viernes, 23 de abril de 2010

ADULTERIO, UN RICO, UN MENDIGO, TORMENTOS EN EL HADES Y GLORIA EN EL SENO DE ABRAHÁN ¿QUÉ SIGNIFICA LUCAS 16:18-31? PARTE 2

“Todo el que se divorcia de su esposa y se casa con otra comete adulterio”
— Lucas 16:18 —

LEER LA PRIMERA PARTE

NOTA: En la entrada anterior se hace mención de “Mateo 16:18-31”, tanto en el título como en algunas citas, tome en cuenta que cometí un grave error al escribir “Mateo” en vez de “Lucas”. Así que en realidad estas dos entradas se basan en Lucas 16 y no en Mateo 16. Mis disculpas por este error.

En 1513 a.E.C. Jehová entró en un pacto “matrimonial” con los israelitas, sin embargo ese pacto matrimonial solo era temporal pues Jehová dijo: “celebraré con la casa de Israel y con la casa de Judá un nuevo pacto; no uno como el pacto que celebré con sus antepasados en el día que los tomé de la mano para sacarlos de la tierra de Egipto” (Jeremías 31:31, 32). En Jeremías 31:32 Jehová se llama a sí mismo el “dueño marital” de Israel, pero como celebraría un nuevo pacto el pacto anterior quedaría abolido. Sin embargo, no se podría entrar en un nuevo pacto “matrimonial” sin la muerte de alguna de las dos partes ya que como dice Lucas 16:18, una persona divorciada que se vuelve a casar comete adulterio, por eso el apóstol Pablo señaló —como ya vimos la semana pasada— que a los israelitas se les hizo morir respecto a la ley para llegar a ser posesión de otro, es decir, Cristo (Romanos 7:1-6). Sin embargo, ¿qué pasaría con los israelitas después de esa muerte simbólica? La respuesta la encontramos en Lucas 16:22-31.

Siguiendo la trama que traemos desde la semana pasada, el hombre rico —que simbolizó a los fariseos amantes del dinero— y el mendigo llamado Lázaro —que simbolizó a los israelitas comunes— murieron y Lázaro fue llevado por los ángeles al cielo. Como ya vimos, la muerte solo simbolizó un cambio de condición, por lo tanto el que Lázaro se haya ido al cielo no hemos de tomarlo literal. Para saber lo que significa esta ascensión al cielo recurriremos a las cartas Paulinas. En Efesios 2:1, 6 el apóstol Pablo dijo: “Además, a ustedes [Dios los vivificó] aunque estaban muertos en sus ofensas y pecados y nos levantó juntos y nos sentó juntos en los lugares celestiales en unión con Cristo Jesús”. Es obvio que el apóstol no hablaba de que literalmente se habían ido al cielo, sino se refería a la posición de superioridad espiritual que alcanzaron los ungidos —el grupo que compone la novia de Cristo—. Así es como deberíamos entender la muerte y ascensión al cielo de Lázaro. Cuando las personas comunes aceptaron que la ley mosaica dejaba de funcionar, aceptaron a Cristo como su señor y salvador y como su futuro “esposo” (Revelación 19:7). Entonces recibieron la unción del espíritu Santo y alcanzaron un posición elevada en sentido espiritual, simbólicamente ascendieron a los cielos, al “seno de Abrahán”, a “los lugares celestiales en unión con Cristo Jesús”. ¿Qué sucedió, entonces, con la clase del hombre rico?

Jesús comentó que su salario fue el tormento. Ese tormento no debe tomarse literal, así como la ascensión al cielo no es literal, ni la muerte misma de estos personajes. En Revelación 14:11 se habla también de tormento impartido a las personas que adoran a la “bestia salvaje” (Véase el libro Apocalipsis… Se acerca su magnífica culminación, páginas 210 y 211). Ese tormento no se imparte literalmente a las personas sino simboliza lo molesto y tormentoso que será el mensaje “sin diluir” que anuncia su próxima destrucción. El efecto que causa a esas personas el mensaje que predicamos es similar al efecto que causó la predicación de Jesucristo y sus discípulos del siglo I pues en Lucas 16:14 dice que los fariseos —el hombre rico—, al escuchar la predicación de Jesús “le hacían gestos de desprecio”. Algo similar pasó con este “hombre rico” cuando el humilde Esteban denunció su hipocresía. El relato histórico nos dice que “se sintieron cortados hasta el corazón, y se pusieron a crujir los dientes contra él” (Hechos 7:54). No hay duda, la predicación les causó tormento intenso (Compare con Revelación 9:5 y lea Apocalipsis… se acerca su magnífica culminación capítulo 22).

Los demás versículos nos ayudan a ver que el hombre rico tenía un padre y hermanos que simbolizan respectivamente a Satanás y sus aliados religiosos (Juan 8:44). Sin embargo el “padre Abrahán” le dice que sus hermanos tienen la ley y los profetas y que si no escucharon a Moisés tampoco escucharían a “Lázaro” si este volviera a su condición anterior. ¡No eran necesarios milagros para tratar de convencer a estas personas! Estas tenían que escudriñar por sí mismas la palabra de Dios para saber qué camino es el correcto. Sin embargo los líderes religiosos se negaron a creer y por lo tanto, su tormento continuó por varios años.

