nombre lo injuriaría, pero en Mateo 7:21-23 Jesús dejó claro que habría personas que harían obras poderosas usando su nombre pero él las rechazaría y las consideraría dignas de la destrucción eterna ¿Es esto contradictorio? No lo es si vemos el contexto histórico. Cuando sucedió lo del hombre que expulsaba demonios en el nombre de Jesús corrían los primeros meses del año 32 E.C., pero poco más de un año después, en el Pentecostés del año 33 E.C. se fundó la congregación cristiana verdadera. A partir de ese momento cualquier persona que quisiera tener la aprobación de Jehová y Jesús debía arrepentirse de sus pecados, bautizarse y llegar a formar parte de la congregación cristiana establecida, lo que implicaba separarse por completo de toda secta religiosa fuera “cristiana” o pagana (Hechos 2:38-40; 2 Corintios 6:17; 11:13, 14). Estos hechos nos muestran que Jehová siempre dirige a su pueblo mediante una organización, pero, ¿quién la dirigiría?

¿Deberíamos someternos a la autoridad de hombres imperfectos? Desde lo antiguo Jehová usó hombres para dirigir a su nación. Él nombró ancianos, principales, sacerdotes y el sumo sacerdote. Cuando se cometía un asesinato en Israel, se medía para saber cuál era la ciudad más cercana a donde había aparecido el cadáver; cuando se establecía esto, la ciudad y sus habitantes eran culpable de derramamiento de sangre ya que no se conocía al verdadero asesino, entonces los ancianos y los jueces de la ciudad “acusada” debían matar a una ternera cuya muerte sustituiría a la del asesino, y pedir a Jehová que no se imputara ese asesinato a la ciudad (Deuteronomio 21:1-5). ¿Qué pasaba si se conocía al asesino? Debía asesinarse al culpable, pero, ¿Quiénes se encargaba de ejecutar esas acciones? Se hacía bajo la dirección de los jueces (Deuteronomio 19:13) ¿Qué tiene esto que ver? No debemos olvidar que en los tiempos del Israel antiguo Jehová sí se comunicaba directamente con sus siervos, algo que en la actualidad no hace, pero aunque podía comunicarse con los principales o los profetas no lo hacía, sino que usaba jueces para mantener el orden en su nación y los israelitas debían respetar a estos hombres. ¿Qué pasaba si se rebelaban contra los hombres nombrados? Cuando los israelitas murmuraban contra Moisés o Aarón Jehová consideraba que la murmuración no era contra ellos, sino contra él mismo (Números 14:27-30). Esta rebeldía no pocas veces tuvo como resultado la muerte de muchas personas. Esto nos muestra que Jehová siempre usó hombres a los cuales sus siervos debían someterse, ¿cambió esto en la congregación cristiana? No. Jehová nombró ancianos y siervos ministeriales que llevaban la delantera, y los miembros de la congregación debían respetar a estos hombres (Hechos 20:28; Hebreos 13:17; 1 Corintios 16:16; 10:10). ¿Y qué pasa si esos hombres cometen errores? Bueno, piense en esto, ¿se atrevería usted a murmurar contra el apóstol Pablo? Seguramente su respuesta sería un rotundo “¡No!”, pero, ¿era él perfecto? Por supuesto que no, tenía muchos defectos como nosotros. Él mismo dijo: “lo bueno que deseo no lo hago, pero lo malo que no deseo es lo que practico” (Romanos 7:19). Es posible que como orador tampoco fuera muy bueno (2 Corintios 10:10). Pero aún así las congregaciones debían respetar su apostolado. Así que bajo el arreglo cristiano también se exige que nos sometamos a la autoridad relativa que Jehová ha dado a algunos hombres. ¿Aplica esto al Cuerpo Gobernante de los testigos de Jehová? Bueno, ¿qué pasó cuando las congregaciones del siglo primero acataron las órdenes de ese Cuerpo que residía en Jerusalén? “Ahora bien, a medida que iban viajando por las ciudades entregaban a los de allí, para que los observaran, los decretos sobre los cuales habían tomado decisión los apóstoles y ancianos que estaban en Jerusalén. Por lo tanto, en realidad, las congregaciones continuaron haciéndose firmes en la fe y aumentando en número de día en día” responde Hechos 16:4, 5. Jehová bendijo a las congregaciones porque observaron “los decretos” que había dado el Cuerpo Gobernante.

¿Significa esto que el Cuerpo Gobernante no se equivoca? Por supuesto que no. Pero, ¿indica eso que no lo dirige Jehová? Analizaremos eso a la luz de los sucesos de tiempos bíblicos la siguiente semana.