No hay duda que entender estos versículos tan controversiales es una bendición de parte de Jehová. ¡Cuán agradecidos debemos estar que Jehová utilice al “esclavo fiel y discreto” para darnos el alimento apropiado al debido tiempo! Es posible que antes de analizar esta información pensáramos que Lucas 16:18 —que habla del divorcio— no tenía ninguna relación con la parábola del Hombre Rico y Lázaro, pero al analizar detenidamente estos versículos y otras partes de la Biblia relacionadas nos damos cuenta de que en realidad, complementan la parábola y nos ayuda a dar una explicación correcto, librándonos así del error religioso dominante en la cristiandad. No hay duda, Jehová es la fuente infinita de Sabiduría y verdad.

lunes, 12 de abril de 2010

ADULTERIO, UN RICO, UN MENDIGO, TORMENTOS EN EL HADES Y GLORIA EN EL SENO DE ABRAHÁN ¿QUÉ SIGNIFICA MATEO 16:18-31? PARTE 1

“Todo el que se divorcia de su esposa y se casa con otra comete adulterio”
— Mateo 16:18 —

Conocemos la ley bíblica del adulterio expuesta por Jesús en Mateo 16:18: quien se divorcia y se vuelve a casar comete adulterio y expone a otras personas a este pecado grave. La única base para un segundo matrimonio limpio ante Jehová es la infidelidad matrimonial o la muerte del cónyuge (compare con Mateo 5:32; 1 Corintios 7:39). Inmediatamente después de exponer la norma bíblica expresada en Mateo 16:18, Jesús pasa a contar una historia fascinante:

Había un hombre rico y un mendigo llamado Lázaro; con el tiempo ambos murieron y Lázaro fue llevado por los ángeles al cielo, mientras que el hombre rico fue al hades y sufría tormentos, ¿prueban estos versículos la existencia de un tormento eterno en el infierno? ¿Sabía usted que Mateo 16:18, que habla sobre el divorcio y el adulterio, nos ayuda a aclarar este asunto? Veamos:

Sabemos positivamente que un infierno en donde se atormente a las personas no existe y hay muchos textos que prueban eso como Eclesiastés 9:5, 6, 10 y Ezequiel 18:4, entonces ¿qué significan estas palabras de Jesús?

La historia que contó Jesús no puede ser una historia literalmente real porque indicaría que Lázaro ya había ido al cielo y tal cosa no era posible porque Jesús dijo “Nadie ha subido al cielo, sino solamente el que bajó de allí, es decir, yo, el Hijo del hombre” (Juan 3:13 Biblia en Lenguaje Sencillo). Siendo ese el caso debe ser lo que Jesús comúnmente contaba, una parábola. Puesto que es una parábola cada suceso y cada personaje debe tener un significado. Para identificar a los personajes hemos de leer cuidadosamente el contexto de este versículo. Unos versículos antes dice: “Ahora bien, los fariseos, que eran amantes del dinero, escuchaban todas estas cosas, y le hacían gestos de desprecio” (Lucas 16:14). Jesús dirigió su parábola a estos hombres y apropiadamente podemos llegar a la conclusión de que el hombre rico de la ilustración representa a los fariseos como conjunto porque este hombre, según contó Jesús, “se ataviaba de púrpura y lino, y gozaba de día en día con magnificencia”, y Lucas 16:14 señala que los fariseos eran “amantes del dinero”. Entonces ¿qué representa el mendigo Lázaro? Siendo los Fariseos el “hombre rico” es fácil llegar a la conclusión de quién es Lázaro. Juan 7:49 relata que los fariseos decían de la gente común: “esta muchedumbre que no conoce la Ley son unos malditos”. Puesto que para los fariseos la gente común era maldita, apropiadamente Jesús representó a este grupo de personas a un mendigo despreciable (Lucas 18:11, 12). Esta explicación resulta lógica al examinar el significado del resto de la parábola.

¿Qué significa la muerte de estas personas? Significó un cambio de condición. Es ahora cuando entra en juego las palabras de Jesús respecto al divorcio. Cuando Jehová hizo de Israel su nación escogida y los Israelitas se dedicaron a él en el monte Sinaí en el año 1513 a.E.C. los israelitas entraron en un pacto “matrimonial” con Jehová, por eso Jehová se llamó a sí mismo “el dueño marital” de Israel (Jeremías 3:14). Sin embargo, con la venida y muerte de Jesús el pacto de la ley que ataba a los Israelitas a Jehová como su esposo quedaba anulado, simbólicamente se hacía morir a las personas que estaban bajo ese pacto (Gálatas 3:13, Lea Romanos 7:1-6). Ahora era necesario, para tener la aprobación de Jehová, ser seguidor de Jesús y formar parte de su “novia” ungida, es decir, entrar en un “nuevo pacto” matrimonial (Revelación 21:2; compare Jeremías 31:31, 32 con Lucas 22:28-30). Al realizarse esa muerte simbólica de las personas, estas podían formar parte de la futura y simbólica esposa del Cordero Jesucristo sin cometer adulterio.

Esto nos aclara qué significa la muerte de ambos personajes. Esta muerte significó el cambio de condición respecto a la relación que las personas, tanto las prominentes como las comunes, tenían con la ley de Moisés. Romanos 7:4 y 6 nos ayuda a entender mejor esto cuando dice: “A ustedes también se les hizo morir a la Ley mediante el cuerpo del Cristo, para que llegaran a ser de otro. Pero ahora hemos sido desobligados de la Ley, porque hemos muerto a aquello por lo cual se nos tenía sujetos, para que seamos esclavos en un sentido nuevo por el espíritu, y no en el sentido viejo por el código escrito”. Bueno, ya aclaramos qué es la “muerte” de estos dos personajes, pero ¿qué significa, entonces, la gloria y el tormento consiguiente? Lo veremos la siguiente semana.